Evolución de la Narrativa Española: Desde la Posguerra hasta la Renovación Formal
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La Narrativa a partir de 1939: Introducción
Contexto Histórico y Literario
La Guerra Civil (1936-1939) supuso una fractura traumática en todos los ámbitos de la vida hispánica.
Años cuarenta: pobreza intelectual, hambre, país destrozado y férrea censura. Aislamiento y desconfianza hacia la cultura. Conviven una literatura triunfalista y otra de tono pesimista y existencial. Surge el “tremendismo”.
Años cincuenta-sesenta: España empieza a salir del aislamiento internacional y se incorpora a algunos organismos internacionales. Incipiente desarrollo turístico e industrial (60) y migración del campo a la ciudad. Nacimiento de actitudes críticas respecto al poder desde los ambientes obreros y universitarios. La literatura realista y testimonial recoge esta nueva sensibilidad, ya que muestra la realidad conflictiva y el compromiso social. Se desarrolla el “realismo crítico”. En la década de los sesenta, y dentro de la preocupación social, se produce la renovación estructural y lingüística de la narrativa.
Novela de la Década de los 40
Antecedentes
La narrativa de la década de los 30 se caracteriza por la tendencia a la rehumanización y al compromiso social. Pertenecen a esta tendencia algunos novelistas que se exilian, como Ramón J. Sender, Max Aub o Francisco Ayala.
Tendencias
La novela de la década de los 40 supuso una ruptura de la natural evolución literaria. Se pueden observar varias tendencias:
Novela ideológica conservadora
Realismo tradicional: Rafael García Serrano, José María Gironella, Juan Antonio de Zunzunegui e Ignacio Agustí.
Realismo renovado o realismo existencial: se incluyen escritores como Camilo José Cela y La familia de Pascual Duarte (1942), y Carmen Laforet con Nada (1944). Estas novelas comparten un tono sombrío y existencial que contrasta con el triunfalismo de la narrativa de la época. Se desarrolla el “tremendismo”. Esta tendencia narrativa ha sido definida por Ángel del Río en su Historia de la literatura española como “un realismo que acentuaba las tintas negras, la violencia y el crimen truculento, episodios crudos y a veces repulsivos, zonas sombrías de la existencia. Esto, en cuanto al material novelesco; respecto al lenguaje, desgarro, crudeza y, en alguna ocasión, una cierta complacencia en lo soez (...)”.
Autores Destacados
Camilo José Cela (1916-2002): su obra refleja un profundo pesimismo, su actitud es distanciada y con un humor negro, desgarrado y cruel. Su estilo es de gran riqueza expresiva. Su obra más importante es La familia de Pascual Duarte, relato tremendista que narra un cúmulo de crímenes y atrocidades cometidos por el protagonista, personaje primitivo que pertenece a un mundo bárbaro. Es la autobiografía de un condenado a muerte.
Otras obras significativas de la época son: La sombra del ciprés es alargada y El camino de Miguel Delibes, y la obra de Gonzalo Torrente Ballester.
Carmen Laforet: Nada. En 1942 aparece La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela y en el 44 Nada, ganadora del premio “Nadal”. Se inscriben en la línea del tremendismo. Nada es la primera novela escrita en España donde se reflejan las consecuencias de la Guerra Civil. Es una narración de carácter autobiográfico desarrollado en un ambiente sórdido de gentes anormales y desquiciadas. Más que el arte, impresiona la revelación del absoluto vacío espiritual y moral de una juventud que ha perdido la fe en toda clase de valores. Es el relato de un curso universitario, el primero de su protagonista, Andrea, al tiempo que narradora de los hechos, hechos que son “nada” como dice al final de la novela “De la casa de la calle Aribau no me llevaba nada”, y son nada porque no había tenido nada.
Novela de la Década de los 50
En esta época se abandona la visión existencial y se recogen las nuevas preocupaciones sociales. El realismo social aparece en La colmena. Este tono crítico y testimonial será continuado por autores como Ignacio Aldecoa (El fulgor y la sangre), Jesús Fernández Santos (Los bravos), Rafael Sánchez Ferlosio (El Jarama), Carmen Martín Gaite (Entre visillos) y Juan García Hortelano (Tormenta de verano). El tema de estas novelas es la sociedad española, la dureza de la vida en el campo, la vida de los trabajadores, la explotación del proletariado y la banalidad de la burguesía. El estilo de la novela realista es sencillo, ya que pretende llegar al público. Algunos de sus hallazgos formales son:
Técnica objetivista: elimina la participación del narrador en la historia y oculta el mundo interior de los personajes.
Reducción de la historia a un espacio limitado y un tiempo breve.
Protagonista colectivo.
Estructura fragmentaria.
Con La colmena (1951), Camilo José Cela inicia la etapa de realismo social y renovación formal. Algunas de las características de esta novela son: el personaje colectivo, la condensación temporal (dos días) y su carácter de novela abierta. Posteriormente, este autor evoluciona hacia el experimentalismo.
Objetivismo y Realismo Crítico
Dentro del realismo social se han señalado dos tendencias: el objetivismo y el realismo crítico. El objetivismo presenta la realidad desde una perspectiva neutra, la novela es testimonio de una época. Solo se presentan las acciones de los personajes y se describen los ambientes, el autor no aparece. El mejor ejemplo de esta tendencia es El Jarama de Sánchez Ferlosio. El realismo crítico pretende denunciar de forma explícita las injusticias sociales. El escritor asume un compromiso con la realidad e intenta transformarla. Las obras de esta tendencia presentan personajes-tipo, es decir, representantes de una clase. Un ejemplo es Dos días de septiembre de José Manuel Caballero Bonald.
La Novela de la Década de los 60: Renovación de la Narrativa en sus Aspectos Formales
El agotamiento de las fórmulas del realismo social, la necesidad de recuperar la fantasía en los relatos, la renovada preocupación por el lenguaje, la influencia de escritores europeos y americanos (Proust, Kafka, Joyce, Faulkner, etc.) y el surgimiento del boom de la novela hispanoamericana dan paso a la novela experimental, que se inaugura con Tiempo de silencio de Luis Martín Santos (1962). Otras obras de carácter experimental son: Cinco horas con Mario de Miguel Delibes, Volverás a Región de Juan Benet o Señas de identidad de Juan Goytisolo.
Aspectos Formales
Ruptura del orden cronológico de la narración, saltos temporales y superposición de planos.
Perspectivismo.
Empleo del monólogo interior y el fluir de la conciencia. Diálogo y estilo indirecto libre.
Riqueza expresiva.
Miguel Delibes
Miguel Delibes (1920-2010): creador de una extensa obra en la que se observa una constante evolución, desde el realismo tradicional hasta la renovación técnica de Cinco horas con Mario (1966). Esta novela consiste en un monólogo interior de Carmen mientras vela a su marido. Cada capítulo comienza con una cita bíblica que genera las reflexiones, evocación de recuerdos y también los reproches de la protagonista a su marido, ya que los valores de uno son opuestos a los de la otra. Ella representa a la clase conservadora y mediocre de una ciudad provinciana de posguerra, que contrasta con las preocupaciones morales y los ideales de Mario.