Evolución de la Poesía Española: Del Modernismo a la Vanguardia y el Surrealismo

Enviado por Chuletator online y clasificado en Lengua y literatura

Escrito el en español con un tamaño de 4 KB

El modernismo literario es un movimiento cultural y artístico que fusiona el simbolismo, el decadentismo, el parnasianismo y la influencia romántica. Surgió en Latinoamérica, impulsado por el cubano José Martí y Rubén Darío, con la búsqueda de la belleza absoluta y la perfección formal, rechazando la realidad cotidiana. Se aprecia en los primeros poemarios de la etapa sensitiva de Juan Ramón Jiménez, como Arias tristes y La soledad sonora, y en Soledades, galerías y otros poemas de Antonio Machado, que aborda temas como el paso del tiempo y la muerte. Otros autores destacados son Salvador Rueda, con sus imágenes coloristas y sugerentes, y Manuel Machado, que combina el andalucismo con el cosmopolitismo, lo ligero con lo profundo.

Otro movimiento importante es el grupo del 98, de carácter socio-político, formado por autores que reaccionan ante la crisis económica, social, política e ideológica de 1898, motivados por su preocupación por España. En Campos de Castilla de Antonio Machado y en los versos de Unamuno, se denuncia el atraso y la miseria, reivindicando la necesidad de regeneración nacional. La estética de este grupo modera los excesos modernistas y depura las formas.

El Novecentismo y las Vanguardias

Alrededor de 1914, surge en España una nueva generación de intelectuales formados en universidades y con una clara vocación europeísta. Influenciados por las nuevas vanguardias europeas, reaccionan contra el sentimentalismo en el arte y proponen un nuevo concepto de poesía intelectual, pura y exenta de retoricismo. Se les conoce como novecentistas. La figura principal de este periodo es Juan Ramón Jiménez, que se convirtió en un modelo tanto para los poetas del momento como para los autores más jóvenes de la generación del 27. Dentro de esta corriente, sobresalen José Moreno Villa, Mauricio Bacarisse y León Felipe.

En este contexto, Ramón Gómez de la Serna introduce las primeras vanguardias con su traducción del manifiesto futurista de Marinetti y con sus greguerías, dando los primeros pasos hacia un vanguardismo paralelo, cuando no compartido, al novecentismo. Alrededor de 1920, aparecen muestras propias con el ultraísmo, cuyo manifiesto se debe a Rafael Cansinos Assens y del que participan, entre otros, Guillermo de Torre, Juan Larrea y Gerardo Diego. Por esta época, Vicente Huidobro, fundador del creacionismo, visita España e influye en los incipientes ultraístas. Además, es importante mencionar el ensayo de Ortega y Gasset, La deshumanización del arte, cuyos postulados sobre la necesidad de una poesía pura, alejada de los sentimentalismos decimonónicos, proporcionaron una base teórica a esta nueva lírica, basada en el experimentalismo, el juego, la escisión entre vida y literatura, las rupturas lógicas, la libertad formal, el dinamismo y la tecnología.

El Surrealismo y la Rehumanización del Arte

Poco a poco, estos ideales se fueron abandonando y, en el nuevo contexto social, con el advenimiento de la República y la influencia del surrealismo francés, la poesía española experimenta un proceso de rehumanización del arte, que reivindica una poesía impura, que sirva para liberar al hombre de sí mismo, como proponía el psicoanálisis de Freud, y de su alienación social, como proponía el marxismo. Así, en los primeros años 30, aparece el surrealismo, la vanguardia más influyente en España, introducida por José Mª Hinojosa y Juan Larrea, caracterizada por el uso de la escritura automática, el versículo, la libertad de creación de imágenes y la reivindicación poética de lo onírico y lo irracional. Muchos de los poetas del grupo del 27, como Alberti con Sobre los ángeles, Lorca con Poeta en Nueva York o Aleixandre con La destrucción o el amor, dejaron importantes poemarios surrealistas en su trayectoria poética.

Entradas relacionadas: