Evolución Histórica, Política y Social de España

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1.1 El Paleolítico y el Neolítico

-Los restos humanos más antiguos encontrados en la península (Atapuerca), datan de hace 800.000 años, el primer Homo Sapiens en la Península data de hace 40.000 años.

-Durante el Paleolítico los primeros pobladores de la península eran nómadas, depredadores y su supervivencia se basaba en la caza, pesca y recolección de frutos.

-Hacia el 6.000 a.C aparecieron las primeras comunidades neolíticas, en las que se empezó a implementar la agricultura y por ende aparece el sedentarismo.

-La Península Ibérica tiene muchos ejemplos de pinturas rupestres, la mayoría de ellas se encuentran en la zona Cantábrica (Atapuerca), datan del Paleolítico Superior (25.000-15.000 a.C).

Prerromanos

-Tartessos: Valle del Guadalquivir (1.000-500 a.C), practicaban la metalurgia, agricultura, navegación avanzada y escritura.

-Los íberos: Este y sur peninsular (V-II a.C), pueblos fortificados, moneda propia, economía agraria y ganadera, practicaban el rito de incineración.

-Celtas y Celtíberos: Meseta, Norte y Oeste (V-I a.C), metalurgia, ganadería ovina y bovina.

Colonizadores

-Fenicios: Gadir (Cádiz), en el I milenio, aportaron escritura alfabética y torno alfarero.

-Griegos: (VI) Costa Catalana, introdujeron nuevos cultivos (Olivo y Vid), el uso de la moneda y nuevos estilos de tejido.

-Cartagineses: (IV-III) Se instalaron en las factorías fenicias tales como: Cartagena e Ibiza.

1.3 La Hispania romana

-La conquista de la Península fue un proceso largo que duró del III a I a.C, y se dividió en 3 etapas:

-Uno: III-II a.C, coincidió con la guerra púnica, los romanos iniciaron la conquista para contrarrestar a los cartagineses y explotar las riquezas de la Península.

-Dos: 155-133 a.C, los romanos siguieron conquistando la Península y se encontraron con la resistencia de Numancia y Viriato.

-Tres: 29-19 a.C, el emperador Augusto conquistó el norte peninsular, sometiendo a los cántabros y astures.

-La romanización se conoce como la imposición cultural. De los romanos podemos recoger cosas como el cristianismo, el derecho romano y el latín. Y construcciones grandes tales como acueductos, anfiteatros, teatros, puentes y murallas.

1.4 La monarquía visigoda

-El Imperio Romano fue invadido en el S.V por numerosos pueblos bárbaros. Varios de ellos suevos, vándalos y alanos penetraron en Hispania en el año 409. Para frenar este avance los romanos negociaron con los visigodos quedarse si echaban al resto de bárbaros. Ahí fue cuando se fundó el Reino de Tolosa, que más tarde pasaría a ser el Reino Visigodo de Toledo.

En el 569 Leovigildo logró la unificación política de toda la Península. La unificación religiosa llegó con Recaredo (589) al convertirse al catolicismo, y la unificación jurídica con Recesvinto, que promovió una única ley para visigodos y hispanorromanos: Fuero Juzgo.

-La monarquía era de carácter electivo y contaba con el apoyo de dos grandes instituciones: Aula Regia y los Concilios de Toledo.

2.1 Al-Ándalus, evolución política

-La conquista liderada por Tariq y Musa, empezaría por una disputa en el trono del reino visigodo. Tariq desembarcó y derrotó a Rodrigo en la batalla de Guadalete (711). En poco tiempo los musulmanes hicieron suyo la Península.

-La Península pertenecía al Califato de Damasco. En esta etapa se destaca la batalla de Poitiers, que freno el avance musulmán hacia Europa. Tras la revolución abasí Abd Rahman I huyó a la Península, independizándose del Califato de Bagdad.

-En el año 929 Abd al- Rahman III se proclamó califa, iniciando el Califato de Córdoba, la época de mayor esplendor de Al Ándalus.

-Al Mansur muere y sus hijos intentan mantener el Califato, pero eso acaba ocasionando una guerra civil, que concluyó con la desaparición del Califato, y la separación de este en pequeños reinos llamados Taifas. Las Taifas se caracterizaron por su debilidad y los constantes ataques de los reinos cristiano hacia ellos, para evitar esto pagaban las parias.

-Pese a esto el reino de León tomó Toledo en (1085). Los Taifas pidieron ayuda a los almorávides, quienes invadieron la Península y unificaron las Taifas, y derrotaron a Alfonso VI en la batalla de Sagrajas (1086). A mediados del siglo XII los almorávides fueron sustituidos por los almohades, pero los reinos cristianos restantes se aliaron y consiguieron la victoria decisiva en Navas de Tolosa (1212).

2.2 Al Ándalus: economía, sociedad y cultura. El legado judío en la Península Ibérica

-Al Ándalus contó con una economía próspera. La agricultura alcanzó un gran desarrollo gracias a la introducción de técnicas de regadío y nuevos cultivos como el arroz, la naranja, la caña de azúcar y el algodón. La sociedad era muy compleja y se fue islamizando con el tiempo.

-La minoría árabe controlaba la riqueza y los cargos políticos y militares. Los beréberes se dedicaban a la ganadería y al ejército. Los muladíes campesinos (cristianos convertidos al islam). Por debajo de ellos estaban los judíos y los mozárabes que podían mantener su religión a cambio de pagar un impuesto. Los esclavos ocupaban el último escalón social.

-En Al-Ándalus se llevaron grandes avances en ciencias como la astronomía, la medicina, la botánica y las matemáticas.

2.3 Los reinos cristianos: evolución de la conquista de la Península y organización política. Modelos de repoblación. Organización estamental.

-Tras la invasión musulmana a la Península (711) surgieron los primeros focos de resistencia en el norte, Pelayo derrotó a los musulmanes en Covadonga (722). Apareciendo con este el reino de Asturias, que Alfonso III transformará en el reino de León, para más tarde quedarse como Asturias por Fernán González.

-El reino de Navarra, el condado de Aragón nace en siglo IX, y en el mismo siglo Barcelona se independiza de los francos y unifica los condados. El matrimonio entre Ramón IV y Petronila en 1137, formándose la Corona de Aragón.

-Se entiende como Reconquista al proceso de expansión de los reinos cristianos peninsulares a costa de los musulmanes. Entre los siglos VIII y X los reinos cristianos se limitaron a ocupar los territorios casi despoblados del norte del valle del Duero.

-Los reinos cristianos presentaban una estructura política parecida a la monarquía, las Cortes y los municipios. Los reyes tenían amplios poderes, aunque limitados por la existencia de los señoríos. El origen de las Cortes está en la Curia Regia donde los nobles y el clero asesoraban al rey. A partir del siglo XIII integran a los representantes de las ciudades, en Castilla eran convocadas para aprobar nuevos impuestos mientras que las de Aragón también aprobaban leyes.

-La sociedad se dividía en 3 estamentos: nobleza, clero y pueblo llano. La nobleza y el clero eran las privilegiadas con no pagar impuestos, contar con leyes propias y no trabajar. La nobleza se dividía en alta y baja nobleza, la diferencia era mínima, el clero también se dividía. El estado llano tenía obligación de pagar impuesto, y la mayoría serian campesinos, pero con el tiempo aparecerían numerosos artesanos y burgueses.

3.1 Los Reyes Católicos: unión dinástica e instituciones de gobierno. La Guerra de Granada

En 1469 Isabel, hermana del rey Enrique IV de Castilla y su heredera, se casa en secreto con Fernando de Aragón. Esta boda no le gustó Enrique IV y decide nombrar a hija Juana como heredera. A la muerte de Enrique IV se produce una guerra civil castellana (1474-1479) entre Isabel y Juana, que concluye con Isabel como reina de Castilla.

Fernando e Isabel decidieron reinar conjuntamente en sus territorios, sin embargo, la unión de Castilla y Aragón fue meramente dinástica, ya que cada reino conservó sus particularidades.

Los Reyes Católicos establecieron las bases del Estado Moderno mediante el refuerzo del poder monárquico y el debilitamiento del poder nobiliario.

En política religiosa buscaron la unidad religiosa mediante la creación de la Inquisición, la expulsión de los judíos y el decreto de conversión de los musulmanes.

En Castilla los Reyes Católicos reformaron las instituciones de gobierno. Las principales instituciones fueron los Consejos; las Cortes de Castilla; los corregidores, agentes reales; las Audiencias. Asimismo crearon la Santa Hermandad para controlar el orden público.

En la Corona de Aragón se mantuvo el pactismo medieval pero apareció la figura del virrey y en justicia, se creó una Audiencia en cada uno de los reinos.

3.2 Exploración, conquista y colonización de América

El origen del descubrimiento de América se encuentra en el empeño personal del navegante Cristóbal Colón en buscar otra ruta hacia las Indias, apoyado con cálculos erróneos sobre el tamaño de la Tierra que fue financiada por los Reyes Católicos. La empresa se organizó sobre las bases de las Capitulaciones de Santa Fe (1492).

El descubrimiento de América provocó el recelo de Portugal y la firma del tratado de Tordesillas (1494) que condujo al reparto entre Castilla y Portugal de las tierras que se descubrieran y reconoció la posesión de Castilla de las tierras descubiertas.

Las posesiones americanas fueron estructuradas en dos virreinatos: Nueva España y Perú. En la Península Ibérica había también dos instituciones relevantes: el Consejo de Indias y la Casa de Contratación.

Las consecuencias del descubrimiento y conquista de América fueron bastante amplias:

-Para América: descenso de la población, introducción de esclavos africanos, se producen cambios culturales al introducirse una nueva religión e idioma.

Los indígenas se convirtieron en súbdito de la Corona y se encuadraron en diversas formas de de trabajo obligatorias. El territorio se explotó económicamente y se introdujeron nuevos cultivos y animales.

-Para Europa: se introdujeron nuevos productos agrícolas, los europeos acumularon metales preciosos y desarrollaron un importante comercio con América al tiempo que adquirieron una nueva visión del mundo.

