Evolución de la Noción Temporal en la Infancia: De lo Vivido a lo Concebido

Enviado por Chuletator online y clasificado en Español

Escrito el en español con un tamaño de 4,81 KB

El Desarrollo de la Noción Temporal en la Infancia: De lo Vivido a lo Concebido

La comprensión del tiempo es un proceso complejo que se desarrolla a lo largo de la infancia, pasando por distintas etapas cognitivas. Este documento explora las fases clave en la adquisición de la noción temporal, desde la experiencia personal y egocéntrica hasta la abstracción del tiempo histórico.

Tiempo Vivido

Esta etapa se extiende hasta los 7 años y se caracteriza por el egocentrismo. El niño no es capaz de situar nada que no forme parte de su tiempo; tiempo y existencia personal se confunden y son una misma cosa. No existen puntos de referencia objetivos. La experiencia del tiempo está unida a la repetición de los acontecimientos y su ritmo, por lo que los hábitos y las rutinas diarias que se suceden en el aula serán claves para el inicio de la comprensión del concepto del tiempo en la etapa infantil.

Es frecuente en los niños de esta etapa la pregunta: “¿Qué tengo que hacer ahora?”. Para ayudarlos, es básico imponer actividades cíclicas que les ayuden a saber qué hacer en cada momento y a ser más autónomos; por ejemplo, levantarse, asearse, desayunar, ir al cole.

Como en esta época el niño no concibe el tiempo como algo continuo y objetivo, no va a distinguir las categorías temporales, que las verá como algo confuso; es decir, no distingue bien la frecuencia, la regularidad, la simultaneidad, la sucesión, la duración, la velocidad y la distinción entre pasado, presente y futuro (a los 2 y 3 años utiliza estas palabras, pero las relaciona con la mañana y la tarde).

Tiempo Percibido

La segunda etapa que distinguen Piaget y Hannoun es denominada por Hannoun tiempo percibido. En ella, la percepción del tiempo es posible a través del espacio; por ejemplo, se percibe cómo transcurre el tiempo observando el paso de la arena de un lugar a otro en el reloj de arena.

Las nociones temporales van siendo adquiridas poco a poco, pero siempre relacionadas con el acontecer diario:

  • Pasado: (antes, ayer)
  • Presente: (ahora, hoy)
  • Futuro: (después, mañana)

A los ritmos biológicos del sueño y el hambre, y a los perceptivos del día y la noche, siguen los sociales como los horarios, los fines de semana y las vacaciones. De modo gradual, irá entendiendo las primeras categorías temporales como la frecuencia (a veces, frecuentemente) y la regularidad (regularmente).

También las nociones temporales que se refieren a la posición relativa de los momentos en el tiempo, como la sucesión (el antes, el después) y la simultaneidad (durante, al mismo tiempo). Ambas nociones nos sitúan en el mundo de la cronología, clave para la comprensión del tiempo histórico, que permitirá que el niño tenga una noción de la Historia tanto sincrónica como diacrónica; es decir, captar un acontecimiento que suceda al mismo tiempo en diferentes lugares y comprender acontecimientos sucesivos que ocurren en un mismo lugar.

Otra noción temporal que comprenden en esta etapa es la duración. La duración es al tiempo lo que la distancia es al espacio: la distancia separa dos objetos, la duración, dos momentos. Para aprender esta noción, resulta de vital importancia la utilización del reloj, que constituye un paso clave para la objetivación del tiempo.

Tiempo Concebido

El tiempo percibido prepara al niño para llegar a la tercera etapa, la llamada por Hannoun tiempo concebido o también denominada por Pozo, J. (1985) tiempo histórico (El niño en la Historia, Madrid, Servicio de Publicaciones del MEC).

El tiempo histórico es una noción abstracta que supera al tiempo vivido y al percibido. El dominio de este tiempo nos remite al pasado más o menos lejano, a cuyo conocimiento se llega por la abstracción.

Para la captación del tiempo histórico, es preciso el dominio de tres grandes grupos de conceptos:

  • Cronología: capacidad de ordenar temporalmente fechas y acontecimientos.
  • Sucesión causal en la Historia: relación de causa y efecto.
  • Continuidad temporal: noción de que los hechos tienen un antes y un después, conectando pasado, presente y futuro.

Entradas relacionadas: