Evolución de la Literatura Medieval: Juglares, Clérigos y Caballeros

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Focos Culturales en la Edad Media

Durante la Edad Media, la cultura se desarrolló en diversos focos, cada uno con sus características y protagonistas:

  • El pueblo: Los juglares, poetas del pueblo, difundían noticias y entretenían con música y malabares. Desarrollaron el Mester de Juglaría, que comprende la lírica y la épica popular.
  • Los monasterios: Los clérigos, y otras personas que sabían latín, desarrollaron el Mester de Clerecía, al que pertenece la poesía narrativa culta. Tradujeron textos clásicos y de la cultura europea y oriental. Se desarrolló durante los siglos XII y XIV.
  • El Camino de Santiago: Ruta de peregrinación que conectó a peregrinos de todo el mundo con la cultura española. A través de él llegó la literatura provenzal y los relatos novelescos de Bretaña. Difundió el arte románico y gótico.
  • Escuela de Traductores de Toledo: Fundada en el siglo XII, tuvo su esplendor en el siglo XIII con Alfonso X el Sabio. Se reunieron sabios de todas las culturas, desarrollando la prosa y los cuentos. Alfonso X el Sabio contribuyó a que el castellano se convirtiera en lengua de cultura.
  • La corte: Los trovadores, poetas cultos y profesionales, difundieron la lírica trovadoresca culta (cantigas de amor, de escarnio, maldecir, cansó, tensó y sirventés) y la literatura de influencia italiana, tanto en verso (oda, égloga, canción) como en prosa (novelas de caballería y sentimental). Se desarrolló fundamentalmente en el siglo XV.
  • Escuelas y universidades: La primera se fundó en el siglo XIII en Palencia, luego trasladada a Valladolid. La primera reconocida como universidad es la de Salamanca. Junto a las universidades estaban los colegios, dirigidos por órdenes religiosas (dominicos, agustinos y benedictinos). Se estudiaba latín y griego, transmitiendo la cultura clásico-grecolatina.

El Poema de Mio Cid: Un Reflejo de la Épica Medieval

El Poema de Mio Cid sigue la métrica del Mester de Juglaría, con versos irregulares y rima asonante. Muestra un gran dominio del lenguaje, mezclando lo culto y lo popular. Presenta rasgos lingüísticos de la época, como el uso de "f-" por "h-" (fizo), vacilaciones ortográficas, irregularidades verbales y aragonesismos.

El autor usa un lenguaje técnico, principalmente jurídico y bélico. Incorpora elementos de la literatura oral, como prolepsis y analepsis, un narrador omnisciente y diálogos intercalados. El estilo incluye figuras como bimembraciones, epítetos, repeticiones (anáforas, paralelismos), enumeraciones y toques de humor. El poema se destaca por su realismo en comparación con otros cantares épicos.

Valores y Temas en el Poema de Mio Cid

El Poema de Mio Cid destaca la figura de un héroe local, el Cid, y exalta sus virtudes: valentía, justicia, lealtad, generosidad, buen cristiano y buen padre. Estos valores se contrastan con los defectos de sus enemigos, como la envidia del Conde García Ordóñez y la cobardía de los Condes de Carrión.

Uno de los temas principales es el honor, que el Cid pierde y recupera en dos niveles. En el honor militar, lo pierde al ser desterrado por el rey Alfonso VI, pero lo recupera tras sus victorias y lealtad. En el honor familiar, lo pierde cuando sus hijas son maltratadas, pero lo restaura al hacer justicia y casarlas con nobles de mayor prestigio.

El poema también hace propaganda de la Reconquista, presentando al Cid como un héroe cristiano que lucha contra los musulmanes. Asimismo, contiene un componente de propaganda política al defender a Castilla frente a León, y de propaganda social al apoyar a la baja nobleza frente a la alta.

Por último, el poema incluye elementos de la literatura tradicional, como el nombramiento de objetos y personajes, elementos sobrenaturales y detalles sobre costumbres y vida cotidiana de la época.

El Cuento: Origen y Evolución

El cuento es un relato breve con trama sencilla y personajes planos, que suele desarrollarse en un espacio y tiempo imprecisos. Su origen es oral, y su finalidad principal era divertir o enseñar, por lo que destaca por su brevedad, simplicidad en los personajes, y un desenlace sorprendente y rápido. En la Edad Media, fue especialmente popular con colecciones como Calila e Dimna y Las mil y una noches, y con fines didácticos en obras como El Conde Lucanor.

Tipos de Cuentos

Se distinguen dos tipos de cuentos: el cuento popular, que es anónimo, transmitido oralmente y forma parte de la cultura tradicional, y el cuento literario, con autor y creación definida, que surgió en el siglo XIX con el auge de los periódicos y colecciones de autores como los hermanos Grimm, Perrault o Andersen. Este tipo de cuento se guía más por la libertad creativa que por fines moralizantes. En los siglos XIX y XX, escritores realistas como Galdós y Clarín, así como autores modernistas y de la Generación del 98 y Vanguardias (Azorín, Unamuno, Valle-Inclán) y autores hispanoamericanos (Borges, Cortázar, Quiroga) impulsaron el género. También destacan influencias extranjeras como Poe, Maupassant, Chéjov o Kafka. Según su temática, los cuentos se clasifican en infantiles, fantásticos, policiacos, de humor, entre otros.

