Evolución de la Música: Barroco, Clasicismo y Romanticismo
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La Orquesta Barroca
Como ya quedó dicho anteriormente, el Barroco es la época en la que la orquesta aparece con el sentido de grupo instrumental estable y con una plantilla fija. Esto quiere decir que cuando los compositores escribían música orquestal, estaban pensando en un grupo que, en esencia, será el mismo en cuanto a qué y cuántos instrumentos lo forman. Sin embargo, esto es así solo a medias: si bien es cierto que todas las orquestas estaban constituidas básicamente por la sección de cuerda (formada por violines primeros, violines segundos, violas, violonchelos y contrabajos) y el continuo, los instrumentos de viento eran muy variables. De esta forma, según la obra, la orquesta podía incluir instrumentos de viento madera (flautas, oboes y fagots), viento metal (trompetas y trompas) y de percusión (timbales) combinándolos de diversas formas. A pesar de todo, la diferencia con respecto al Renacimiento es evidente.
La figura del director de orquesta, conforme lo conocemos hoy día, todavía no se daba en esta época. En su lugar, el primer violín o el clave se encarga de dar indicaciones desde el lugar en el que está sentado para coordinar el grupo.
Clasicismo
«Clasicismo» es el nombre dado a un periodo de la música culta europea que se extiende aproximadamente desde 1750 hasta 1820. Algunos especialistas, para evitar la dificultad que conlleva establecer unos límites temporales estrictos y también, por tanto, por la falta de unanimidad con respecto a esta cuestión, prefieren utilizar para esta época otras denominaciones, siendo la más extendida y utilizada «la era de Haydn, Mozart y Beethoven». De esta manera se hace referencia a los tres compositores más importantes y que marcaron, sin duda, no sólo la música de dicho periodo, sino su posterior evolución hasta nuestros días. Otros autores, en cambio, son más partidarios de utilizar simplemente la denominación de «siglo XVIII».
Al siglo XVIII se le conoce como el Siglo de las Luces por ser en el que se desarrolla la Ilustración, movimiento intelectual que nace en Francia y que se caracteriza por defender que la razón humana puede combatir la ignorancia, la superstición, lo sobrenatural y la tiranía, y construir un mundo mejor. Al mismo tiempo, considera la educación como el mejor medio para difundir la razón y, por consiguiente, que es labor del Estado procurarla, gestionarla y garantizarla. Las ideas de la Ilustración se vieron plasmadas en la Enciclopedia, obra que supuso un gran esfuerzo para la época y que trataba de reunir la síntesis de todos (o al menos los principales) conocimientos de entonces.
Franz Joseph Haydn (1732-1809)
Fue un compositor austriaco que pasó gran parte de su vida al servicio de la familia Esterházy, una de las más ricas e influyentes del Imperio Austriaco. Las obligaciones que Haydn debía cumplir, que estaban recogidas en su contrato, pasaban por componer exclusivamente para el príncipe y sólo aquello que éste le pidiese, preguntarle cada día si quería o no audición musical, cuidar de las partituras y de los instrumentos y resolver los posibles conflictos que pudieran darse entre los músicos. Aunque pueda parecer que trabajar en esas condiciones era algo denigrante, para Haydn suponía una situación ideal, pues le daba estabilidad económica, asegurándole un buen sueldo, y le proporcionaba alojamiento y manutención. A medida que su fama fue aumentando por toda Europa, comenzó a vender sus obras a diversos editores de París y Londres, ciudad esta última que visitó en varias ocasiones y en la que encontró una intensa vida musical y donde alcanzó un gran reconocimiento.
Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791)
Fue un compositor austriaco considerado como uno de los más importantes e influyentes de la historia. En su niñez más temprana ya dio muestras de su gran capacidad y talento musicales, algo en lo que su padre, músico al servicio del príncipe arzobispo de Salzburgo, pronto reparó. Entre 1763 y 1766, la familia Mozart (Wolfgang, su padre Leopold, su madre Anna Maria y su hermana mayor Maria Anna, conocida familiarmente como Nannerl) emprendieron un viaje que les llevó por las principales cortes europeas: Munich, Mannheim, Colonia, Bruselas, París, Londres, La Haya, Amsterdam, de nuevo París, Lyon, Ginebra, Zurich y regreso a Salzburgo. En estas ciudades, Wolfgang y Nannerl hacían gala, ante ilustres personajes que incluían reyes y reinas, de sus habilidades extraordinarias en la interpretación e improvisación. Al cabo de un año, Wolfgang y su padre viajaron a Italia, estancia que duró algo más de año y medio.
Después de este viaje, decidieron establecerse por un tiempo en Salzburgo y Mozart fue nombrado Konzertmeister (maestro de conciertos), puesto que le aseguraba estabilidad económica (aunque el sueldo no era muy alto), pero que le quitaba demasiado tiempo e impedía que se dedicara a aquello que realmente le interesaba: la composición de óperas. Mozart acabó dimitiendo de su puesto en Salzburgo y se trasladó a Viena. En esta ciudad encontró un nuevo patrón. Sin embargo, al cabo del tiempo las tensiones entre ambos se hicieron insostenibles y Mozart optó de nuevo, y a pesar de la oposición de su propio padre, por renunciar a su cargo. A partir de entonces se inicia la carrera independiente del compositor en Viena. Durante los primeros diez años todo fue bien y Mozart consiguió reconocimiento y fama: era contratado para escribir óperas y otras obras y para dar conciertos como pianista. Sin embargo, la preferencia del público vienés por otros compositores hizo que la situación de Mozart fuera, poco a poco, empeorando. Comenzaron a disminuir tanto los encargos de composiciones como sus apariciones como pianista, lo cual llevó al compositor y a su familia a una situación económica realmente desesperante, teniendo, incluso, que pedir dinero prestado a sus amigos. Sin embargo, la situación financiera comenzó a mejorar en 1791, aunque al compositor ya le quedaba poco tiempo de vida.
Ludwig van Beethoven (1770-1827)
Compositor, pianista y director alemán, uno de los que más influencia ha ejercido en el mundo de la música, durante y después de la época que le tocó vivir. Beethoven destacó por ser el maestro indiscutible de la sinfonía, la sonata y el cuarteto de cuerda, en un momento en que se pensaba que la música instrumental, y especialmente la sinfonía, era el mejor vehículo de expresión musical. Fue reconocido como un genio por sus contemporáneos. Desde muy joven y a lo largo de toda su vida se relacionó, de igual a igual, con personas de alto nivel cultural, con quienes compartía intereses literarios, filosóficos y políticos.
Desde el punto de vista del patronazgo, la diferencia entre Beethoven, por un lado, y Haydn y Mozart, por otro, es evidente. Aunque Beethoven tuvo patronos que le aseguraban unos ingresos fijos, no se le exigía que, a cambio, cumpliera con ninguna condición concreta. Esos ingresos tiene como único objetivo que el compositor «esté libre de responsabilidades» y que «las necesidades básicas no le causen dificultades económicas u obstruyan su poderoso genio». Sin embargo, a pesar de las favorables condiciones de trabajo y de su éxito y fama, Beethoven cada vez se volvía más huraño y huía del trato con otras personas. La razón de estos cambios en su comportamiento la tenemos que buscar en lo que para él fue un durísimo golpe: su incipiente sordera. Cuando se dio cuenta de que le estaba fallando la audición, la depresión en la que cayó fue tal que incluso pensó en la posibilidad de suicidarse. Sin embargo, tal y como el propio compositor escribió en una carta dirigida a sus hermanos que nunca llegó a entregar, «lo único que me disuadió fue mi arte. Pues, en efecto, me parecía imposible dejar este mundo antes de haber creado todas las obras que deseo componer». El resto de su vida transcurrió en una progresiva sordera, que se hizo definitiva y total en la segunda década del siglo XVIII. Pero la desesperada lucha contra ese desastre personal se convirtió en fuente de una gran energía creativa, que le llevó a componer inigualables obras maestras.
Obras Instrumentales del Clasicismo
Las obras instrumentales más importantes en el Clasicismo se distinguen atendiendo a las distintas combinaciones instrumentales que utilizan, que van desde un solo instrumentista hasta una orquesta completa.
- Sonata: es una obra instrumental compleja -es decir, formada por varios tiempos o movimientos- para piano o para piano y cualquier otro instrumento. Se divide en tres o cuatro movimientos: el primero rápido y dramático, a veces con una introducción lenta, presenta forma sonata; el segundo es lento y lírico; el tercer movimiento es un Minueto (si la sonata tiene tres tiempos es el que se elimina); el cuarto tiempo o finale es rápido y con estructura de forma sonata o de rondó.
- Trío, cuarteto, quinteto, etc.: se trata de obras para tres, cuatro, cinco o más instrumentos de distintos tipos, aunque la formación más frecuente es la del cuarteto de cuerda (dos violines, viola y violonchelo). Son obras con tres o cuatro movimientos, el primero de ellos en forma sonata.
- Concierto: Escrito para instrumento solista y orquesta, se divide en tres tiempos: el primero rápido (Allegro) en forma sonata, el segundo lento (Andante o Adagio) y el tercero rápido en forma sonata, rondó o tema y variaciones. Suele ser habitual que en algún momento del concierto la orquesta deje de tocar para que el solista interprete un pasaje virtuosístico a solo, que puede estar escrito o ser improvisado. A esto se le llama cadenza (que en italiano significa «cadencia»). En algunas ocasiones, algunos compositores han escrito cadencias para conciertos que no son propios. Por ejemplo, Beethoven escribió cadencias para conciertos para piano de Mozart.
- Sinfonía: Sin duda es la forma instrumental más importante del Clasicismo y también lo será en el Romanticismo. Compuesta para orquesta, normalmente está dividida en cuatro movimientos: el primero de ellos usualmente es un Allegro con forma sonata, seguido de un Andante (a veces también un Adagio), a continuación un movimiento de compás ternario (con Haydn y Mozart era un Minueto que Beethoven sustituyó por un Scherzo), y concluye con un movimiento rápido (Presto o Vivo) en forma sonata, rondó o tema y variaciones.
Romanticismo
El Romanticismo es un movimiento cultural originado en Alemania (y también el Reino Unido) a finales del siglo XVIII como una evolución revolucionaria contra el Clasicismo, que da prioridad a los sentimientos. En música, las fechas de este periodo se extienden desde 1820 hasta la primera década del siglo XX.
Las características de la música de esta época se pueden sintetizar como sigue:
- La música es entendida como un lenguaje privilegiado dentro de las artes, pues es la única capaz de transmitir los sentimientos directamente.
- Predominio de los sentimientos, los cuales se muestran sin disimulo.
- Libertad en cuanto a la forma, evitando la rigidez de las estructuras preestablecidas.
- Las melodías dejan de ser tan regulares y simétricas como en el Clasicismo, precisamente como resultado de la búsqueda de la expresión.
- El ritmo sigue basado en la división del compás, aunque se va complicando hasta la aparición de la polirritmia (superposición de diferentes ritmos).
- Enriquecimiento de las armonías, con un mayor uso de la disonancia y de los acordes alterados.