Evolución Política de España: Momentos Clave y Transición Democrática

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Semana Trágica, Anticlericalismo y Fin del Gobierno Largo de Maura (1909)

Denominamos Semana Trágica a los violentos acontecimientos sucedidos del 26 al 31 de julio de 1909 en Barcelona. Inicialmente se produjeron manifestaciones y luego se declaró la huelga general promovida por anarquistas, socialistas y radicales (republicanos seguidores de Alejandro Lerroux), que degeneró en una violenta insurrección obrera espontánea y anticlerical. La ciudad quedó paralizada y las masas ocuparon las calles, se levantaron barricadas, se volcaron tranvías, quedaron cortadas las comunicaciones con el resto de España y fueron incendiados conventos e iglesias. Estos sucesos se enmarcan en el reinado de Alfonso XIII (1902-1931) y el gobierno presidido por el conservador Antonio Maura (1907-1909), que proclamó el Estado de Guerra y envió al Ejército para sofocar la insurrección.

Causas de la Semana Trágica

  • La protesta contra la guerra colonial de Marruecos, tras el llamamiento del gobierno a los reservistas catalanes para partir a África.
  • El injusto sistema de reclutamiento (quintas).
  • El anticlericalismo.
  • El continuo malestar del proletariado barcelonés.

En julio de 1909 se produce en Marruecos el “Desastre del Barranco del Lobo”.

Consecuencias de la Semana Trágica

  • La caída del gobierno conservador de Maura y la vuelta al gobierno del Partido Liberal, debido a la fuerte represión posterior (ejecución del pedagogo anarquista Francisco Ferrer i Guardia), que levantó una oleada de indignación en toda Europa.
  • Las fuerzas de izquierda acusaron a la Lliga Regionalista y a la burguesía de haber apoyado la represión, surgiendo a partir de entonces un nacionalismo republicano y de izquierdas.

El Protectorado Español en Marruecos y el Desastre de Annual de 1921

La conferencia de Algeciras (1906) y el posterior Tratado Hispanofrancés (1912) establecieron un protectorado franco-español en Marruecos. A España se le concedió una franja en el Norte, el Rif, y un enclave en la costa atlántica (Ifni y Río de Oro). España tenía intereses económicos y la voluntad política de restaurar el prestigio del ejército tras el desastre del 98. El protectorado español ocupaba un territorio muy montañoso, con vías de comunicación escasas, minas de hierro en las montañas del Rif y una población muy belicosa (cabilas).

Los primeros episodios de la guerra de Marruecos se produjeron en 1909 cerca de Melilla, debido a los ataques de grupos armados de rifeños contra el ferrocarril que empresas españolas construían para explotar minas. El general Marina pidió refuerzos y Maura pretendió enviar a los reservistas –sucesos de la Semana Trágica de Barcelona-. El desastre del Barranco del Lobo el 27 de julio de 1909 ocasionó muchas víctimas y conmocionó a la opinión pública. Se puso en evidencia una guerra impopular, de extrema dureza y crueldad, en la que el Ejército se mostraba incapaz de dominar a los rifeños. Tras unos años de enfrentamientos, se consiguió una pacificación parcial del territorio al atraer a algunos jefes locales. Pero en julio de 1921, el caudillo rifeño Abd-el-Krim desencadenó la insurrección general del territorio que acabó en la estrepitosa derrota de Annual. El desastre de Annual provocó una oleada de indignación. Se culpó a los militares africanistas, a la clase política gobernante y a la misma Corona.

El desembarco en la bahía de Alhucemas (España y Francia) en 1925 posibilitó la conquista sistemática del territorio. Finaliza la guerra el 10 de julio de 1927. Abd-el-Krim se entregó a las autoridades francesas.

Sufragio Censitario, Sufragio Universal y Consecución del Voto Femenino

Sufragio es el derecho político y constitucional de poder elegir, mediante el voto, una opción entre varias. En España, este derecho fue ampliándose a mayor número de personas: desde un sufragio censitario (más o menos restringido), pasando por el universal masculino, hasta el sufragio universal o derecho a voto de toda la población adulta, independientemente de su sexo, creencias o condición social.

La Constitución de 1812 reconocía un complicado tipo de sufragio indirecto. Las de 1837, 1845 y 1856 (non nata) establecían el tipo censitario más o menos restringido según gobernasen moderados o progresistas, reservado a una minoría diferenciada en términos educativos y económicos.

El sufragio universal masculino aparece tras la Revolución Gloriosa de 1868 que acabó con Isabel II: la Constitución de 1869 lo establecía.

