Evolución del Teatro Español Tras la Guerra Civil
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La incisión de la Guerra Civil en el desarrollo del teatro fue muy profunda. Supuso el fin de un movimiento de renovación teatral que se había formado en los años veinte y que encontró su proyección en el marco de la II República. Tras la Guerra algunos de los autores más importantes deciden abandonar el país (Rafael Alberti, Alejandro Casona, Max Aub,…) y los que se quedaron se encontraron un teatro totalmente desmantelado, desprovisto de las principales figuras (autores y actorales), cohibido bajo una férrea censura política y eclesiástica y cerrado a Europa (Bertolt Brecht, Eugène Ionesco, Samuel Beckett,…)
El Teatro de Posguerra (Años 40)
El desarrollo del teatro en los años 40 se produjo en relación a cuestiones extraliterarias como la puesta en escena, el presupuesto económico, la situación social…razones por las que los sainetes y melodramas de ínfima calidad, espectáculos pseudo-folklóricos y reposiciones de los clásicos de Siglo de Oro invaden las carteleras del momento. Es un teatro “nacional”, al servicio de la dictadura cuya única función es entretener y transmitir la ideología del régimen exaltando a los vencedores y olvidando a los grandes autores “vencidos”.
Junto a este teatro triunfa otro teatro, de carácter evasivo: la alta comedia y el teatro de humor.
La Alta Comedia
La alta comedia no es más que la evolución o continuación de la comedia benaventina de principios de siglo cuya única función era entretener y educar al público mediante el elogio de las virtudes y el triunfo del amor. Son obras de perfecta construcción pero intrascendentes. Aparte de Jacinto Benavente quien sigue estrenando hasta su muerte en 1954, destacan José María Pemán, Lo que debe ser, Joaquín Calvo Sotelo, La muralla, Juan Ignacio Luca de Tena, ¿Dónde vas Alfonso XII?, Edgar Neville, El Baile,…
El Teatro de Humor
El éxito del teatro del humor se debió a su alejamiento de la realidad inmediata. Este teatro es un importante precedente del teatro del absurdo europeo al menos por su humor disparatado y poético. Los dos autores más importantes fueron Enrique Jardiel Poncela y Miguel Mihura.
Enrique Jardiel Poncela
Enrique Jardiel Poncela elige en su teatro el camino de la evasión. Sus obras se caracterizan por la incorporación de lo inverosímil, con ingrediente de locura y misterio. Los personajes, pertenecientes a la burguesía, representan a una sociedad cuyos únicos objetivos son el amor y el dinero. Sus diálogos destacan por entremezclar el humor verbal con el de situación. Algunas de sus obras más importantes son Eloisa está debajo de un almendro, Cuatro corazones con freno y marcha atrás,…
Miguel Mihura
Miguel Mihura rompe con su obra Tres sombreros de copa, escrita en 1932 pero publicada 20 años después. En esta obra se reflejan y describen los problemas de la realidad social marcada por la fuerza de los convencionalismos, las instituciones y la moral de la época. Concede a sus personajes rigurosa entidad psicológica. Lamentablemente su teatro posterior pierde en mordacidad y crítica en favor del gusto del público más tradicional: Maribel y la extraña familia, Ninette y un señor de Murcia, Melocotón en almíbar,… no debemos olvidar que Mihura también destacó como guionista de cine (Bienvenido Mister Marsall) y periodista de humor(La codorniz).
El Teatro Soterrado (Finales de los 40)
Ya a finales de los años 40 un grupo de dramaturgos trataron de llevar a las tablas comerciales problemas de mayor hondura y empezaron a escribir teatro existencial y posteriormente social. La mayor parte de estas obras apenas consiguieron ser representadas por grupos de aficionados o teatros menores. A este teatro se le ha denominado soterrado.
El Realismo y el Existencialismo (Años 50)
Pero en 1949 Antonio Buero Vallejo estrena Historia de una escalera, una obra de denuncia que abre la puerta al teatro realista o existencial. Poco a poco se ponen sobre las tablas el tema de la injusticia social, la falta de libertad, la pobreza material y moral… los dos autores más destacables son Antonio Buero Vallejo y Alfonso Sastre.
Antonio Buero Vallejo
Antonio Buero Vallejo es el iniciador de esta renovación teatral. Presenta en sus obras una realidad que en muchas ocasiones era negada por el poder, un retrato de la sociedad de los años 40-50 con sus injusticias. Su trayectoria dramática se suele dividir en tres etapas: una inicial, crítica con la sociedad española del momento. Sus obras más importantes son Historia de una escalera, El Tragaluz,… La segunda etapa denominada Historicista, pretende unir el existencialismo y la problemática social, para evitar la censura Buero se sirve de pasajes de la historia de España: Un soñador para el pueblo, Las meninas, El concierto de san Ovidio,… En su última etapa, Simbolista, cuando la censura era ya casi testimonial la crítica se hace más dura y directa La fundación, Lázaro en su laberinto,…
Alfonso Sastre
El teatro de Alfonso Sastre está muy unido a sus actitudes políticas y sociales siempre dispuesto a dar una respuesta ideológica a su teatro. Destaca la atención a su imaginación. Sus obras se enmarcan en universos de humildad y popularismo. Los argumentos proceden del día a día, criticando la injusticia social. Destaca por el empleo del habla popular. Sus obras más importantes son Escuadra hacia la muerte, La taberna fantástica, la mordaza,….
Importantes fueron también Lauro Olmo, La camisa, José Martín Recuerda, los salvajes de Puente San Gil, Antonio Gala, Anillos para una dama,…
Apertura y Vanguardia (Años 60 y 70)
Desde finales de los años 60 y en especial en los 70, se produce una importante apertura de la censura y llegan las obras de los grandes del teatro europeo (Artaud, Camus, Grotwski) que se oponen al teatro más tradicional en favor del espectáculo total. Estas nuevas corrientes son asimiladas por nuestros dramaturgos sin olvidar las corrientes realistas que siguen siendo defendidas. A partir de los años 70 se crean ciertas corrientes vanguardistas de enfoque simbolista o alegórico. Sin duda los dramaturgos más importantes son Fernando Arrabal y Francisco Nieva.
Fernando Arrabal
Fernando Arrabal crea el denominado teatro pánico, caracterizado por la confusión, el humor, el terror, la euforia,… Se basa en la búsqueda formal, tanto espacial como gestual y la incorporación de elementos surrealistas en el lenguaje. Sus temas favoritos son la sexualidad, la religión, la política, el amor, la muerte,… Sus obras más importante son Pic-Nic. El cementerio de automóviles… Su teatro evoluciona hacia el teatro bufo.
Francisco Nieva
Francisco Nieva conecta con el teatro del absurdo, pero sin su pesimismo. Para él el teatro es catarsis y libertador, cuya finalidad es mostrar la esencia del hombre. Sus obras plantean el problema de las relaciones entre el hombre y la sociedad represiva que lo degrada. Sus obras más importantes son Pelo de tormenta, La carroza de plomo candente, Malditas sean Coronadas y sus hijas,..
La Democracia y el Teatro Contemporáneo (Finales de los 70 en Adelante)
A finales de los años 70, con la instauración de la democracia, se producen unos hechos importantes para la escena española: desaparece la censura, surgen con gran fuerza los grupos de teatro independiente que se inclinan hacia los temas contemporáneos, la estética realista y la renovación formal: Els joglars, Els Comediants, El TEI, Los goliardos,… Se crean la CNTC y el CDN, la RESAD, Aparecen las subvenciones y muchos espacios teatrales son gestionados por entes públicos (ayuntamientos y CCAA).
La nómina de autores, obras y tendencias dramáticas de este periodo es inmensa. Se pueden citar autores como José Sanchís Sinisterra, ¡Ay, Carmela!, José Luis Alonso de Santos, Bajarse al moro, La sombra de El Tenorio, Fernando Fernán Gómez, Las bicicletas son para el verano, Juan Mayorga, Últimas palabras de Copito de Nieve, Ana Diosdado, Los ochenta son nuestros,… todos ellos abordan temas contemporáneos con estética realista y una moderada renovación formal.