Evolución de la Poesía Española desde 1975: Tendencias y Autores Clave
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Desde 1975 se advierte un cambio en los poetas anteriormente citados. Se frenan los excesos culturalistas y rupturistas, y se inician rutas que conducen a una poesía más personal e intimista.
Coincide este desvío con la aparición de numerosos poetas jóvenes, en los que se atenúan las osadías vanguardistas.
Es difícil establecer las tendencias de la poesía en los últimos años debido a la convivencia literaria de poetas procedentes de distintas generaciones y a la multiplicidad de tendencias que se suceden. Por un lado, continúan su obra muchos poetas ya consagrados de generaciones anteriores y empiezan a publicar en revistas y antologías otros más jóvenes que se abren paso en la línea española contemporánea. Cabe destacar la irrupción con fuerza de las mujeres en la poesía de finales del siglo XX e inicios del XXI. La poesía contemporánea busca la paradoja, la inversión del sentido, la sorpresa, el humor, el compartir secretos.
Algunos nombres destacados de los años más recientes son:
- Luis García Montero, Felipe Benítez Reyes, Carlos Marzal y Jon Juaristi, en los que volvemos a encontrar una poesía de la experiencia ligada, en ocasiones, con una mirada crítica hacia el mundo actual.
- A mediados de los años ochenta, un conjunto de autores que se denominaron ellos mismos “La Diferencia” (Neoclasicismo) reivindicaron la independencia y libertad literarias frente a la poesía de la experiencia, que consideraban dominante, protegida por los poderes públicos. En esta corriente de la Diferencia destaca Fernando de Villena.
- Andrés Trapiello, en poemarios como La vida fácil, defiende una poesía tradicional, de tono sereno y basada en modelos como Unamuno o los Machado. También leonés, Julio Llamazares se encuentra a medio camino entre un simbolismo y serenidad similar a la de Trapiello, y una nueva poesía épica del mundo rural, que recuerda la intrahistoria.
- Blanca Andreu o Fernando Beltrán, herederos del Surrealismo.
- Otra corriente sería la poesía metafísica o del silencio, representada por autores como Andrés Sánchez Robayna y Ada Salas, que defienden una poesía minimalista en la que cobran suma importancia los espacios entre palabras.
- Es notable la proliferación de poemarios sobre el erotismo desde un punto de vista femenino: Ana Rosetti, Almudena Guzmán o Aurora Luque, son ejemplos de ello.
- Por otro lado, recogiendo la herencia del realismo sucio, surge una poesía centrada en explorar emociones que redundan en el hastío y el desengaño. Roger Wolfe destaca en esta línea.
- En los últimos años, se produce en algunos poetas una vuelta al tratamiento de los temas humanos y sociales, con un tono grave pero con leves cesiones a la ironía. Algunos poetas escriben una poética confesional centrada en el yo poético. Destacamos, entre otros muchos nombres, a:
Irene Sánchez Carrón (Premio Adonais 1999, Escenas principales de un actor secundario). Sus poemas son sobre todo la comunicación de una experiencia, íntima y personal, pero con la que el lector puede identificarse.
La poesía visceral y directa de Elvira Sastre, y su cercanía con el lector, lo que le permite a la poetisa participar en festivales y eventos literarios de importancia.
Uno de los últimos poemarios de Ana Pérez Cañamares, Querida hija imperfecta, que nos narra las experiencias y sentimientos que aparecen con la maternidad; la lucha de una mujer para disfrutar del crecimiento de su hija, sin dejar de sentirse mujer; una pelea continua por las imposiciones sociales de qué y cómo se debe actuar desde el nacimiento hasta el momento en el que tu hija se convierte en la mujer que eras cuando nació.
O más recientemente, Dionisio López Fernández, que publica en 2022 Los nombres de la nieve.
- Finalmente, cabe destacar a aquellos que consiguen acercarse a la poesía a través de la música como es el caso de Joaquín Sabina, fundiéndose en un tono irónico, o la pesimista sensibilidad de la poesía urbana del rapero Rafael Lechowski.
En definitiva, postmodernismo y eclecticismo en un grupo extraordinariamente heterogéneo. La continua aparición de autores y textos y, sobre todo, la cercanía en el tiempo, dificultan su sistematización.