Durante la Restauración Borbónica o sistema canovista, la Constitución de 1876, moderada, no menciona el tipo de sufragio: fue la Ley Electoral de 1878 la que de nuevo introducía el sufragio censitario masculino, en una España marcada por el caciquismo. Pero, en la misma época, la Ley Electoral de 1890, bajo el gobierno del liberal Sagasta, restablecía el sufragio universal masculino.

El voto femenino, y con ello el sufragio universal, lo estableció la Constitución Republicana de 1931, hecho polémico incluso entre las sufragistas como Victoria Kent, quien se opuso porque la influencia religiosa en la mujer beneficiaba el voto a la derecha. Finalmente, se permitió el voto femenino, cuya principal defensora fue Clara Campoamor.

Tras casi cuarenta años de dictadura (hasta 1975), la democracia (Constitución de 1978) estableció el sistema en el que hombres y mujeres de toda condición, pueden elegir a sus representantes.

Constitución del 78 y Estado de las Autonomías

Al morir Franco (20-XI-1975) y ser coronado Juan Carlos I, se inició la Transición a la Democracia. En 1976, el rey nombró presidente a Adolfo Suárez, quien impulsó la Ley para la Reforma Política con la que se pretendía construir la democracia. Se convocan elecciones a Cortes Constituyentes (15-VI-1977) por sufragio universal. Ganó las elecciones la UCD de Suárez y una comisión elaboró el borrador de Constitución, las Cortes la discutieron, aprobaron y, finalmente, fue ratificada en referéndum el 6 de diciembre de 1978.

Características de la Constitución de 1978

  • Define el Estado como “social y democrático de derecho” y fija un sistema monárquico parlamentario en el que los poderes de la Corona son formales.
  • Posee una amplia declaración de derechos y deberes.
  • Fija la mayoría de edad a los 18 años.
  • Declara la libertad religiosa.
  • Prohíbe la pena de muerte.
  • Garantiza la propiedad privada y defiende un marco de “economía social de mercado”.
  • Configura un Estado con una nítida división de poderes y una configuración estatal formada por “nacionalidades y regiones” mediante la libre constitución de Comunidades Autónomas.

La Constitución exponía en su Artículo 2 (por las demandas autonómicas catalana, vasca y gallega, y que el gobierno generalizó para todas las regiones) el derecho de las regiones y nacionalidades a convertirse en comunidades autónomas, aclarando que se permitía el autogobierno, no la autodeterminación. De octubre de 1979 a febrero de 1983, se aprobaron 17 estatutos de autonomía y los de las ciudades autónomas Ceuta y Melilla. Nacía una nueva configuración territorial descentralizada o “Estado de las Autonomías”: cada Comunidad con estatuto de autonomía posee su gobierno y asamblea, con competencias. Se accedía a la autonomía por la Vía Rápida (artículo 151) para nacionalidades históricas (Cataluña, Galicia, País Vasco) o por la Vía Lenta (artículo 143) para regiones "no históricas". Para dar luz verde al Estatuto, su proyecto debía ser aprobado por el Congreso de Diputados. El Estatuto de Autonomía será la norma jurídica básica de una comunidad o ciudad autónoma.

La Integración de España en la Comunidad Económica Europea

La CEE nació con el Tratado de Roma de 1958, firmado por Francia, Luxemburgo, Alemania Federal, Italia, Bélgica y Países Bajos, con un fin económico: libre circulación de mercancías y capitales. Para la democracia española, la entrada en la CEE era muy necesaria. Tras intentarlo Franco (su régimen fue un freno) y Suárez (Francia veía en la agricultura española una competencia), el Gobierno socialista de González firmó el acuerdo (1985) para entrar en la CEE; por el Tratado de Adhesión, España fue miembro desde el 1 enero de 1986.

Consecuencias de la Integración

  • Supuso mejoras indudables, pese al IVA y al desequilibrio comercial: inversiones extranjeras y ayudas en agricultura, pesca, siderurgia a zonas atrasadas.
  • La entrada coincidió con cambios en política agraria: sobraban agricultores, tierras de cultivo y alimentos; se subvencionó a zonas por dejar de cultivar, se sacrificaron vacas, ...
  • Con el Acta Única Europea se inició la integración económica, monetaria, social y política, que culminó con el Tratado de Maastricht en diciembre de 1991.

Tratado de Maastricht

  • Crear la ciudadanía europea con la libre circulación de personas, mercancías...
  • Coordinar políticas de justicia para temas de asilo, emigración, terrorismo...
  • Llevar a cabo una política exterior y de seguridad común.
  • La unión económica y monetaria (la CEE pasó a llamarse UE): para ello, España debió cumplir criterios económicos antes de 2002 (reducir la inflación); los cumplió, entrando en vigor la moneda única en la UE, el euro, que sustituyó a la peseta.

