Evolución del Trabajo Social: Perspectivas Internacionales y Latinoamericanas
Enviado por Chuletator online y clasificado en Ciencias sociales
Escrito el en español con un tamaño de 2,85 KB
1. Internacionalización del Trabajo Social
A principios del siglo XXI, el trabajo social se consideraba una profesión técnica:
- Reconocida académicamente y científicamente
- Dedicada a cumplir los fines de la política social
- Suministrando bienes y servicios a la ciudadanía necesitada
- Actuando sobre problemas emergentes
Este concepto se ha desarrollado con el tiempo. Los protagonistas del proceso del trabajo social son: individuos, grupos y comunidades como clientes, lo que da lugar a tres ramas: el Trabajo Social con casos, con grupos y con comunidades.
El trabajo social se utiliza para alcanzar objetivos mediante un proceso metodológico: comprobando empíricamente (investigación, intervención y evaluación) y ejecutando bajo la legislación correspondiente.
2. Reconceptualización del Trabajo Social y su Repercusión Profesional
Los inicios del trabajo social en Latinoamérica se remontan a la influencia de las experiencias pioneras en Inglaterra y Estados Unidos, así como a la amplia presencia de las instituciones de la caridad católica y/o de la notable filantropía masónica del siglo XIX. Por ello, las primeras escuelas de “Servicio Social” en esta zona, como la fundada en Santiago de Chile en 1925, respondieron al modelo asistencial clínico de origen anglosajón.
Desde finales de los años 50 del siglo XX, se inició una renovación de la disciplina que pretendía superar los aspectos metodológicos y técnicos aplicados hasta entonces.
Con epicentro en el sur de Latinoamérica, surgió la llamada Generación del 65, que tomó cuerpo en la 10ª Conferencia Internacional del Servicio Social en Brasil de 1962.
En esta conferencia se acordó generar nuevos paradigmas teóricos que superasen la influencia de los modelos tradicionales anglosajones y que debían responder a criterios propios.
El I Seminario Regional Latinoamericano de Servicio Social de Porto Alegre y los Congresos Panamericanos de Servicio Social de San José y Lima concretaron la visión desarrollista del Servicio Social como agente de cambio. Por ello, se subrayaba la necesidad de una teoría latinoamericana viable del Trabajo Social, más allá del predominio de la práctica, de la simple acción asistencial y de los modelos implicados en la ALPRO. Así se reflejó en el Documento de Araxá de 1967.
El II Seminario Regional Latinoamericano de Servicio Social de Montevideo mostraba la cierta ideologización extrema del sector predominante y la existencia de diferentes posiciones, como las del equipo ISAL.
En 1961 nació la efímera Alianza para el Progreso (ALPRO), de neta influencia norteamericana, para “mejorar la vida de todos los habitantes del continente”. Para ello, se proclamaron varias medidas de carácter social, político y económico.