Evolución del Pensamiento Poético: Desde Platón hasta la Edad Media

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Platón

Platón, a diferencia de Aristóteles, no dejó ningún ensayo específico sobre la poesía. Además, su obra, escrita en diálogos, no expresa una opinión en nombre propio. Su primer cuestionamiento se centra en la capacidad de la poesía para generar conocimiento, concluyendo que este es insuficiente en comparación con el conocimiento filosófico. Para Platón, la verdad reside en el mundo inaccesible de las ideas perfectas, al cual el filósofo aspira; sin embargo, las materializaciones de estas ideas son imperfectas.

Platón distingue tres mundos:

  • Mundo de las Ideas (filósofos)
  • Mundo Real (artesanos, creadores del mundo observable)
  • Representación Artística (artistas, imitadores imperfectos de la verdad)

En base a esta distinción, clasifica los textos en dos tipos: aquellos que buscan la verdad (filósofos) y aquellos que adornan y manipulan la realidad (retórica). Su teoría, de carácter moralista, equipara belleza con verdad, bondad y utilidad. Por lo tanto, la poesía, en ocasiones carente de utilidad, es cuestionada.

Platón contrasta la idea de la poesía como fruto de la inspiración divina (musas), un proceso inconsciente, con la verdadera sabiduría. Rechaza el papel social de la poesía, proponiendo en La República el destierro de los poetas por considerarlos perturbadores del ánimo, al apelar a las pasiones, lo cual es potencialmente peligroso para los jóvenes. La única excepción serían aquellos poetas dispuestos a ser supervisados por censores y pedagogos.

No obstante, su opinión sobre la poesía no parece ser tan negativa, ya que en sus diálogos incluye versos de poetas admirados, demostrando ser un ávido lector.

Horacio

Ideas del Arte Poético

  • Aut prodesse volunt aut delectare poetae: Horacio atribuye dos funciones a la poesía: deleitar o ser provechosa, ya sea instruyendo o entreteniendo.
  • Ut pictura poesis: La poesía es como la pintura. Esta frase, malinterpretada, sugiere una homología entre pintura y literatura. En realidad, Horacio compara la poesía con ciertas pinturas que se aprecian mejor a distancia. A pesar de la mala interpretación, la idea adquirió relevancia.
  • Relación entre ingenio y trabajo: Horacio dedica gran parte de su epístola a aconsejar al poeta. Considera que una obra con ideas y personajes brillantes, aunque poco pulida, puede ser más atractiva que una obra técnicamente perfecta pero carente de ingenio. Insiste en la importancia del trabajo: "Censurar el poema que no han corregido muchos días, y muchas tachaduras no han pulido diez veces"; "el buen poeta debe ser bueno y trabajar y pulir con calma su poema". Recomienda guardar el manuscrito durante nueve años, mostrarlo a amigos, aceptar consejos y, finalmente, publicarlo, ya que una vez publicado no hay remedio. Los nueve años simbolizan los nueve meses de gestación, pues "editar" en latín se decía parire (parir).
  • Crítica a los malos poetas: Horacio critica a quienes se consideran poetas por su apariencia física, comparándolos con quienes descuidan su higiene personal. El decoro, concepto importante para Horacio, no se refiere al respeto a la sensibilidad del público (como en el siglo XVIII), sino a la adecuación entre forma y contenido, especialmente en el teatro. Un niño no debe hablar como un anciano, ni un plebeyo como un príncipe.

Barroco y Neoclasicismo

Barroco: Se considera una continuación del Renacimiento, con diferencias principalmente estilísticas. El Barroco es un Renacimiento "retorcido". En la práctica, la diferencia radica en la libertad creativa. Los autores barrocos no se ciñen a las reglas, como Lope de Vega, quien en Arte nuevo de hacer comedias afirma que su objetivo es complacer al público, incluso si esto implica romper las normas.

Neoclasicismo: El Siglo de las Luces o Ilustración. El Neoclasicismo recupera los valores clásicos, rechazados durante el Barroco. Se da gran importancia a las normas, en contraposición al Barroco. Poéticas como las de Luzán y Boileau establecen preceptos artísticos. Aunque los principios teóricos son similares a los clásicos, se busca una explicación racional. Dos conceptos clave son el decoro y el buen gusto. El decoro, para Horacio, era la adecuación entre representante y representado; en el Neoclasicismo, es el respeto a la sensibilidad del público y al buen gusto. El buen gusto es un concepto social, lo que la sociedad considera bueno y moralmente aceptable en un momento dado.

Edad Media

En la Edad Media, el cristianismo cobra gran relevancia, generando una lucha entre paganismo y cristianismo. Tiziano critica la poesía pagana, considerándola corruptora. Esta percepción cristiana de la poesía como inspiración demoníaca provoca una escasez de producción poética, limitándose a himnos y oraciones en latín.

A partir del siglo XII, la escritura recupera prestigio sobre la oralidad, resurgiendo el valor de lo escrito y el concepto de autoría. Dos teorías explican el anonimato de las obras medievales: la humildad clerical (los clérigos, únicos que sabían escribir, evitaban firmar sus obras) y la visión teocéntrica (la vida terrenal es un camino hacia Dios, sin mérito para ser firmada).

Se redescubre la Poética de Aristóteles, inicialmente a través de versiones árabes, inexactas debido a la ausencia del teatro en la literatura árabe. Surgen las primeras poéticas medievales en Francia, poco originales, repitiendo ideas de Catón y Horacio. Aparecen tratados de métrica y preceptiva, conjuntos de reglas para la escritura poética. El concepto de autoridad es fundamental: la palabra de autores antiguos se considera válida sin necesidad de argumentación.

En resumen, la Edad Media se divide en dos etapas: la primera, con el desprecio a la poesía (considerada demoníaca) y la restricción a lo religioso; y la segunda, a partir del siglo XII, con el redescubrimiento de Aristóteles, la aparición de manuales de métrica y el regreso de la autoría.

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