“Por el Cambio”: Felipe González y el PSOE en 1982

El fracaso del golpe militar del 23-F fortaleció la democracia, pero los problemas del Gobierno de Calvo Sotelo (UCD) le obligaron a convocar elecciones para octubre de 1982 en las que el PSOE cosechó un resonante triunfo y alcanzaba el poder con mayoría absoluta. El éxito del PSOE se debió a tener un líder carismático, Felipe González, y a su lema “Por el cambio” con un programa para crear 800 000 puestos de trabajo, luchar contra el terrorismo y una política social con pensiones a jubilados y subsidios para parados.

Logros del Gobierno del PSOE (1982-1996)

  • Consolidación de la democracia.
  • Política de Ajuste para salir de la crisis económica (reconversión industrial, reforma fiscal, empleo temporal, congelación salarial,...).
  • Ingreso en la CEE (1-01-1986) y referendo de permanencia en la OTAN.
  • Estado del bienestar aumentando el gasto público en subsidio de desempleo, pensiones, sanidad, educación y obras públicas.
  • Finalización de la configuración del Estado autonómico con la aprobación de los últimos estatutos (Extremadura, Baleares, Madrid y Castilla León).
  • Política antiterrorista (reinserción de etarras, conversaciones en Argel con ETA y los Pactos de Ajuria Enea de todos los partidos menos HB).

Caída del Gobierno Socialista

  • Crisis económica (pérdida de empleos).
  • Corrupción (casos Guerra, FILESA, Rubio, Conde, Roldán, GAL y CESID).
  • Reorganización de la oposición.

En las elecciones de 1996, triunfó el PP de José María Aznar (dos legislaturas).

Bloque 9: La Transición Española (1975-1982)

En 1975 comenzaba el reinado de Juan Carlos I. Significaba la restauración de los Borbones y el comenzó de una serie de transformaciones de las instituciones de la Dictadura que culminaron con el establecimiento de un sistema democrático. Los franquistas no creían que esas fueran las intenciones del nuevo monarca, y la oposición veía en él al continuador de Franco, a un hombre que había sido educado para sucederle en la Dictadura. Sin embargo, en un periodo de tiempo relativamente corto, el pueblo español fue capaz de realizar el cambio desde el franquismo a un régimen constitucional democrático. El proceso de la Transición política ha sido considerado modélico por la manera pactada y no violenta en que, en términos generales, se llevó a efecto.

La coyuntura internacional no era favorable al proceso. La crisis del petróleo de 1973 produjo altísimas tasas de inflación y paro y había cierto escepticismo sobre las posibilidades de un cambio democrático.

División dentro del Franquismo

  • Inmovilistas (“Búnker”): Dominaban las Cortes y las instituciones del régimen, así como los medios de comunicación del Movimiento.
  • Aperturistas: Políticos jóvenes que no habían vivido la guerra y que en su mayoría habían entrado en el Movimiento porque solo en él se podía hacer carrera política.

La Oposición

  • Derecha y fuerzas nacionalistas: Grupos de derecha liberal y fuerzas nacionalistas catalanas (Convergencia Democrática de Catalunya-Jordi Pujol) y vascas (PNV, rechaza la violencia etarra, pero no condena los atentados).
  • Izquierda: Partido Socialista Popular de Tierno Galván; el PSOE, que pone al frente a dirigentes jóvenes (Felipe González); el PCE, bien organizado y dirigido por Santiago Carrillo con una enorme capacidad de movilización; el sindicato de CC.OO., la UGT y la CNT.

Intentos de Unir a la Oposición

  • Julio de 1974: el PCE funda la Junta Democrática.
  • Julio de 1975: promovida por el PSOE, la Plataforma de Convergencia Democrática.

La Figura de Juan Carlos I

El 22 de noviembre de 1975, Juan Carlos I juró ante las Cortes como nuevo rey. Su discurso decepcionó a quienes ansiaban un mensaje aperturista y le pareció tibio a los inmovilistas. La idea del nuevo rey y sus asesores más cercanos era realizar el cambio desde dentro de la propia legalidad franquista. Frente a la ruptura que pedía la oposición, se trataba de hacer una reforma controlada.

El rey optó por mantener como presidente del gobierno a Arias Navarro, pero impuso a ministros franquistas moderados como Fraga o Areilza y a políticos jóvenes como Martín Villa y Suárez, que se manifestaron a favor de la apertura. El gobierno se caracterizó por las contradicciones entre Arias y sus ministros.

En los inicios de 1976, la situación se complicaba: una oleada de huelgas, el terrorismo etarra y los sucesos de Montejurra dificultan el desarrollo del gobierno. A esto se le añade que la oposición se va organizando y la Junta y Plataforma se unen en la conocida como Coordinación Democrática o coloquialmente, la “Platajunta”. El gobierno aprueba en las Cortes franquistas dos leyes sobre los derechos de reunión y de asociación política, pero no consigue reformar el Código Penal, lo que hubiera permitido la legalización de los partidos.

La distancia entre el rey y el presidente del gobierno (Arias) eran cada vez mayor. El 1 de julio de 1976, Arias y el rey acuerdan la dimisión del presidente. El rey decide nombrar a Adolfo Suárez como presidente del Gobierno. Este nombramiento causó sorpresa y desaliento. Suárez formó un gobierno de aperturistas de poco peso político y desde el inicio dieron signos de un cambio de talante.

Las Cortes aprobaron la reforma del Código Penal que permitía la legalización de los partidos. El gobierno habla de soberanía popular, de régimen democrático y de respeto por las libertades. Se aprueba una amnistía que permitió la liberalización de algunos presos políticos, pero excluía a quienes tuvieran delitos de terrorismo.

Ley para la Reforma Política

En septiembre, Suárez se dirigió al país para presentar el proyecto de Ley para la Reforma Política que iba a ser la pieza clave de la Transición legal hacia la democracia. El proyecto significaba el cambio hacia un sistema parlamentario y constituyente nuevo. Necesitaba que fueran las mismas Cortes (franquistas) vigentes las que aprobaran la ley, pero también el respaldo de la oposición. Había sido redactado por Torcuato Fernández Miranda, presidente de las Cortes y pieza decisiva para lograr la aprobación de la ley. En noviembre se aprueba la Ley de Reforma Política. Era un texto breve donde se afirmaba la democracia y el principio de soberanía popular, donde se le entregaba a las Cortes el poder legislativo, se creaba un sistema bicameral por sufragio universal y las Cortes asumían el futuro de la reforma constitucional. Finalmente, se preveía un referéndum para la ratificación de la ley que resultó un éxito para el gobierno, aunque durante el trayecto sucedieron atentados de ETA y el GRAPO que pusieron en cuestión la consulta.

El 30 de diciembre se decretó la disolución del Tribunal de Orden Público. A comienzos de 1977 transcurren los meses más difíciles de la Transición. El restablecimiento de las garantías democráticas se vio empañado de una enorme tensión por las acciones terroristas de extrema derecha, ETA y el GRAPO. El momento más álgido fue la semana del 23 al 29 de enero con la muerte de un estudiante (a manos de los “guerrilleros de Cristo Rey”), el secuestro del presidente del Consejo Supremo de Justicia (por el GRAPO) y, sobre todo, por el asesinato a manos de pistoleros de ultraderecha de cinco abogados laboralistas del PCE en un despacho de la calle Atocha. Para entonces, el presidente había comenzado sus negociaciones con la oposición. Tanto franquistas intransigentes como la cúpula militar habían convertido su negativa a aceptar al PCE en un símbolo de resistencia al cambio, pero era claro que era necesario legalizar a los comunistas antes de las elecciones si se quería que estas fueran aceptadas como legítimas por la opinión pública española e internacional.

El 1 de abril, el gobierno decretó la disolución del Movimiento. Y el día 9 se hizo pública la legalización del Partido Comunista. Días después se legalizaban los sindicatos y se aceleraba el regreso de los exiliados.

Preparación para las Elecciones

  • Derecha: Alianza Popular (AP, liderada por Fraga) y la Unión de Centro Democrático (UCD, Adolfo Suárez), un partido de liberales democristianos y socialdemócratas ex falangistas.
  • Izquierda: PSOE y el PCE.

El 15 de junio se celebraron las elecciones y la UCD se hará con una mayoría suficiente para poder formar gobierno en solitario. La prioridad será la grave situación económica que llevará a los Pactos de la Moncloa (15 de octubre) donde se establecieron medidas económicas que comprometieron a todas las fuerzas, incluidas la patronal y sindicatos. Estos pactos incluyeron medidas sociales y políticas como la reforma fiscal y un programa de inversiones públicas.

El 29 de septiembre de 1977, el gobierno reestablecía la Generalitat (Josep Tarradellas). El proceso de elaboración de la Constitución fue largo y con muchas tensiones, pero finalmente se probó por ambas Cámaras. Solo el PNV se desligó del texto. El 6 de diciembre de 1978 los españoles respaldaron masivamente la Constitución que continua vigente y que defiende un Estado social y democrático de derecho. Fija un sistema de monarquía parlamentaria en el que los poderes de la Corona son meramente formales. Presenta una extensa declaración de derechos y deberes. Fija la mayoría de edad a los 18 años; declara la libertad religiosa; prohíbe la pena de muerte; garantiza la propiedad privada; configura un Estado con nítida división de poderes y formado por “nacionalidades y regiones” mediante la libre configuración de Comunidades Autónomas a través de estatutos de autonomía que deberían ser aprobados por las Cortes.

