La Evolución de la Religión Romana: De los Numina a los Cultos Imperiales
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La Religión en la Época Preetrusca
- Se conoce poco sobre las creencias religiosas de los primeros latinos.
- El rey Numa Pompilio, sucesor de Rómulo, desempeñó un papel fundamental en el establecimiento de las primeras instituciones religiosas.
- Al ser un pueblo eminentemente agrario, sus divinidades estaban estrechamente ligadas a la naturaleza y la agricultura.
- Más que dioses con forma humana, eran considerados numina (espíritus o voluntades divinas que animaban el mundo).
- El culto se rendía en lugares específicos según la deidad protectora de dicho espacio.
- No existían templos monumentales, sino altares sencillos para las ofrendas.
Influencia Etrusca en la Religión Romana
Los etruscos ejercieron su dominio sobre Roma entre los siglos VII y VI a. C., dejando una profunda huella cultural en diversos ámbitos, incluida la religión. Algunas de sus aportaciones más significativas fueron:
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Sustitución de la arcaica tríada indoeuropea, compuesta por Júpiter, Marte y Quirino, por una nueva en la que se introdujeron dos diosas de origen etrusco:
- Juno: Diosa protectora de las mujeres, los matrimonios y los partos (equivalente a la Hera griega).
- Minerva: Diosa de las artes, la industria y la sabiduría (equivalente a la Atenea griega).
- Edificación del primer gran templo en la cima del monte Capitolio, con una estructura similar a los templos griegos.
- Este templo fue consagrado a la nueva tríada, conocida como la Tríada Capitolina (Júpiter, Juno y Minerva).
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Introducción de nuevas divinidades y la adaptación de otras de origen griego:
- Vulcano: Dios del fuego.
- Mercurio: Dios del comercio.
- Venus: Diosa del amor y la belleza.
- Apolo: Dios de la belleza masculina y la música.
- Ártemis: Identificada con la Diana romana, es la diosa de la caza.
- Dioniso: Identificado con el dios latino Líber.
La Religión Durante la República
El Culto Privado y Familiar
En el ámbito doméstico, la religión se centraba en la protección de la familia y el hogar a través de varias deidades:
- Lares (Lar Familiar): Eran los dioses protectores del hogar. El fuego doméstico simbolizaba su presencia y se les rendía culto en un pequeño altar o nicho llamado sacrarium.
- Penates: Deidades que aseguraban la abundancia y el sustento de la familia. Se les representaba como dos jóvenes con cuernos de la abundancia y sus efigies acompañaban a la familia en sus desplazamientos.
- Genius: Era el espíritu protector del pater familias (cabeza de familia). En el altar doméstico, a menudo se le representaba con la forma de una serpiente.
- Juno: Actuaba como la protectora de las mujeres de la familia, análoga al Genius del hombre.
- Manes: Eran las almas de los antepasados fallecidos. Se conmemoraban sus aniversarios y se les encomendaba la protección de los recién muertos. Las lápidas solían incluir la inscripción D.M. (Diis Manibus, "A los dioses Manes").
Transformaciones Religiosas en la Época Imperial
La Llegada de los Cultos Orientales
Durante el Imperio, especialmente en los centros urbanos, las necesidades espirituales de la población comenzaron a ser satisfechas por nuevos cultos importados de las provincias, principalmente de Oriente. Estos cultos mistéricos ofrecían componentes de fraternidad, rituales iniciáticos y, sobre todo, la promesa de inmortalidad, lo que les confirió una gran popularidad. Entre los más destacados se encontraban:
- El culto a la diosa Cibeles.
- El culto a la diosa egipcia Isis.
- El culto al dios Mitra, procedente de Persia.
Colegios Sacerdotales
La estructura religiosa oficial también contaba con importantes colegios sacerdotales que mantenían las tradiciones y rituales del Estado, como:
- El colegio de los augures, expertos en la adivinación a través de la observación de las aves y otros signos.
- El colegio de las vestales, sacerdotisas consagradas a la diosa Vesta, responsables de mantener encendido el fuego sagrado de la ciudad en su templo.