-Para España: la obtención de metales preciosos le permitió financiar las guerras del período pero en el siglo XVII se generó la revolución de los precios que le afectó negativamente.

3.3 Los Austrias del siglo XVI. Política interior y exterior

Carlos I era el nieto de los Reyes Católico y del emperador Maximiliano de Austria, heredó Aragón y Castilla, América, Flandes, Austria, Franco Condado y la Corona Imperial que le convirtió en el rey más poderoso de Europa. Carlos I no sabía español e iba acompañado por asesores flamencos, debido a esto la nobleza lo veía como desconfianza y se tuvo que enfrentar a conflictos internos: La convocatoria de las Cortes de Castilla para imponer nuevos impuestos llevó a la revuelta de los comuneros en 1520, los comuneros fueron derrotados y sus principales líderes fueron ejecutados.

En Valencia y Mallorca, se produjo la revuelta de los Germanías, la revuelta terminó con una durísima represión del virrey. Al mismo tiempo, Carlos I tuvo que mantener varios conflictos exteriores dada a su aspiración a encabezar la cristiandad y mantener a su hegemonía en Europa: Contra Francia; contra los Turcos; contra los protestantes alemanes. En 1556, Carlos I, exhausto ante tantas guerras, decidió abdicar y retirarse al monasterio de Yuste. Su hermano Fernando heredó la corona imperial y Austria y su hijo Felipe II el resto de territorios.

Felipe II incorporó Portugal a sus territorios en 1580 se estableció el centro de su poder en Castilla, con Madrid como Capital. La política interior de Felipe II se caracterizó por la tolerancia religiosa, produciéndose la rebelión en Aragón. La política exterior tuvo los mismos objetivos que su padre y enemigos similares: Conflicto de los Países Bajos; Guerra con Francia; Guerra con Inglaterra; Guerra contra los Turcos. Con respecto a la organización política de los Austrias, el rey era la cabeza de gobierno y estaba apoyado por sus secretarios. Por debajo de ellos estaban los Consejos, que se dividían en territorios y temáticos. Los Cortes se siguieron convocando pero cada vez tenían menos poder. Fueron de Castilla se conservaron las antiguas instituciones y se nombraron virreyes.

3.4 Los Austrias del siglo XVII. Política interior y exterior

En el siglo XVII los reyes españoles (Felipe III, Felipe IV y Carlos II) delegaron la responsabilidad de gobernar en ministros con grandes poderes llamados validos.

Con Felipe III (1598-1621) gobernaron el duque de Lerma. En 1609 se decretó la expulsión de los moriscos. En Política exterior se firmó la Tregua de los Doce Años con los Países Bajos.

Con Felipe IV (1621-1665) gobernó el conde-duque de Olivares, quien llevó a cabo toda una serie de reformas para mantener la hegemonía de los Austrias en Europa y convertir a la Monarquía Hispánica en un estado unificado y con las leyes e instituciones castellanas. Entre todas estas reformas destacan: la reforma de la Hacienda y el proyecto de la Unión de Armas. Estas medidas permitían descargar la presión económica y militar sobre Castilla pero no satisfacía a los reinos periféricos condujo al levantamiento simultáneo de Cataluña y Portugal en 1640.

La Guerra de los Treinta Años concluyó con la paz de Westfalia (1648) que tuvo consecuencias importantes como la independencia de las Provincias Unidas (Países Bajos) y la pérdida de la hegemonía en Europa, convirtiendo a Francia en la nueva Potencia Europea.

España continuará su guerra en solitario contra Francia hasta la paz de los Pirineos (1659), por la cual España entregó Rosellón y algunas ciudades de Flandes

El reinado de Carlos II (1665-1700) comenzó con la regencia de su madre, Mariana de Austria. Este reinado se caracterizó por su incapacidad para gobernar. En consecuencia, los validos se sucedieron en el poder,

En la política exterior, se aceleró la pérdida de la influencia internacional de España y la participación de España en las coaliciones contra la Francia de Luis XIV que concluyó con la pérdida del Franco Condado y parte de Flandes.

Al finalizar el siglo hubo dos posibles herederos: el archiduque Carlos de Austria y Felipe de Anjou, borbón y nieto de Luis XIV.

3.5 Sociedad, economía y cultura de los siglos XVI y XVII

Durante el siglo XVI se produjo un importante crecimiento demográfico. Se produjo la llegada de metales preciosos llegados de América que fueron empleados para financiar las abundantes guerras del período y un alza de los precios.

El siglo XVII se produjo una profunda crisis demográfica y económica. Las causas de esta crisis demográfica serían las siguientes: la existencia de grandes epidemias, la sucesión de malas cosechas, la expulsión de los moriscos y la emigración a América. Debido a la Crisis demográfica la disminución de la mano de obra campesina causaría la caída de producción agraria. Otras causas de la crisis económica son la escasa inversión en artesanía y comercio y el arruinamiento de la Hacienda. Para frenar este último problema los Austrias optaron por elevar los impuestos de manera excesiva, por manipular el valor de la moneda.