Una vez aprobada la Constitución, se convocan nuevas elecciones para el 1 de marzo de 1979. La UCD volvió a ganar, pero las primeras elecciones municipales democráticas (abril de 1979) dieron a la izquierda la mayoría de los grandes ayuntamientos gracias al pacto PSOE-PCE. Desde 1979 el consenso se vio sustituido por le enfrentamiento. El PSOE asumió una actitud de oposición dura y el PCE adoptó una postura más distante ante el gobierno, pero el principal problema de Suárez fue la crisis de su propio partido. El 29 de enero de 1981, el presidente presenta su dimisión. El rey designó a Calvo Sotelo como candidato a la presidencia del gobierno.

Golpe de Estado del 23-F

Al no tener suficiente mayoría, se hizo una segunda votación de investidura el 23 de febrero de 1981, cuando Tejero, Milans del Bosch y Alfonso Armada asaltaron el Congreso. El éxito de este golpe se basaba en la ocupación de Madrid por la División Acorazada Brunete (DAC), la más importante del Ejército y el apoyo del rey, que pasó toda la tarde del 23F contactando con todas las regiones militares dando órdenes estrictas de permanecer bajo las exclusivas instrucciones del Estado Mayor. De madrugada, el rey se dirigió al país explicando las órdenes que había transmitido y dejando clara la posición de la Corona a favor del orden constitucional.

Calvo Sotelo consiguió la investidura y año y medio en el gobierno. Tuvo que afrontar presiones ante la Ley del Divorcio (1981) y el escándalo del aceite de colza adulterado. Durante ese tiempo, el PSOE consolidó un programa alternativo de gobierno y adoptó una actitud más moderada que sirvió para mejorar su imagen electoral; el PCE vivió una importante crisis interna. Una de las últimas medidas del gobierno ucedista fue la integración de España en la OTAN (mayo de 1982) y a la que se negó el negaba el PSOE. Después del verano de 1982, Calvo Sotelo decidió adelantar las elecciones generales (28 de octubre) que supusieron una aplastante victoria del partido socialista. Con esta victoria del PSOE en 1982 puede darse por concluida la Transición. El acceso de un partido de izquierda al gobierno significaba la normalización definitiva del sistema democrático.

Discurso de Manuel Azaña en la Universidad de Valencia (18 de Julio de 1937)

Nos encontramos ante un texto histórico de contenido político, fuente primaria y pública. El texto constituye una exposición argumentada sobre la repercusión internacional del conflicto nacional. La fecha y lugar en la que está datada, 18 de julio de 1937 en la Universidad de Valencia, tiene especial significación dado que se cumple un año del alzamiento nacional del general Franco y Azaña estaba ocupando el cargo de presidente de la República. En Valencia se había refugiado el gobierno legítimo de la República tras el asedio a Madrid. El autor, Manuel Azaña, pronuncia este discurso al año de comenzar la rebelión (18-7-1936) y su inmediata consecuencia, la Guerra Civil. La idea principal de este fragmento es exponer que la guerra continúa por el apoyo de potencias extranjeras a los rebeldes. Manuel Azaña fue ministro de Guerra en el Gobierno Provisional, Presidente del Gobierno de 1931 a 1933 y Presidente de la República desde 1936 al final de la Guerra Civil. Murió en el exilio en Francia en 1940.

Desde que en febrero de 1936 el Frente Popular ganó las elecciones, se fue desarrollando una espiral de violencia y un clima de golpe militar contra la República. Así, el 17 de julio, tropas rebeldes ocupan Ceuta y Melilla. Fue una rebelión protagonizada por un partido – la CEDA- y varios grupos oligárquicos (Iglesia, carlismo, monárquicos, la alta burguesía española y catalana) más el Ejército, disconformes con la política republicana y con la República y por ello, resuelven derrocarla y cambiar la política. Azaña y Casares Quiroga (presidente del gobierno) piden calma y no entregar armas a la izquierda. Franco viaja de Canarias a Marruecos para dirigir el ejército rebelde (Legión y Regulares). En la península, Mola ocupa Pamplona y Queipo de Llano, Sevilla. Dimite Casares Quiroga, y el nuevo presidente, Giral, entrega armas. El fracaso del golpe en Madrid y Barcelona, como lugares más importantes, dividió España en dos partes antagónicas y el golpe derivó en Guerra Civil.