El Arcipreste de Hita y El Libro del Buen Amor

El Arcipreste de Hita, probablemente nacido en Alcalá de Henares, fue un clérigo errante del siglo XIV, conocido por su obra El Libro del Buen Amor. Era un goliardo, crítico de las instituciones religiosas, y combinaba en su obra temas mundanos y religiosos. Su obra consta de unos 7000 versos que mezclan la cuaderna vía y otros metros populares. La obra incluye un prólogo en prosa, oraciones, y aventuras amorosas del arcipreste, con la intervención de Trotaconventos, una mediadora. Otros episodios relevantes son el combate entre Don Carnal y Doña Cuaresma, y la relación entre Don Melón y Doña Endrina. El Libro del Buen Amor es una miscelánea que combina autobiografía, cuentos, sátiras, reflexiones morales y parodias. Utiliza fuentes de la experiencia y literarias (la Biblia, autores latinos, cuentos orientales, etc.). Los temas principales son la oposición entre el "Buen Amor" (amor espiritual) y el "Loco Amor" (amor carnal), junto con elementos sociológicos de la vida cotidiana y la visión de la muerte como castigo.

Las Novelas de Caballerías: Héroes y Aventuras Fantásticas

Las novelas de caballerías surgieron como relatos de aventuras épicas, protagonizados por caballeros valientes que enfrentaban peligros por amor o deber. Estos relatos incluyen elementos fantásticos, como la magia, y narran hazañas heroicas en las que el protagonista lucha contra enemigos, a menudo en un entorno medieval. Los personajes suelen tener un origen noble o misterioso, y viven aventuras complejas que mezclan historias paralelas, donde la lucha por el amor y el honor es un tema central.

Las Novelas de Caballerías en España

En España, este género floreció a partir del siglo XIV. Obras como La gran conquista de Ultramar y El caballero Zifar marcaron el inicio de las novelas de caballerías en la Península Ibérica. Sin embargo, fue en el siglo XV cuando alcanzaron su apogeo con Amadís de Gaula, que es la novela más representativa del género. En ella, el héroe Amadís, hijo del rey Perión, se enfrenta a múltiples enemigos y vive aventuras extraordinarias en su afán por proteger a su amada Oriana. Amadís también cuenta con la ayuda de la magia, personificada en la figura de Urganda la Desconocida, mientras que el villano Arcalaus representa las fuerzas del mal.

El éxito de las novelas de caballerías en el siglo XVI fue tan grande que se publicaron numerosas secuelas y versiones, como las Sergas de Esplandián, que continúa la historia del hijo de Amadís. Sin embargo, empezaron a surgir críticas hacia el género debido a su repetitividad, exageración de las aventuras, y lo irrealista de sus tramas. Además, se consideraba que fomentaban la ociosidad y no aportaban valor moral o educativo.

Con el tiempo, estas críticas crecieron, y el género comenzó a decaer. Fue Miguel de Cervantes quien finalmente puso fin a la popularidad de las novelas de caballerías con su obra Don Quijote de la Mancha (1605). En esta novela, Cervantes hace una parodia de los excesos y absurdos de los relatos caballerescos, mostrando a su protagonista, Don Quijote, como un hombre que ha perdido la razón tras leer tantas novelas de caballerías. A través de esta obra, Cervantes satiriza el género y lo deja obsoleto. A pesar de su declive, las novelas de caballerías influyeron en otros géneros literarios, como el teatro y los romances, y su legado permaneció en la literatura europea durante mucho tiempo.

Mester de Juglaría y Mester de Clerecía: Dos Corrientes Literarias

Mester de Juglaría

  • Origen: Surge en el siglo XII y XIII.
  • Autores: Anónimos. Se cree que eran juglares, artistas populares que recitaban poemas épicos y otros textos de forma oral.
  • Tema: Relatos épicos o heroicos, centrados en hazañas de grandes héroes. Un ejemplo clave es el "Cantar de Mio Cid".
  • Propósito: Entretenimiento del pueblo. Estos relatos eran contados oralmente, y los juglares los cantaban en plazas y cortes para captar la atención del público.
  • Métrica: Irregular. Versos largos de entre 10 a 20 sílabas divididos en dos hemistiquios. Uso de la rima asonante.
  • Estilo: Sencillo, directo y repetitivo, adaptado a una audiencia que escuchaba, por lo que la memorización y la captación auditiva eran fundamentales.
  • Difusión: Oral, generalmente los juglares viajaban por diferentes localidades llevando las historias de un lugar a otro.