Las consecuencias de la crisis económica fueron muy importantes: la población en general se empobrecería, endeudaría y la falta de recursos dificultará el mantenimiento de la hegemonía europea de la Monarquía Hispánica.

Con respecto a la sociedad ésta mantenía la división estamental de la Edad Media. La nobleza se convirtió en cortesana. La burguesía era escasa. Debido a las dificultades del siglo XVII se produjo un aumento de los sectores marginales.

En cuanto a la cultura destaca en el siglo XVI la recepción del Renacimiento en España, la contrarreforma (Santa Teresa de Jesús, Garcilaso de la Vega, Juan de Herrera, Greco).

En siglo XVII se caracterizó el siglo de Oro, el Barroco (Cervantes, Quevedo, Góngora, Lope de Vega, Calderón de la Barca, Molina, Velázquez, Murillo)

En la mentalidad de los dos siglos predominan los valores aristocráticos y religiosos, rechazaba el valor del trabajo manual y la intransigencia religiosa.

3.6 La Guerra de Sucesión. La Paz de Utrecht. Los Pactos de Familia

La Guerra de Sucesión Española (1701-1714) se originó por la disputa por el trono entre Felipe de Anjou y Carlos de Austria. Carlos II, el rey de España, murió sin descendencia, dejando en su testamento como heredero a Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia. Sin embargo, el archiduque Carlos de Austria reclamará sus derechos al trono de España.

En 1701 Felipe de Anjou fue proclamado rey de España, sin renunciar éste a sus derechos al trono de Francia. Ello suponía un peligro para los países europeos porque cabía la posibilidad de la unión de Francia y España bajo la misma corona.

Los países europeos se dividieron en dos bandos: Gran Bretaña, Austria, Provincias Unidas, Saboya y Portugal (Alianza de La Haya) apoyaron al archiduque Carlos, mientras que Francia apoyó a Felipe.

La guerra comenzó con victorias austriacas pero cambió de rumbo tras las victorias borbónicas en 1701 cuando Carlos fue proclamado emperador de Austria. La resistencia contra los Borbones se redujo a Barcelona, que se rindió en 1714.

Se llegó así los Tratados de Utrecht y Rastadt (1713-1714), que se establecieron la paz entre los contendientes. Sus principales acuerdos fueron:

-Reconocimiento de Felipe V como rey de España y su renuncia al derecho de sucesión al trono de Francia.

-Pérdida de los territorios europeos de España, que cedió Flandes, Nápoles, Milán y Cerdeña a Austria; Sicilia a Saboya y Gibraltar y Menorca a Gran Bretaña.

Tras la guerra, los reyes de España firmaron alianzas con los reyes de Francia contra Gran Bretaña conocidos como Pactos de Familia.

3.7 La nueva monarquía borbónica. Los Decretos de Nueva Planta. Modelo de Estado y alcance de las reformas

Felipe V llevó a cabo una política interior de carácter centralista y absolutista y modernizó las infraestructuras del Estado.

Los Decretos de Nueva Planta impusieron el modelo político castellano en toda España, acabando las leyes e instituciones de Aragón.

Las principales reformas institucionales fueron:

-Supresión de los fueros, autonomía municipal y Cortes de Aragón

-Abolición del sistema de Consejos, creación de las Secretarías de Estado

-Sustitución de los virreyes por capitanes generales

-Reformas del Ejército y de la Armada

-Instauración de la Ley Sálica

-En América, se modificaron los virreinatos.

En economía, reformas en la Hacienda, se crearía la Secretaría de Hacienda. Promover el comercio, aboliendo el monopolio de Cádiz; la agricultura y la artesanía.

Carlos III practicó el despotismo ilustrado, forma de gobierno autoritario influido por la ilustración ”Todo por el pueblo pero sin el pueblo” y promovió la economía, la construcción de nuevas infraestructuras, expulsó a los Jesuitas y promovió instituciones de carácter científico.

En política exterior, los Borbones renunciaron a la hegemonía europea y mantuvieron la alianza con Francia hasta la Revolución Francesa.

3.8 Las reformas borbónicas en los virreinatos americanos

A principios del siglo XVIII, después de haber perdido posesiones europeas. España concentró sus esfuerzos en la explotación económica de América. Las colonias americanas exportaban grandes cantidades de oro, plata, azúcar, tabaco, cacao y tintes, e importaban productos manufacturados. Para realizar estos intercambios se crearon compañías comerciales y se permitió el comercio desde otras ciudades. Sin embargo, el comercio americano se vio obstaculizado por la piratería inglesa y el crecimiento del contrabando.

En cuanto la administración se produjo la creación de nuevos virreinatos (Nueva Granada y Río de la Plata) y del cargo del intendente.

Como consecuencia de todas estas reformas se produjo un incremento del comercio, incremento de impuestos y el incremento de los criollos, descontento de los criollos.

3.9 Sociedad, economía y cultura del siglo XVIII

El siglo XVIII fue un siglo de importante crecimiento demográfico, la población siguió siendo esencialmente rural y la esperanza de vida era muy baja y la mortalidad infantil especialmente elevada.