Fases de la Guerra Civil hasta la Fecha del Discurso

  • La Guerra de Columnas: Al pasar el estrecho las tropas de Franco con ayuda alemana e italiana. Desde Sevilla, ocuparon Extremadura para llegar a Madrid.
  • La Batalla de Madrid (noviembre de 1936/marzo de 1937): Con ayuda de la URSS y brigadistas, se detuvo el ataque nacional. El Gobierno se trasladó a Valencia.
  • La Toma “Nacional” del Norte (desde marzo de 1937): Con el famoso bombardeo de Guernica por la Legión Cóndor. Los republicanos atacaron y fracasaron en Brunete (Madrid), Belchite (Zaragoza) y Teruel.

Argumentos de Azaña en el Texto

  • Expone que había un régimen político legítimo: unas Cortes y un Gobierno democrático salido de las elecciones de febrero de 1936, Frente Popular. En este régimen, fue elegido Azaña como Presidente de la República.
  • Pero, pese a la legitimidad del régimen, en julio de 1936, se produce un golpe contra la República para derrocarla por la fuerza valiéndose de “gran parte del Ejército”. Azaña justifica que se tenga derecho a no estar de acuerdo con la política republicana o con la propia República como régimen político, pero ese derecho se transforma en un delito cuando se usa la fuerza y la violencia contra la población y los dirigentes políticos con el fin de acabar con el sistema.
  • Además, añade a que la rebelión era un problema interno, un hecho que altera el orden y la paz de España, pero que se hubiera solucionado rápidamente cuando el levantamiento fracasó en puntos clave como Madrid, sede del Gobierno, Barcelona, Valencia y Bilbao, por lo que los rebeldes tendrían que haberse rendido si solo hubieran contado con sus propias fuerzas: “la rebelión se habría agotado”.
  • En el último párrafo expone el motivo por el que la rebelión terminó en una Guerra Civil que en esos momentos aún estaba desarrollándose (julio de 1937). Los sublevados reciben la ayuda de potencias extranjeras, principalmente de la Italia de Mussolini y, también, de la Alemania de Hitler. Ayudan dándoles recursos a Mola, Franco, Queipo de Llano, etc.

Repercusión Internacional de la Guerra Civil Española

El texto expone como la intervención extranjera, en este caso del fascismo italiano y del nazismo alemán, se convierten en determinantes en el desarrollo de la guerra y ha decantado el conflicto a favor del bando “nacional” no sólo por los efectivos militares y apoyo logístico que aportan los fascismos sino también por la ausencia de apoyo a favor del gobierno legítimo de la República.

La Guerra Civil Española fue uno de los conflictos del siglo XX que más repercusión internacional provocó. En el conflicto español se entrecruzaron a la vez los intereses estratégicos de las potencias y el compromiso ideológico de las grandes corrientes políticas del momento (totalitarismos: fascismo italiano, nazismo alemán y comunismo soviético).

El apoyo externo a los bandos en lucha dotó a la guerra de una dimensión militar mayor de la que hubiera tenido de quedar reducida a un enfrentamiento con los recursos bélicos disponibles en el país, además de ser decisivo para su desarrollo. Los frentes internacionales quedaron del siguiente modo:

  • Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos mantuvieron una posición ambigua que favorecía a los sublevados.
  • Gran Bretaña intenta evitar el enfrentamiento con Alemania, presiona a su aliada Francia para crear el “COMITÉ DE NO INTERVENCIÓN” y prohibir la venta de armas a ambos contendientes. La Sociedad de Naciones no sancionó a los países que intervinieron. El gobierno del Frente Popular Francés sometido a las presiones de Gran Bretaña y a la presión de los partidos de la derecha francesa, acabó cerrando las fronteras e incluso no entregó las armas y las municiones que había comprado la República antes de estallar el conflicto.
  • Esta aparente “neutralidad”, sin embargo, permitió que camiones norteamericanos atravesasen el territorio francés con destino a los sublevados, que petroleros de la compañía Texaco norteamericana suministrasen combustible libremente a los sublevados y que los barcos de guerra sublevados encontrasen refugio en Gibraltar.
  • El mayor ejemplo de esta actitud fue la política de apaciguamiento ante las potencias fascistas con la firma del Pacto de Múnich en septiembre de 1938. Con él, las esperanzas de la República desaparecieron.
  • Las potencias fascistas decidieron desde un primer momento ofrecer ayuda a los rebeldes dirigidos por Franco. Mussolini y Hitler no solo podían conseguir beneficios estratégicos, sino que ayudaban a un aliado ideológico en su lucha contra los sistemas democráticos y las ideologías obreras. La Alemania nazi y la Italia fascista enviaron aviones de carga y de pasajeros que permitieron transportar hasta Sevilla las primeras unidades militares. Italia envió, afirmando que eran voluntarios (el Corpo di Truppe Voluntarie), a unidades regulares muy bien pertrechadas, aviación de combate y multitud de material bélico. Alemania aportó a los sublevados menor número de soldados, pero de mayor cualificación, sobre todo aviadores, la Legión Cóndor, instructores militares y tanques. Combatieron en España unos 30000 alemanes, en periodos rotativos para entrenarse en el uso de nuevas armas y técnicas de combate.
  • Portugal se convirtió en un almacén de los sublevados y participaron en el ejército del general Franco.
  • La única potencia que se declaró partidaria de la República fue la URSS; la lejanía y su atraso industrial hizo que el apoyo al ejército leal a la República fuese muy débil al inicio del conflicto. A finales de 1936 llegaron los primeros aviones y el material bélico que fue determinante para la defensa de Madrid. Perdida la posibilidad de comprar armas en Europa, en sus posibles aliados naturales, la República se vio obligada a comprarlas en el único país dispuesto a venderlas: la URSS.
  • El resto de los países fueron tomando posición progresivamente. México y Turquía se declararon prorepublicanos y enviaron alimentos y ayuda sanitaria. México no reconoció nunca al gobierno de Franco.

