Evolución de la Novela Española: Tendencias Literarias de la Posguerra al Franquismo

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La Novela Española de Posguerra y Franquismo: Evolución y Tendencias (1936-1975)

Introducción a la Novela Española de Posguerra

La novela española posterior a la Guerra Civil, o a partir de 1936, experimentó una profunda transformación. Desde el conflicto bélico hasta el fin de la dictadura franquista, las tendencias narrativas estuvieron intrínsecamente ligadas a los cambios políticos y sociales del país. Se observa una evolución que va desde el realismo de la posguerra, pasando por la novela social, hasta llegar a una significativa renovación formal.

Inmediatamente después de la guerra, predominó un realismo que narraba los sucesos recientes desde la perspectiva de los vencedores. A partir de este punto, se sucedieron diversas tendencias, cada una con sus propios rasgos temáticos y formales distintivos.

La Década de los 40: Novela Desarraigada y sus Vertientes

Durante la década de los años 40, emergió la novela desarraigada. Motivada por la penosa situación social y económica del momento, esta corriente literaria se centró en mostrar la cruda realidad cotidiana, incluyendo la violencia y el profundo sinsentido de la existencia humana.

Dentro de esta tendencia, se pueden diferenciar dos vertientes principales:

  • Novela Tremendista: Caracterizada por un relato a menudo autobiográfico, ofrecía una visión profundamente pesimista. Sus personajes estaban marcados por un destino ineludible, y las obras presentaban imágenes degradantes y connotaciones negativas. Un ejemplo paradigmático es La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela.
  • Novela Existencial: Esta corriente exploraba el vacío de la existencia y la falta de expectativas en un contexto de opresión. Se desarrollaba frecuentemente en espacios cerrados y asfixiantes, reflejando la angustia vital. Destaca notablemente Nada de Carmen Laforet.

Los Años 50: El Auge de la Novela Social

La década de los años 50 marcó un giro hacia la narración del presente y la realidad social. La novela social se caracterizó por el uso del personaje colectivo y una marcada tendencia al objetivismo, lo que llevó a una disminución de la importancia del narrador en favor del diálogo. Esta corriente abordó temas cotidianos como la soledad y la incomunicación, ofreciendo una visión crítica de la sociedad, el pensamiento y la cultura de la época.

Dentro de la novela social, se distinguen varias manifestaciones:

  • Novela Precursora: Un ejemplo clave es La colmena de Camilo José Cela. Esta obra denuncia la crueldad hacia los más débiles y la ausencia de valores éticos, empleando técnicas experimentales. Con más de 300 personajes, la trama se desarrolla en el Madrid de los años 40. El personaje principal es colectivo, compuesto por individuos mediocres y amorales. La obra carece de una trama lineal definida, presentando diversas historias personales que el lector debe reconstruir a partir de fragmentos. No tiene un final cerrado, muestra un desorden cronológico y retrata el desagradable estado de España tras la guerra.
  • Neorrealismo: Destaca El Jarama de Rafael Sánchez Ferlosio, una obra que captura la realidad de forma casi documental.
  • Realismo Social: Un referente es Las ratas de Miguel Delibes, que constituye una potente denuncia social de las condiciones de vida en el ámbito rural.

Los Años 60: La Novela Experimental y la Renovación Formal

La década de los años 60 fue testigo de una profunda renovación formal en la narrativa española, dando lugar a la novela experimental. Esta corriente se caracterizó por una actitud crítica hacia la realidad y un rechazo explícito de las estéticas tradicionales.

Se otorgó una mayor importancia al lenguaje y a la estructura narrativa. Entre las innovaciones más destacadas se encuentran:

  • Nuevos procedimientos narrativos.
  • Un protagonista individual, aunque siempre con un marcado fondo social.
  • Múltiples puntos de vista.
  • Significativos cambios estilísticos.

Obras representativas de este periodo incluyen:

  • Tiempo de silencio de Luis Martín-Santos.
  • Cinco horas con Mario de Miguel Delibes.
  • La saga/fuga de J.B. de Gonzalo Torrente Ballester.

El Fin de la Dictadura y el Inicio de la Modernidad (1975)

La muerte de Franco en 1975 marcó un punto de inflexión crucial, significando el arranque de la modernidad en la literatura española. A partir de este momento, se produjo una notable renovación en las letras, impulsada principalmente por la desaparición de la censura, lo que abrió nuevas vías para la expresión artística y temática.

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