Evolución del Teatro y la Novela en la Posguerra Española: De la Evasión al Compromiso
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Teatro de la Posguerra: De la Evasión al Compromiso
El teatro de la posguerra tardó en renovarse debido a varios factores:
- Fuerte presión de la censura: El teatro, al ser un espectáculo en vivo, era susceptible de alterar al público, lo que generaba una fuerte vigilancia por parte del régimen.
- Dependencia de los gustos burgueses: El público prefería un teatro de evasión en lugar de uno crítico con el régimen franquista.
- Desaparición de los grandes dramaturgos vanguardistas: La muerte o exilio de muchos autores provocó una ruptura con la línea de renovación teatral iniciada antes de la guerra.
Muchos dramaturgos importantes habían muerto (como F.G.L. y V.I.) o estaban en el exilio, lo que llevó a la prohibición de la representación de sus obras. En esta época, el teatro se dividió principalmente en dos vertientes: el teatro de propaganda del régimen y el teatro burgués.
Teatro Burgués
Este tipo de teatro abordaba temas como conflictos matrimoniales (infidelidad) y presentaba personajes de la alta burguesía. Su finalidad era moralizante. Las obras se caracterizaban por diálogos brillantes, tramas bien construidas, enredos entretenidos y juegos escénicos. Jacinto Benavente fue uno de los autores más importantes, junto con otros como E. Neville.
Teatro de Humor
La renovación de este género fue liderada por Enrique Jardiel Poncela y Miguel Mihura. Para ellos, el humor no era un fin en sí mismo, sino un instrumento para ofrecer una visión crítica del mundo, diferente a la de la sociedad. Creían que el humor no se lograba con chistes simples o burlas hacia personajes políticos, sino a través de situaciones inverosímiles, gags y diálogos absurdos. Obras destacadas son Eloísa está debajo de un almendro (E. Jardiel Poncela) y Tres sombreros de copa (M. Mihura), esta última influida por el teatro del absurdo y crítica con las convenciones sociales. A través del humor, se intentaba transmitir la idea de que a veces se renuncia a la felicidad por falta de valor para oponerse a la sociedad.
Teatro del Absurdo
Esta corriente europea se caracteriza por tramas carentes de lógica, situaciones contradictorias, diálogos repetitivos y personajes absurdos. Su finalidad era reflejar que, a pesar de la lógica y el orden, la vida puede ser aburrida. Los temas recurrentes eran la soledad, la muerte y la incomunicación. Una obra representativa es Pic-Nic de Fernando Arrabal.
Teatro Comprometido
Este tipo de teatro se divide en dos vertientes:
Teatro Existencial
Se opone al teatro de evasión, expresando descontento y angustia existencial, aunque sin indagar en causas sociales o políticas. Un ejemplo es Historia de una escalera.
Teatro Social
Parte de la corriente del realismo socialista. En España, desarrolló una doble crítica: por un lado, denunciaba el capitalismo inspirándose en los tópicos marxistas (explotación de trabajadores) y, por otro, se oponía a la dictadura franquista. Buero Vallejo fue un autor importante, que dosificó su crítica para burlar la censura, planteando sus tesis mediante situaciones cotidianas, símbolos y sobreentendidos. Alfonso Sastre, por su parte, desarrolló un teatro político de agitación social más radical.
La Novela de la Posguerra: De la Renovación a la Experimentación
La novela también experimentó una evolución significativa:
Superación del Realismo Social
Los novelistas abandonaron la idea marxista de la literatura como arma de lucha política. El realismo social entró en descrédito debido a la consolidación política y económica del régimen tras diez años de novela comprometida. Los nuevos novelistas rechazaron la estética realista y comenzaron a renovar el lenguaje y a experimentar.
De la Renovación a la Experimentación
La novela de renovación más importante fue Tiempo de silencio (Luis Martín Santos), mientras que la novela experimental fue Cinco horas con Mario (Miguel Delibes).
La Novela de los Años 60 y 70: Renovación y Experimentación
Esta etapa se caracterizó por:
- Novela puzzle y lector participativo: La narración no era lineal, sino que se ofrecían fragmentos de la historia de forma desordenada, requiriendo que el lector encontrara la coherencia.
- Elementos narrativos tratados de forma imprecisa:
- Personajes con psicología desdibujada, reflejando la falta de identidad personal del hombre moderno.
- Acción escasa, tiempo no lineal y espacio no descrito.
- Técnicas literarias: Uso del monólogo interior, ritmo lento, mezcla de registros lingüísticos y secuencias separadas en lugar de capítulos.
- Intención del autor: Actitud crítica del autor frente a la realidad social.