La economía fundamentalmente agraria, promoción del comercio y la artesanía

Con respecto a la sociedad, se mantuvo estamental. El ideal de vida rentista motivó que buena parte de la burguesía aspirara a ennoblecerse.

En América, el estamento y el poder económico, la pertenencia según cada grupo étnico.

Los blancos estaban divididos en dos: los peninsulares, que ocupaban los principales cargos públicos, y los criollos vivían del comercio o grandes propiedades agrícolas.

En cuanto a la cultura, el principal movimiento intelectual del siglo XVIII fue la Ilustración. Se basaba en la confianza en la razón, el espíritu crítico, la educación. El propósito de los ilustrados fue el desarrollo económico, la reforma de la sociedad, la mejora de la enseñanza.

Los ilustrados fueron mayoritariamente nobles y burgueses. Difundieron sus ideas a través de las Sociedades Económicas de amigos del País, la prensa y las tertulias de salón, lugar de reunión y discusión de las personas cultas. También promovieron la creación de las reales academias.

La aplicación fue posible gracias al despotismo ilustrado de Carlos III

4.1 El reinado de Carlos IV. La guerra de la Independencia

1-Las repercusiones de la Revolución Francesa. Los gobiernos de Godoy

En diciembre de 1788 Carlos III muere, y le sucede su hijo Carlos IV. Su reinado chocó con el inicio de la Revolución Francesa. Esto obligó a la monarquía española a adoptar una política de prevención para evitar que sus ideas se extendiesen. Carlos IV designó como primeros ministros, al conde de Floridablanca y al conde de Aranda. Sin embargo, la política dubitativa hizo que el rey lo sustituyese por Manuel Godoy en 1792. Su acción de gobierno estuvo condicionada por su política hacia la Francia revolucionaria que conoció dos fases:

a) Hostilidad hacia Francia, cuando intentaría salvar la vida del rey Luis XVI, y este acabaría guillotinado, esto provocó una declaración de guerra que terminaría con derrota española (Paz de Basilea 1795)

b) Alianza con Francia, tras el fin de la fase más radical de la Revolución Francesa y el ascenso al poder de Napoleón Bonaparte en 1799 se produjo un acercamiento entre Francia y España, que firmaron varios pactos de alianza recuperando los antiguos pactos de familia. En 1796 se firmó el Tratado de San Ildefonso, un pacto que acabó en dos fracasos: el intento de invadir Portugal y la derrota de la flota franco-española en la batalla de Trafalgar en 1805. Estos fracasos afectarían a Godoy, y con la desconfianza de Napoleón, hizo a España firmar el Tratado de Fontainebleau, que permitía el acuartelamiento d tropas francesas en España

2-La crisis de 1808

Las tropas francesas comenzaron a ocupar el territorio español y Godoy decidió trasladar la familia real fuera de Madrid. Cuando se encontraban en el palacio de Aranjuez se produjo un complot organizado por los partidarios del Príncipe de Asturias, que aprovechando el descontento popular desencadenaron el Motín de Aranjuez, 1808. La consecuencia fue el cese de Godoy y la abdicación del rey en su hijo Fernando VII. Napoleón, cabreado del cambio del monarca, convocó a la familia real española a un encuentro. En las llamadas abdicaciones de Bayona, Fernando VII, devolvió la Corona a Carlos IV.

Éste se la entregó a Napoleón que designó nuevo rey de España a su hermano José. El nuevo estado resultante es una monarquía que se rige por el Estatuto de Bayona de 1808, y establecía un régimen liberal moderado.

3-El levantamiento del 2 de mayo

La presencia de tropas francesas acantonadas en España era mal vista por la población española y provocaba un profundo malestar y altercados. La ausencia de los reyes fue soliviantando los ánimos. En la mañana del 2 de mayo de 1808, estalló un levantamiento popular en Madrid dando lugar una dura represión de las tropas francesas dirigidas por el mariscal Murat. Los sucesos de Madrid provocaron que el enfrentamiento contra las tropas napoleónicas se propagase a otras localidades.

4-Composición de los bandos en el conflicto

La Guerra de Independencia también fue una guerra civil, ya que un importante sector de la población aceptó el gobierno de José I Bonaparte. La Guerra de Independencia enfrentó, dentro de los españoles a los llamados “afrancesados”, ilustrados partidarios de José I, y a los “patriotas”, grupo que reconoce a Fernando VII como rey de España.

Las tropas españolas contaron, por su parte, con el apoyo de los ejércitos inglés y portugués. Pese a ello, las tropas napoleónicas eran más numerosas, estaban bien equipadas y contaban con experiencia bélica. Para hacer frente a la superioridad militar francesa las tropas españolas emplearon la táctica de la guerra de guerrillas.

