Evolución del Teatro Español: Del Medievo a la Trascendencia de La Celestina
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1. Teatro Religioso (Siglos XII - principios del XV)
Hasta el siglo XV apenas existen textos teatrales, tan solo los llamados tropos, que se caracterizan por:
- Obras cortas escritas en latín.
- De carácter religioso.
- Representadas en las iglesias durante la misa.
- Escenificaban momentos importantes de la vida de Jesús.
- Con una doble finalidad o objetivo:
- Propósito didáctico.
- Enriquecer el culto cristiano.
El único texto de teatro religioso en castellano que ha llegado (incompleto) hasta nuestros días es el titulado Auto de los Reyes Magos (anónimo, siglo XII).
2. Teatro Profano (Siglo XV)
A principios del siglo XV, el teatro todavía presentaba rasgos medievales.
Destaca La Celestina (finales del siglo XV) de Fernando de Rojas.
La Celestina
1. Autoría
El propio Fernando de Rojas aclara en el prólogo que la compuso a partir de un primer acto que encontró ya escrito por otro autor.
Es por ello que se considera que habría dos autores:
- El del primer acto, cuya identidad se ignora.
- Y Fernando de Rojas.
2. Versiones
- Publicación en 1499: 16 actos. Título: Comedia de Calisto y Melibea.
- Publicación en 1502: 21 actos. Título: Tragicomedia de Calisto y Melibea.
Con el paso del tiempo, la obra ha pasado a ser conocida con el título de Celestina.
3. Género
Por su forma, se catalogaría como obra teatral, porque:
- No hay narrador.
- El texto es enteramente dialogado.
- Presenta técnicas propias de los textos dramáticos como, por ejemplo, los apartes que hacen los personajes.
Sin embargo, su extensión y la complejidad de los diálogos dificultan la representación.
En realidad, esta obra se relaciona con un género conocido con el nombre de comedia humanística, que surgió en las universidades de los siglos XIV y XV, y que estaba pensado para la lectura en voz alta y no para ser representadas en un escenario.
4. Argumento
Gira en torno a los amores trágicos de dos jóvenes de clase social acomodada: Calisto y Melibea.
Calisto se enamora de Melibea, pero esta, en un primer momento, lo rechaza.
Entonces, Sempronio (uno de los criados del joven) le aconseja que pida ayuda a Celestina (una vieja hechicera y alcahueta) para que interceda por él ante Melibea y le consiga su amor.
Calisto hace lo que le aconseja Sempronio, y Celestina, mediante sus malas artes y su capacidad de manipulación, logrará finalmente que Calisto y Melibea inicien una relación amorosa a espaldas de los padres de la joven.
Calisto, como pago, regala una cadena de oro a Celestina. Al enterarse, los criados de Calisto reclaman a la vieja Celestina una parte de las ganancias, pero esta se niega a compartirla y muere a manos de los sirvientes que, como consecuencia de este acto, son capturados y ajusticiados.
Calisto y Melibea, por su parte, prosiguen sus encuentros amatorios en secreto hasta que una noche Calisto (al ir en ayuda de sus nuevos criados que vigilaban en la calle) cae desde los muros del jardín de Melibea y muere. Ella entonces, consternada, decide suicidarse.
Y la obra se cierra con un monólogo en el que el padre de Melibea (Pleberio) se lamenta de la muerte repentina de su hija e increpa al amor, a quien hace responsable de las desgracias que se han ido encadenando hasta llegar al desenlace final.