Evolución de la Prosa en el Siglo XVI: Subgéneros y Obras Clave

La Prosa en el Siglo XVI: Un Panorama Completo

La prosa durante el siglo XVI experimenta un gran desarrollo, sustituyendo a la épica medieval. Se cultivan dos tendencias principales: la prosa de no ficción y la prosa de ficción.

Prosa de No Ficción

En la primera tendencia, se desarrollan dos géneros importantes:

• Diálogos renacentistas: Destaca Diálogo de la lengua de Juan Valdés.
• Ensayos de temática religiosa: Con autores como Santa Teresa de Jesús y su obra Camino de perfección.

Prosa de Ficción: Subgéneros y Características

Sin embargo, durante el siglo XVI se desarrolla especialmente la prosa de ficción, donde predomina la fantasía, con narraciones de tipo idealista. Entre los subgéneros más destacados encontramos:

Relato Pastoril

En este subgénero, varios pastores dialogan sobre el amor en un entorno idealizado. Toman como modelo la obra La Arcadia de Sannazaro. La obra más importante de este subgénero es La Diana de Jorge de Montemayor.

Relato de Caballerías

Narran las aventuras de un caballero andante. Se presentaban como relatos verídicos escritos en alguna lengua extraña, y el autor se declaraba como mero traductor. La obra más destacada es el Amadís de Gaula de Garci Rodríguez de Montalvo. Los relatos de caballerías situaban la acción en la Edad Media y en países lejanos, e incluían numerosos elementos fantásticos.

Novela Griega

Recoge las aventuras de una pareja de enamorados de alto linaje. Aparecen numerosas peripecias: raptos, viajes, naufragios. Un ejemplo es Los amores de Clareo y Florisea.

Relato Morisco

Se trata de una narración de caballerías situada en la época de la Reconquista. En la obra anónima titulada Historia del Abencerraje y la hermosa Jarifa, el protagonista es un joven moro, valiente y galante. Se presenta idealizado el mundo musulmán.

Relato Picaresco

Se inicia con la publicación en 1554 de El Lazarillo de Tormes, obra que narra de forma autobiográfica y en un tono realista las aventuras de un chico de baja extracción social que lucha por sobrevivir al servicio de diversos amos. Se trata de una obra anónima, aunque por su fuerte sátira anticlerical se deduce que fue escrita por algún erasmista próximo al círculo de los hermanos Valdés.

El Lazarillo de Tormes: Fuentes e Influencias

La obra se nutre de diversas fuentes:

• Del folclore toma varias anécdotas, como la del ciego y el criado.
• De la literatura latina sigue la obra de El asno de oro de Apuleyo.
• De las novelas sentimentales de la época toma la forma en la que está escrita: una carta.

Estructura y Temas de El Lazarillo de Tormes

La estructura es lineal. Presenta un prólogo y siete tratados que recogen las aventuras del protagonista con los diversos amos: el ciego, el clérigo de Maqueda, el escudero, el buldero, el maestro de pintar panderos, el capellán y el alguacil, y el arcipreste de San Salvador.

Interpretaciones de El Lazarillo de Tormes

La obra se puede interpretar de varias maneras:

• En primer lugar, se trata de una novela de aprendizaje, pues el protagonista evoluciona desde su infancia hasta la adultez, aprendiendo y educándose.
• En segundo lugar, contiene una fuerte crítica social y política, pues se plantea la idea del mérito personal frente a la valoración del linaje.
• Por último, debemos destacar la fuerte crítica religiosa a través de figuras como la del clérigo de Maqueda o la hipocresía del arcipreste de San Salvador.