La Guerra Civil Española polarizó a la opinión pública mundial. La expansión de la radio, del cine y del periodismo hizo que el conflicto se conociese en todo el mundo. Las razones del triunfo “nacional” se debieron a: tener un mando único, mientras que el bando republicano se dividió por luchas internas; la política de apaciguamiento con respecto al fascismo alemán practicada por las democracias europeas; la política de “no intervención” que negó al gobierno legítimo la adquisición de armas; la intervención alemana e italiana, como apunta de forma clara el texto de Azaña.

Editorial de "Cuadernos para el Diálogo" (1974)

Nos encontramos ante un texto de naturaleza histórica, de carácter político y documento público. Podemos clasificar este texto como una fuente primaria y contemporánea. El autor es la editorial de la revista “Cuadernos para el Diálogo”, que representó una ideología democristiana o demócrata liberal durante los años sesenta y setenta, promoviendo un cambio hacia la democratización de España.

Cuadernos para el diálogo fue una revista cultural, aunque con claro propósito de transmitir un ideario político, el democristiano, que difundió su primer presidente y promotor Joaquín Ruiz-Giménez. El primer número se publicó en octubre de 1963 y dejó de salir en 1978. En 1976 dejó de ser mensual y durante sus últimos meses fue un semanario, que no logró sobrevivir a la Transición.

Idea Principal del Texto

La idea principal del texto se refiere a la necesaria democratización del país, ya que determinadas decisiones del régimen franquista ya no son admisibles en unos tiempos que reclaman diálogo y entendimiento. En 1973 fueron condenados a muerte los terroristas anarquistas Puig Antich y Heinz Chez, por haber asesinado a sendos guardias civiles, y en marzo de 1974 fueron ejecutados a garrote vil. Por las mismas fechas, el Obispo de Bilbao, monseñor Añoveros, pronunció una homilía defendiendo la singularidad del pueblo vasco y la necesidad de reconocer sus derechos y libertades, y el régimen franquista amenazó con enviarle al exilio, aunque después dio marcha atrás.


El editorial de la revista “Cuadernos para el Diálogo” recrimina la pena de muerte y las amenazas a monseñor Añoveros. Considera que la pena de muerte es una práctica incompatible con los tiempos modernos y con la idea de progreso hacia la democracia, y la condena de la libertad de expresión del Obispo, amenazando con su destitución y exilio, no es admisible. El editorial de la revista aboga por el diálogo y el entendimiento, la comprensión, para resolver los conflictos sociales y políticos que se puedan plantear en una sociedad de cambio.

Da por sentado que ese cambio, hacia una sociedad más progresistas ya se había iniciado, pero que actos como los acaecidos rompían el clima de distensión que España necesitaba. La revista apuesta claramente por un proceso que permita pasar de la Dictadura de Franco hacia un régimen democrático liberal, liderado por la democracia cristiana de hombres como Ruíz-Giménez. Muchos intelectuales y políticos, desde principios de los años 60, publican sus opiniones de aperturismo político en esta revista, aglutinando a muchos que apuestan por una democracia liberal y por el fin de la Dictadura. Rechazan la violencia revolucionaria y el terrorismo, pero también acciones del régimen claramente represivas y, sobre todo, la pena de muerte como forma de combatir a la oposición, aunque esta sea violenta.
El contexto histórico en el que se producen los hechos referidos es complejo y corresponde al último período del régimen franquista, cuando los movimientos antifranquistas ya habían cristalizado y el propio general había iniciado su declive físico y mental.

