Evolución del Teatro y la Narrativa en el Siglo XVI Español
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El Teatro en el Siglo XVI
El desarrollo del teatro es muy notable durante el siglo XVI. Autores como Gil Vicente y Torres Naharro escriben ya un teatro más elaborado.
Gil Vicente
Gil Vicente es un escritor portugués que empleó también el castellano. En su producción alternan obras religiosas (trilogías de las barcas) con las profanas (Don Duardos).
Bartolomé de Torres Naharro
Bartolomé de Torres Naharro dividió sus comedias en dos tipos: a noticia y a fantasía. Las comedias a noticia tienen un carácter realista, y en las comedias a fantasía se da vía libre a la imaginación.
En la segunda mitad del siglo XVI se produce la consolidación del teatro. Muestra del auge de la actividad teatral es la convivencia de diversos tipos de teatro. Junto al religioso y al profano, se desarrolla un teatro popular que será el centro de la importantísima actividad teatral del siglo XVII. Dentro de este teatro sobresale la figura de Lope de Rueda, actor, director de escena y autor al mismo tiempo. Escribió comedias en prosa al modo italiano, pero introdujo muchas novedades.
Muy conocidos son sus pasos, breves piezas o composiciones representadas en los entreactos de las comedias, cuyo éxito popular se debe en parte a su cercanía al folclore. Paso es el nombre que da Lope de Rueda a un género teatral de gran notoriedad desde entonces: el entremés.
El florecimiento del teatro español que lleva hasta Lope de Vega y los dramaturgos del siglo XVII tuvo gran importancia en la actividad teatral en Sevilla y Valencia.
La Narrativa en el Siglo XVI
En el siglo XVI, los relatos suelen ser cortos y se incluyen dentro de obras sin tener autonomía. Aún no se puede hablar de novela en sentido moderno, pero sí se utiliza ya para referirse a narraciones breves. Siguen editándose y siendo muy leídos durante el siglo XVI los libros de caballerías y las novelas sentimentales, pero aparecen novelas pastoriles que presentan la vida rústica en una naturaleza idealizada en donde se realizan historias de amor entre pastores.
Las obras pastoriles más destacadas son Los siete libros de la Diana de Jorge de Montemayor y La Diana Enamorada de Gaspar Gil Polo. Otro tipo de narraciones son las novelas moriscas. En un ambiente exquisito, se produce en ellas la idealización del moro de forma parecida a la del pastor de las narraciones pastoriles. El cercano mundo morisco, con costumbres diferentes, proporciona a los escritores material novelesco y poético. La primera novela morisca es la Breve historia del Abencerraje y de la hermosa Jarifa.
Muy interesantes también son La lozana andaluza de Francisco Delicado y El Patrañuelo de Juan Timoneda. La lozana andaluza, obra emparentada con La Celestina, es una novela anticlerical y típicamente renacentista.