5-Fases de la Guerra de la Independencia (1808-1814)

a) De mayo a noviembre de 1808. Los franceses controlan la situación y la guerra, haciendo que las tropas españolas sufran muchas bajas y prisioneros, además de controlar el norte y el centro peninsular. Sin embargo, cuando los franceses se dirigen hacia el sur son derrotados por las fuerzas españolas en la batalla de Bailén (1808), que impide la conquista de Andalucía.

b) De noviembre de 1808 a enero de 1812. Napoleón decide intervenir, personalmente, en la campaña española. Al frente de lo mejor de su ejército, la Grande Armée, derrota a las fuerzas españolas y entra en Madrid. Las tropas españolas optan por la guerra de guerrillas ante la clara superioridad francesa. La Junta Suprema de la defensa española se refugia en Cádiz.

c) Desde 1812 hasta el final de la guerra. La alianza con Inglaterra se convierte en decisiva. Las fuerzas anglo portuguesas combinadas con las españolas, empujan a los franceses desde la frontera portuguesa, obteniendo las victorias, que coinciden con la derrota francesa en Rusia. A finales de 1813 se firmó el Tratado de Valençay, por el que Napoleón reconocía a Fernando VII como rey de España.

6-Consecuencias de la guerra

La guerra tuvo nefastas consecuencias demográficas y económicas. La mortalidad fue bastante alta, y la natalidad descendió. La producción agraria y la industrial descendió notablemente y el comercio se paralizó al tiempo que la deuda pública se incrementó excesivamente.

4.2 Las cortes de Cádiz y la Constitución de 1812

1-Las Cortes de Cádiz

Con la Guerra de Independencia se inicia en España la revolución liberal. El vacío de poder creado por las abdicaciones de Bayona dejaron en una situación dubitativa y de indecisión a las altas autoridades españolas.

Sin embargo, con la extensión por diversas zonas del país de las sublevaciones populares contra los franceses, se crearon juntas locales de defensa que asumieron el poder en nombre de Fernando VII, y dirigieron y organizaron la resistencia contra el gobierno de José I. Las juntas locales dieron paso a una Junta Central Suprema que centralizó el poder y la organización de las operaciones militares de resistencia. La ocupación de toda España por las fuerzas napoleónicas obligó a la Junta Central Suprema a refugiarse en Cádiz, la ciudad más liberal de España. Allí se decidió crear un Consejo de Regencia que funcionase como máxima autoridad en ausencia de Fernando VII al que se reconocía como legítimo rey de España. Para dar legitimidad al traspaso de poderes desde la Junta Central al Consejo de Regencia. Pese a la oposición del Consejo de Regencia las Cortes quedaron convocadas y los liberales acabaron imponiendo sus tesis al conseguir que los diputados fueran elegidos por sufragio (por votación) y en asamblea única y no por estamentos como las Cortes absolutistas. La apertura de las Cortes se produjo el 24 de septiembre de 1810 en la Isla de León. Para que las Cortes fuesen representativas hubo diputados de distintos puntos de España y de América y el resto se cubrió con diputados gaditanos. Los diputados no estaban agrupados por partidos políticos pero sí podían distinguirse dos grupos ideológicos:

a) Realistas o serviles, partidarios de mantener el régimen absolutista.

b) Liberales, que deseaban establecer un régimen liberal en España. A su vez se dividían en moderados (partidarios de la soberanía compartida y un pacto entre el rey y las Cortes) y exaltados (partidarios de recortar los poderes del rey y de establecer el principio de soberanía nacional).

Las primeras medidas adoptadas por las Cortes estuvieron encaminadas a imponer un sistema liberal (revolución liberal). Los cambios propuestos tenían un trasfondo político y social con el que se pretendía acabar con el Antiguo Régimen y con sus fundamentos jurídicos: el régimen señorial y la sociedad estamental.

Las Cortes establecieron las siguientes medidas:

- Se reconocía a Fernando VII como legítimo rey de España pero se limitaba sus poderes y determinaban que la soberanía residía en la nación representada por las Cortes.

- División de poderes dejando a las Cortes el poder legislativo.

- La abolición de las instituciones feudales y del régimen señorial.

- Se establece la igualdad jurídica que supone la supresión de estamentos.

- Supresión de los gremios y eliminación de la Mesta.

- Se reconoce la libertad de comercio, industria y de trabajo.

– Supresión del tribunal de la Inquisición.de la Inquisición.

2-La Constitución de 1812

Como objetivo final las Cortes deciden elaborar una Constitución para plasmar los cambios y como nuevo marco jurídico de convivencia. La Constitución fue aprobada el 19 de marzo de 1812, es conocida popularmente como “la Pepa” y es la primera Constitución de España. Fue obra del compromiso entre absolutistas y liberales. Se trata de una Constitución extensa organizada en 10 Títulos y 384 artículos y entre cuyos principios fundamentales destacan:

1. Se establece el principio de Soberanía Nacional.

2. El estado se define como una monarquía limitada con división de poderes: 

- Legislativo que recae en el rey y en las Cortes. 

- Ejecutivo en el rey que preside el gobierno. 


- Judicial que compete a los jueces y tribunales de justicia.

3. Las Cortes serían unicamerales y estaban facultadas para elaborar leyes, firmar tratados internacionales y refrendar la sucesión a la corona. Las Cortes estaban representadas por diputados de cada provincia incluidos los territorios americanos. Se debía ser mayor de 25 años y disponer de rentas para ser elegido diputado.