El franquismo inicia su andadura durante la Guerra Civil y se materializa con la dictadura franquista (1939-1975). Mediante un régimen autoritario logró controlar el poder durante casi cuarenta años, lo que no significa que no tuviese una fuerte oposición exterior (países democráticos vencedores de la II Guerra Mundial, y los exiliados republicanos españoles), e interior (desde el maquis a las organizaciones clandestinas internas). El desarrollo económico de los años 60 parecía que podría acallar la oposición, debido a la mejora en el nivel
de vida, pero sucedió todo lo contrario. Partidos políticos como el PCE y el PSOE, sindicatos como CCOO, aprovecharon la urbanización de la sociedad española para extender sus “redes” internas y organizar movimientos huelguísticos, manifestaciones y movimientos asociativos. El llamado contubernio de Múnich1 de 1962, reunió en esa ciudad a políticos del PSOE y liberales demócratas (democratacristianos) que reivindican un proceso democrático. Aparecen también en los 60 movimientos terroristas como ETA2 y GRAPO3.


Surgió una oposición popular liderada por la Iglesia contestataria (los “curas rojos” y el sindicalismo católico), surgida del Concilio Vaticano II y que criticará al franquismo y la falta de libertad. La nueva sociedad urbana empieza a organizarse en asociaciones de vecinos, muchas veces ligadas a las parroquias católicas, otras veces simplemente a organizaciones que reivindicaban mejoras de infraestructuras en los nuevos barrios obreros. Los estudiantes, movilizados ya en 1956, en los 60 participan en manifestaciones y huelgas por la libertad y contra
el sindicato estudiantil del régimen (SEU4).
Esta oposición, organizada en torno a asociaciones ciudadanas, eclesiásticas, estudiantiles, o bien la emanada de organizaciones políticas, coinciden en los últimos años del franquismo en oponerse a la continuidad del régimen o de sus formas después de la muerte de Franco. ETA asesina a Carrero Blanco5 (sucesor natural de Franco) en diciembre de 1973, provocando un aumento de la represión: prisión y posterior condena a muerte de varios etarras.

El PSOE se reorganiza y los jóvenes toman el poder (González y Guerra), los democratacristianos de Ruíz- Giménez (Revista Cuadernos para el Diálogo), los socialistas moderados de Tierno Galván, los comunistas del PCE, se movilizan para tomar posiciones. En 1974 se crea la Junta Democrática en París (PCE de Santiago Carrillo, con el partido de Tierno Galván, Comisiones Obreras, republicanos de García Trevijano...), y se crea por otro lado la Plataforma para la Convergencia Democrática (PSOE, PNV, regionalistas, Izquierda Democrática de
Ruiz-Giménez y Unión Social Demócrata de Dionisio Ridruejo). Las dos asociaciones reivindicaban la democracia en España.


Dentro del Franquismo habrá un enfrentamiento entre aperturistas liderados por Manuel Fraga y José Solís, que impulsaban cambios desde los años 60, como la Ley de Prensa, cambios económicos y menos represión, y los inmovilistas (Bunker). Los miembros de falange, Opus y tecnócratas defendían el “que nada cambie”. Desde el escándalo Matesa (corrupción en la que estaban inmersos figuras del régimen y que se acusó a los aperturistasde filtrarlo a la prensa), el enfrentamiento será definitivo, y Franco optó por nombrar un gobierno monocolor
compuesto por franquistas puros afines a Carrero Blanco, y excluir del gobierno a los principales representantes de las dos posturas enfrentadas. En julio de 1969 las Cortes designan a Don Juan Carlos sucesor de Franco. Franco delegó sus funciones de presidente del gobierno en Carrero Blanco, y en junio de 1973 oficialmente separa los cargos de Jefe del Estado y Presidente del gobierno, diciendo que “Todo está atado y bien atado”). Muchos intelectuales, liberales que hoy llamaríamos de centro derecha, y algunos socialistas (Pedro Altares), lideraron una oposición pacífica al franquismo desde el primer número de la revista “Cuadernos para el Diálogo” en 1963. Reivindicaron la libertad de expresión y los derechos políticos democráticos, y convirtiéndose en un medio de difusión de las ideas democráticas hasta su desaparición en 1978.

El Consejo de Guerra de Burgos contra ETA en 1970, la crisis económica de 1973 que desencadenara huelgas y manifestaciones, el asesinato de Carrero en 1973, las protestas estudiantiles, los fusilamientos de Puig Antich y Heinz Chez en 1974 y de etarras en 1975, forman parte de una escalada de oposición violenta contrarrestada por la represión policial del régimen, que desde 1973, liderado por Arias Navarro y los inmovilistas, intentaba evitar cualquier aperturismo y garantizar la continuidad del régimen. Franco muere el 20 de noviembre de 1975,
y las Plataformas formadas en la clandestinidad, y la labor de miembros procedentes del régimen (Fraga, Fernández Ordoñez, Pio Cabanillas, Landelino Lavilla, Suarez y el propio Rey), lo cambiaron todo en dos años.

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