Evolución del Sistema Educativo Español en el Siglo XX
Enviado por Chuletator online y clasificado en Otras lenguas extranjeras
Escrito el en español con un tamaño de 5,43 KB
Enseñanza Primaria
Con la LXE (1970) se flexibilizó la bacharelización de la enseñanza primaria (extensión al nivel primario de la estructura de cursos y exámenes propia del bachillerato y la enseñanza universitaria) al dividir el EXB en dos etapas, establecer la evaluación continua y restringir las pruebas de promoción a la segunda etapa. A comienzos de la década de los 80 se diferenciaron en este nivel educativo tres ciclos (inicial, medio y superior), lo que facilitaría la reestructuración efectuada posteriormente por la LOXSE (1990). La LOXSE reestructuró y redujo la enseñanza primaria a seis cursos (6-12 años), dividida en 3 ciclos de 2 cursos cada uno, y admitió la posibilidad (más teórica que real) de que, si no se alcanzaban los objetivos de un ciclo, se pudiera repetir al final del mismo. Se estableció, por lo tanto, la promoción por ciclos y no por cursos.
Enseñanza Secundaria: ¿Preuniversitaria o Prolongación de la Primaria? ¿Integración o Segmentación?
El paso de un sistema dual (primaria y secundaria no conectados) a otro integrado (secundaria como prolongación de la primaria) no se produjo hasta la aprobación de la Ley de Educación Primaria de 1965 (nuevo plan de estudios de Magisterio), pero la ruptura total no tuvo lugar hasta la LXE (1970), con el establecimiento del EXB y la posibilidad de alcanzar una doble titulación al final (graduado escolar o certificado de escolaridad) y con la fijación de los 14 años como edad mínima para cursar bachillerato o FP. Esta tendencia continuó y se prolongó con la LOXSE (1990) al ampliar la escolaridad básica y obligatoria hasta los 16 años y configurar una nueva etapa, la ESO (de los 12 a los 16 años), separada de la educación primaria e integrada en la secundaria junto con Bachillerato y FP de Grado Medio. Con la ESO cambió el sentido que tenía el bachillerato en el siglo XIX, preparatorio de los estudios universitarios y sin conexión con la primaria, ya que prolonga la educación básica y obligatoria y se transforma en educación secundaria para todos. Este cambio afectó a la red de centros, al profesorado, a las titulaciones, a la segmentación de los sistemas y a las salidas académicas. La ESO, a pesar de ser enseñanza básica y obligatoria, se integró estructuralmente en la educación secundaria, asignándosele profesorado de este nivel, de tradición disciplinar y con una vocación que no casaba con el carácter obligatorio, básico y orientativo de esta etapa. En síntesis, durante el siglo XX, la educación secundaria pasó de ser dual a segmentaciones horizontales con dos, tres o cuatro vías diferentes (primaria superior, bachillerato general, bachillerato técnico, formación profesional) y salida al mercado laboral. En 1990, una parte de la secundaria (la ESO) se integró en la enseñanza básica y obligatoria, y otra quedó segmentada (la enseñanza secundaria postobligatoria) entre el bachillerato y la FP de Grado Medio.
Educación Especial: De la Exclusión a la Integración
En el siglo XIX, la educación especial en España se refería al ensino de sordomudos y ciegos y se impartía en establecimientos especializados. En la Ley de Instrucción Pública de 1857 (Ley Moyano) se contemplaba la posibilidad de que se atendiera a este alumnado en las escuelas públicas de niños, pero no se llegó a efectuar. En el siglo XX aparecieron establecimientos para deficientes psíquicos o anormales mentales sostenidos por las diputaciones provinciales o con fondos municipales. En las primeras décadas del siglo XX, el avance de la investigación sobre las deficiencias, la inclusión de esos conocimientos en los planes de formación del profesorado y la publicación de bibliografía traducida y elaborada por autores españoles contribuyeron al avance del conocimiento en este campo. En el siglo XX surgieron aulas y clases para retrasados en las escuelas graduadas, se crearon aulas de educación especial en las escuelas ordinarias a cargo de maestros especialistas. La Ley de Educación Primaria (1945) solo reconocía la existencia de escuelas de anormales, sordomudos y ciegos. En la reforma de 1965, estas escuelas pasarían a llamarse de educación especial. La LXE (1970) dedicó un capítulo a la educación especial y reconoció la existencia de una doble red de aulas de educación especial:
- Aulas de deficientes e inadaptados profundos en centros específicos de educación especial.
- Unidades de educación especial en centros de régimen ordinario para deficientes leves.
En 1977 se creó la diplomatura de educación especial. Un RD de 1985 creó un programa de integración escolar de alumnado con necesidades educativas especiales (n.e.e.) en aulas ordinarias, y los centros específicos de educación especial quedaron para alumnado incapaz de lograr una adaptación mínima social y escolar. Un RD de 1995 reguló la ordenación del alumnado con n.e.e., lo que hizo que disminuyera el número de alumnado atendido en aulas de educación especial en centros específicos y ordinarios, integrándose en las aulas ordinarias. Este ideal no se acompañó de la suficiente dotación a los centros de los recursos humanos y materiales ni de la necesaria formación del profesorado para atender las necesidades educativas de este alumnado, lo que se criticó.