4. Igualdad de todos los ciudadanos ante la ley (igualdad jurídica), para lo que se establecía un fuero único y se abolían los privilegios feudales de nobleza y clero.

5. Se reconocían los derechos individuales.

6. Como concesión al clero y a los absolutistas se imponía la religión católica como oficial y única.

Pese a que las medidas adoptadas por las Cortes de Cádiz y la propia Constitución apenas llegaron a aplicarse por la guerra y fueron derogadas en 1814 por Fernando VII.


4-3El reinado de Fernando VII.La cuesstión sucesoria

1-El Sexenio Absolutista (1814-1820)

Por el Tratado de Valençay del 11 de diciembre de 1813, Napoleón reconocía su derrota en España y devolvía el trono a Fernando VII, quién entró en España a principios de 1814. Poco después, un grupo de diputados absolutistas de las Cortes le entregó el Manifiesto de los Persas, en el que se le solicitaba la restauración del régimen absolutista.

Fernando VII, con el apoyo del Ejército y de la Iglesia, y mediante los decretos del 4 de mayo, declaró abolida la Constitución y anuló la obra legislativa de las Cortes de Cádiz. Comenzó a gobernar como soberano absoluto con el respaldo de buena parte del pueblo. El triunfo de la Restauración en Europa favoreció sus propósitos. Se restablecieron la Inquisición, el régimen señorial y los privilegios de la nobleza y clero al tiempo que se suspendieron las libertades fundamentales. Además, comenzó una fuerte represión contra los liberales.

Desde organizaciones secretas, los liberales intentarán restituir la Constitución por medio de los pronunciamientos militares. Estos intentos de golpes de Estado dirigidos por militares que se posicionan políticamente suponen la intervención del ejército en los asuntos políticos iniciando una práctica que se extenderá durante todo el siglo XIX.


Entre 1814 y 1820 se produjeron varios pronunciamientos militares (Espoz y Mina, Díaz Porlier...) que fracasaron.

2-El Trienio Liberal (1820-1823)

En 1820 se produjo un pronunciamiento liderado por el comandante Riego en Cabezas de San Juan (Sevilla), al mando de un ejército que iba a ser embarcado para sofocar la rebelión de las colonias americanas.

El pronunciamiento tuvo éxito y el rey se vio obligado a restablecer el liberalismo y a jurar la Constitución de 1812. El régimen liberal restableció las normas legales aprobadas por las Cortes de Cádiz, abolió la Inquisición y creó la Milicia Nacional.

Sin embargo, el régimen constitucional carecía de apoyo popular, tuvo que hacer frente a las consecuencias económicas negativas de la pérdida de las colonias americanas y sus defensores se dividieron en dos tendencias: los moderados o doceañistas y los exaltados o veinteañistas.

Los absolutistas conspiraron en diversas ocasiones contra el gobierno liberal. Finalmente, Fernando VII buscó la ayuda de las monarquías absolutistas europeas que formaban la Santa Alianza. Reunidas en el Congreso de Verona de 1822, decidieron intervenir en España enviando un ejército que restaurase el absolutismo.


Las fuerzas absolutistas procedentes de Francia conocidos como los Cien Mil Hijos de San Luís y dirigidos por el Duque de Angulema, entraron en España en 1823 y restablecieron el absolutismo, poniendo fin al Trienio Liberal.

3-La Década absolutista u ominosa(1823-1833)

Fernando VII emprendió una fuerte represión contra los liberales. Se suprimieron todas las leyes aprobadas en el período anterior y se restablecieron las instituciones del Antiguo Régimen, con la excepción de la Inquisición. La Milicia Nacional fue disuelta y en su lugar se creó un cuerpo armado del absolutismo: los Voluntarios Realistas. Los liberales volvieron a optar por los pronunciamientos, que no tuvieron éxito.

En el seno del grupo absolutista también surgieron divisiones entre aquellos que eran partidarios de algunas reformas institucionales para evitar una revolución (reformistas) y aquellos partidarios de no realizar ningún tipo de cambio y de una persecución más dura contra los liberales (apostólicos).

En los últimos años del reinado de Fernando VII apareció el problema sucesorio


En 1830 el rey Fernando VII, se encontraba enfermo y su esposa María Cristina de Borbón estaba embarazada de su primer hijo. En España regía una ley de sucesión conocida como Ley Sálica, que prohibía el acceso a las mujeres a la Corona. El rey decidió derogar dicha ley promulgando la Pragmática Sanción, que si lo permitía. Ese mismo año nacía la princesa Isabel (futura Isabel II), que fue proclamada heredera legal, quedando el hermano del rey, Carlos María Isidro, segundo en el orden sucesorio. El hermano del rey no aceptó esta modificación legal y contó con el apoyo de los sectores más tradicionalistas y radicales del absolutismo conocidos como carlistas o apostólicos.

4.4-El proceso de independencia de las colonias americanas.El legado español en América

Durante el reinado de Fernando VII las colonias españolas en América iniciaron un proceso de insurrección que condujo a su independencia.

