Evolución de la Morfosintaxis y Fonética en el Español Medieval

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Morfosintaxis: Aspectos que Afectan al Sintagma Nominal

Actualización

Valores de los artículos, demostrativos, etc. ILLA > ela (el + vocal, la + consonante). ILLU > elo > el. Esta norma se utilizó hasta el siglo XVI. Actualmente, solo la encontramos en casos como 'el agua' ante vocal tónica. Respecto a la doble actualización 'la mi espada', cabe señalar que ha desaparecido de la norma, aunque la encontramos en algunos dialectos. Dicha construcción se ha estudiado en el Cid, usada para personas u objetos destacados (término marcado). En oposición, encontramos el término no marcado, usado en todos los casos, como 'mi espada'.

Sustantivo

Encontramos palabras que acaban en consonante, -or, -e, que en apariencia son masculinas y aparecen con artículo femenino. Esto puede deberse al arcaísmo de la oralidad cuando se trata de género épico.

Demostrativo

'Pseudoanafórico': se daban por consabidos lugares y personajes que aparecen por primera vez en el texto, como en 'aquel perro'.

Adjetivo

Nos fijaremos en la frecuencia de adjetivos y, por otra parte, en el orden respecto del sustantivo. En los textos medievales, la cantidad es bastante baja. Según Lapesa, cuando el adjetivo valora aparece antepuesto, y cuando aparece pospuesto, el adjetivo describe.

Verbos

Forma Hablará

La forma hablara viene del pluscuamperfecto de indicativo. Pero en la actualidad es una forma subjuntiva que alterna con hablase. El uso de hablara como indicativo desapareció en español. En un momento puntual perdió sus valores temporales y adquirió valores modales. Ahora bien, se observa en textos de los siglos XIX-XVII, en romances, que vuelve a aparecer con valor de indicativo. La aparición de hablara en el romance puede estar condicionada por la rima, ya que entre habló y hablara hay una sílaba. Por tanto, tenemos una forma verbal de indicativo, no subjuntivo, influenciada por la rima y por las fórmulas. Se ha hablado de anomalías que presenta el romancero viejo, se "mezclan" los tiempos. Hay que hablar de la tendencia arcaizante de las formas verbales que presentan características del Medievo. Por querer conservar los rasgos, tenemos vido por vio con -d- intervocálica.

Habeo / Teneo

HABEO > HABUI: ove (au > o); TENEO > TENUI. Este perfecto latino desaparece, y por analogía se crea la forma 'tove'. Eran dos verbos con valor semántico similar. Encontramos 'tovo', que era la forma normal. Nebrija escribe 'tuvo' y 'touo', aunque en la Edad Media predomina la 'o'. En el siglo XVI predomina la 'u'. La forma 'toviera' es normal, porque la i inflexiona y por analogía con estas formas se produce el cambio toue > tuve.

o > u, e > i

Este proceso de cambio se da en una serie de verbos en tercera conjugación, o sea, presentaba una i o una u en la raíz. Con i: admitir, asistir, existir. Con u: excluir, conducir, atribuir.

Incremento de Sufijo -sc-

En latín había una terminación -SCERE que tenía valor incoativo, significa el comienzo de una acción o cualidad. En español se mantiene con relativa frecuencia este derivado y conserva la función originaria.

Uso del Verbo Haber para Expresiones Temporales

'Ha'. Imperfectos en -ie en lugar de -ia: la desinencia del imperfecto latino es -BA, procede de las llamadas vocales temáticas a, e, i. La evolución posterior, por razones fonéticas, va a ser diversa. A, E, I > -BA- (imperfecto) > -b- > b (con rallita) puede caer o no. La analogía viene a frenar los cambios fonéticos cuando corren el riesgo de deformar demasiado los paradigmas. La solución primera fue mantener la labial fricativa -aua en la primera conjugación para no confundir el presente con el imperfecto de indicativo. En la segunda y tercera conjugación sí se ha perdido la labial fricativa, formando los hiatos ía e íe. El verbo que siempre mantiene la bilabial es ir-iba.

Sibilantes

Me voy a centrar en el contexto intervocálico. El grupo de las sibilantes sufrió una serie de evoluciones que culminarán en el siglo XVIII, tras las cuales se configura el sistema fonológico del español moderno. En español medieval existía un grupo de consonantes sibilantes compuesto de tres pares de fonemas:

(Cuadro)

De estos seis fonemas sibilantes del español medieval nos quedará uno intacto en la lengua moderna: /s/.

Dentales

El fonema dentoalveolar sordo /s^/ con grafía en la Edad Media c, ç, procedía de TY, KY, K + e, i no intervocálica. Y el fonema dentoalveolar sonoro /z^/ con grafía Z, procedía de ... intervocálica.

Alveolares

En la segunda mitad del siglo XIV aparecen los primeros casos de confusión entre S y Z. La S latina se sonorizó en situación intervocálica, dando Z, cuya grafía es s, frente a la sorda SS representada así en posición intervocálica. Z comienza a ensordecer en la segunda mitad del siglo XIV. La S procede de la latina no intervocálica y del grupo RS. Y la Z procede de la s latina intervocálica y del grupo NS.

Palatales

/s (gorrito para arriba)/ viene de KS, con los mismos resultados de KT. A finales de la Edad Media pasó a X. /z (gorrito arriba)/ viene de la yod segunda latinovulgar -LY, KL- que había dado /l/ > /z/ palatal fricativa sonora.

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