Evolución de la Poesía Española del Siglo XX: Modernismo a la Posguerra
Enviado por Chuletator online y clasificado en Español
Escrito el en español con un tamaño de 5,42 KB
Poesía Española del Siglo XX: Modernismo a la Posguerra
Modernismo, Noventayochismo, Novecentismo y Vanguardias
Primera Etapa:
Modernismo:
El Modernismo, movimiento artístico de finales del siglo XIX y principios del XX, buscó nuevas formas y la belleza ornamental. En España, se manifestó en los primeros poemarios de Juan Ramón Jiménez y en Soledades, galerías y otros poemas de Antonio Machado.
Noventayochismo:
El Noventayochismo, movimiento exclusivamente español, representado por la Generación del 98, respondió a la crisis tras la pérdida de las últimas colonias. Autores como Machado, Unamuno y Valle-Inclán denunciaron el atraso y la miseria de España. Campos de Castilla de Machado es el libro poético emblemático.
Segunda Etapa:
Generación del 14 y Vanguardias:
La Generación del 14, con clara vocación europeísta, se vio influenciada por las vanguardias europeas.
- Ultraísmo: Con Gerardo Diego, representó una ruptura con el Modernismo, enfocándose en el mundo contemporáneo y urbano.
- Creacionismo: De Vicente Huidobro, influyó en autores como Gerardo Diego. Defendía la creación de una realidad nueva en el arte.
El ensayo de Ortega y Gasset, La deshumanización del arte, contribuyó al debate sobre el arte vanguardista.
Juan Ramón Jiménez, Premio Nobel, clasificó su obra en tres etapas: Sensitiva, Intelectual y Suficiente, destacando obras como La soledad sonora y Dios deseado y deseante.
Rehumanización de la Poesía:
Influenciada por el Surrealismo francés y los cambios sociales de la República, la poesía española se rehumaniza. Se adopta una poesía impura, de sentimientos intensos y denuncia social, expresada a través de la escritura automática y la libertad en la creación de imágenes. Se enfatiza lo onírico y lo irracional.
El Grupo Poético del 27
El Grupo Poético del 27, surgido en torno al homenaje a Góngora en 1927, reúne a poetas como Rafael Alberti, Federico García Lorca, Jorge Guillén, Dámaso Alonso y Gerardo Diego. Unidos por una estrecha amistad, convivencia en la Residencia de Estudiantes de Madrid y participación en proyectos culturales republicanos. Destacan también las "Sinsombrero", como Concha Méndez y Carmen Conde.
El grupo del 27 busca el equilibrio entre poesía intelectual y sentimental, lo culto y lo popular, lo universal y lo español, tradición e innovación.
Etapas del Grupo del 27:
Primera etapa (hasta 1927):
Influenciados por Bécquer, Juan Ramón Jiménez y las vanguardias, cultivan estrofas tradicionales con audaces metáforas. Obras como Imagen de Gerardo Diego, Romancero gitano de Lorca, y sonetos de Gerardo Diego en Versos humanos.
Segunda etapa (1927 a la Guerra Civil):
Con la irrupción del Surrealismo, se libera la palabra para expresar sentimientos profundos e inquietudes sociales. Destacan Razón de amor de Pedro Salinas, Cántico de Jorge Guillén, Poeta en Nueva York de Lorca, Sobre los ángeles y El poeta en la calle de Alberti, Los placeres prohibidos y Donde habite el olvido de Cernuda.
Tercera etapa (después de la guerra):
Tras la muerte de Lorca y el exilio, la temática se centra en la patria perdida y en tonos existenciales. Destacan Clamor de Guillén, Alondra de verdad de Gerardo Diego, Hijos de la ira de Dámaso Alonso, Mujer sin edén de Carmen Conde, Sombra del paraíso de Aleixandre, Entre el clavel y la espada de Alberti, Desolación de la Quimera de Cernuda, Jardín cerrado de Emilio Prados, y Presencia a oscuras de Ernestina de Champourcín.
La Poesía Española de la Posguerra (1939-1970)
La poesía española de posguerra refleja la complejidad histórico-política y social. En los 40, dominan dos corrientes:
- Poesía arraigada: Representada por la revista Garcilaso, agrupa a escritores afines al régimen, como Luis Rosales y Leopoldo Panero.
- Poesía desarraigada: De corte existencial y tono trágico, representada por la revista Espadaña, con Gabriel Celaya y Blas de Otero. Cántico y el Postismo ofrecen alternativas.
En los 50, surge la poesía social, con Gabriel Celaya (Cantos íberos), Blas de Otero (Pido la paz y la palabra) y José Hierro (Quinta del 42), denunciando los males sociales. Al final de la década, surge la poesía de la experiencia, con el Grupo de Barcelona (Jaime Gil de Biedma y José Agustín Goytisolo), Ángel González y J. Caballero Bonald, abordando temas íntimos como la infancia, la familia, la amistad, el amor y el erotismo.
La poesía del exilio refleja la añoranza y el rechazo hacia la patria perdida, como en Español del éxodo y del llanto de León Felipe. La producción literaria refleja la fractura entre vencedores y vencidos, con poetas en exilio interior y exterior. En los 50, la poesía existencial da paso a una poesía comprometida con el cambio social, que en los 60 adopta un tono irónico y aborda temas como la amistad y el amor con un lenguaje accesible pero cuidado.