Mester de Clerecía

  • Origen: Siglo XIII y XIV.
  • Autores: Clérigos o personas cultas, a menudo vinculadas a la iglesia o a la educación, que escribían textos con intención moral o didáctica.
  • Tema: Historias religiosas, morales o históricas, inspiradas en textos clásicos o la Biblia. Ejemplo notable es "Milagros de Nuestra Señora" de Gonzalo de Berceo.
  • Propósito: Instruir al pueblo en temas religiosos y morales. Era una literatura más culta, con la intención de difundir valores cristianos.
  • Métrica: Muy cuidada y regular, escrita en cuaderna vía: versos alejandrinos (14 sílabas) con rima consonante en estrofas de cuatro versos.
  • Estilo: Refinado, con un lenguaje más elaborado y menos popular que el Mester de Juglaría, ya que se dirigía a un público más culto.
  • Difusión: Escrita, aunque también se podía recitar. Los textos estaban en latín o en lenguas romances y luego pasaban a manos de copistas.

La Lírica Medieval: Expresión y Sentimiento

1. Definición y Evolución de la Lírica

La lírica es un género literario en el que el autor expresa sus sentimientos de manera subjetiva, centrándose en el emisor y destacando la función expresiva. Aunque puede tratar cualquier tema, los más frecuentes son el amor, el dolor, la alegría, y otros temas relacionados con la vida cotidiana o colectivos como la religión o la patria.

2. Lírica Popular

Textos de creación colectiva, anónimos, que durante la Edad Media se transmitieron oralmente, acompañados de música.

  • Temática: sentimientos individuales o colectivos, relacionados con la vida cotidiana (alegría, dolor, trabajos, celebraciones).
  • Métrica: composiciones breves de arte menor, con rima asonante, sin estructuras fijas, y con repeticiones frecuentes (versos de vuelta y estribillos).
  • Estilística: uso de figuras de repetición (aliteración, anáfora, paralelismos), embellecimiento (símiles, metáforas, personificaciones), y descripciones.

Composiciones y Lenguas

  • Mozárabe: Jarchas, breves composiciones amorosas que aparecían al final de las moaxajas, escritas en latín y árabe.
  • Galaico-portugués: Cantigas de amigo (similares a las jarchas) y cantigas de serrana (amores entre caballeros y mujeres de la sierra).
  • Castellano:
    • Zéjel: estructura con estribillo, mudanza y verso de vuelta.
    • Villancico: estribillo y estrofa en versos con rima asonante.
    • Romance: serie ilimitada de versos octosílabos con rima en los versos pares (8-8a-8-8a).

3. Lírica Culta

La lírica culta es creada por autores concretos y, a partir del siglo XV, es más comúnmente escrita para ser leída que cantada. Se prefiere el arte mayor y la rima consonante, con influencias de la lírica italiana y la recuperación de los géneros clásicos greco-latinos.

  • Edad Media (siglos XIII-XIV): Lírica en árabe (moaxajas con jarchas), galaico-portuguesa (cantigas de amor, escarnio y maldecir), y catalana (cansó, tensó, sirventés).
  • Siglo XV en adelante: Influencia italiana en la lírica castellana con el uso de géneros como:
    • Oda: tono elevado, expresión de sentimientos colectivos.
    • Égloga: dramatización de pastores idealizados que hablan de amor.
    • Elegía: expresa dolor por la muerte o una pérdida.
    • Sátira: ridiculiza o censura vicios sociales o individuales.
    • Epístola: poema en forma de carta.
    • Canción: de temática amorosa o heroica.
    • Himno: exaltación de sentimientos patrióticos o religiosos.
    • Fábula: narrativa con moraleja protagonizada por animales.
    • Madrigal: breve composición amorosa.
    • Epitalamio: canción de bodas.

Teatro Medieval (Siglos V-XV)

Durante la Edad Media, la cultura y el teatro se olvidaron casi por completo, pero hubo algunas manifestaciones teatrales de carácter religioso en las iglesias:

  • Representaciones religiosas: Comenzaron como lecturas dialogadas de textos bíblicos, integradas en las celebraciones litúrgicas (Navidad, Semana Santa, Corpus Christi). Estas obras eran conocidas como autos o misterios, y trataban temas religiosos, como vidas de santos o milagros. Ejemplo destacado en España: el Auto de los Reyes Magos (s. XII).
  • Evolución: Con el tiempo, estas representaciones salieron de las iglesias y se realizaron en plazas públicas, sobre carros o tablados, introduciendo elementos paganos y adoptando un tono más cómico y popular. Juglares también entretenían al pueblo con poemas, canciones y malabares. Los romances de ciego fueron una manifestación popular.
  • Recuperación del teatro grecolatino: A partir del siglo XIII, las escuelas y universidades comenzaron a reintroducir las tragedias (historias de nobles y héroes enfrentando pasiones incontrolables, que terminan en desgracia), comedias (escenas cotidianas con desenlaces felices), y sátiras (crítica burlesca).
  • Teatro cortesano: A partir del siglo XV, en los palacios se desarrollaron espectáculos más refinados de temática sentimental o caballeresca, evolucionando hacia un teatro más cuidado.

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