Las causas:

El proceso de independencia fue protagonizado por la población criolla. Los criollos, influidos por el pensamiento ilustrado y liberal y por la independencia de Estados Unidos, aspiraban a controlar el poder político.


 Se sentían discriminados pues la mayor parte de los cargos administrativos eran ocupados por españoles venidos de la Península y también reclamaban la libertad de comercio que era controlado desde España. Obtuvieron el apoyo de Gran Bretaña, interesada en el comercio y las materias primas americanas.

El proceso de independencia

Se inició durante la invasión napoleónica de España. En América también se formaron juntas locales que, en un principio, también juraron lealtad a Fernando VII, pero a partir de 1810, depusieron a las autoridades coloniales. Esta primera intentona fracasó en casi todas las colonias.

En 1815 se inició la segunda y definitiva fase emancipadora. El general argentino San Martín marchó sobre Chile y luego se dirigió a Perú. El general venezolano Simón Bolívar liberó el Virreinato de Nueva Granada y proclamó el nacimiento de la Gran Colombia. Posteriormente marchó sobre Ecuador, y su lugarteniente, el general Sucre, aliado con San Martín, derrotó a los españoles en Perú. El pronunciamiento de Riego aceleró el proceso ya que las tropas realistas no recibieron refuerzos. El último episodio destacado de la independencia americana fue la derrota de las tropas españolas en Ayacucho en 1824.


En México los sacerdotes Hidalgo y Morelos proclamaron la independencia en 1810 pero fueron derrotados por las tropas españolas. Posteriormente, el general Iturbide se alzó contra el virrey y en 1821 suscribió el Plan de Iguala, logrando México la independencia. En 1823, las actuales Guatemala, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Costa Rica se separaron de México.

Consecuencias de la independencia

- España perdía su imperio colonial salvo Cuba, Puerto Rico y Filipinas.

- España perdía el comercio americano y las remesas de metales preciosos (en especial plata) y los tributos llegados desde las colonias, que dejaron a la Hacienda española al borde de la quiebra.

- Formación de nuevas repúblicas, caracterizadas por su inestabilidad política y por su dependencia económica, primero de Gran Bretaña y, luego, de Estados Unidos.

-Se mantuvo la marginación de la población indígena y mestiza, quedando el control político en los criollos.

-Abolición de la esclavitud en los nuevos países.


5.1Isabel II:las Regencias.Las guerras carlistas.Los grupos políticos,el Estatuto Real de 1834 y la Constitución de 1837

Durante el reinado de Isabel II comenzaron las guerras carlistas. Cuando en 1830nace Isabel II surge el conflicto sobre la sucesión con el hermano de Fernando VIl,

Carlos Maria Isídro. Las leyes de Partidas fueron derogadas por la ley Sálica. Carlos IV las pone en vigor mediante la pragmática sanción, pero fueron publicadas por Fernando VII. Al morir Fernando VII en 1833, le sucedió Isabel II, siendo regente su madre Maria Cristina. Carlos publicó el manifiesto de Abrantes reclamando el trono de España. El carlismo pretendía la vuelta al régimen ("Dios, Patria, Rey y Fueros"). Triunfó en Cataluña, Aragón, el País Vasco y Navarra. Ambos bandos contaron con apoyo exterior. La guerra tuvo varias fases:

• 1ª fase (1833-35): Don Carlos encarga a Zumalacárregui sitiar Bilbao. Los carlistas vencen al general liberal Espartero, pero Zumalacárregui muere y se levanta el sitio.

• 2ª fase (1835-37): Tras dos años de equilibrio en 1837 Don Carlos comienza la "Expedición Real": objetivo Madrid, pero tuvieron que retirarse


• 3ª fase (1838-40): Maroto inicia negociaciones de paz con Espartero (al margen de Don Carlos) y el 29 de agosto de 1839 se firma el convenio de Vergara donde se acuerda el respeto de los fueros y compromiso de incorporar a los militares carlistas a la vida civil y militar. Se originan focos de resistencia carlista.

Cuando Fernando VII muere en 1833, Maria Cristina se encargó de la regencia afrontando la guerra carlista con inclinación hacia el liberalismo, se apoyará en los "espadones" que se acomodaran en partidos políticos que son:

• Moderado: con Cea Bermúdez y Narváez, se apoyaba en las clases altas.

• Progresista: con Espartero, se apoyaba en la pequeña y mediana burguesía

• El partido demócrata: con progresistas radicales, republicanos y socialistas.

La unión liberal: con O'Donnell, un partido centrista Durante la minoría de edad de Isabel II, se sucedieron dos regencias.


• Regencia de Maria Cristina (1833-40): primero con Cea Bermudez como jefe de gobierno y después con Martinez de la Rosa que, en 1834 crea el Estatuto Real. El descontento por el Estatuto Real y la mala situación económica provocan en 1835 revueltos militares que provocan un cambio en el gobierno con Mendizabal, poniendo en marcha la desamortización eclesiástica de 1835.

El motín de La Granja de san Ildefonso en 1836 impone la constitución de 1812 y después la de 1837, de carácter progresista. En 1840 termina la guerra carlista, se aprueba una nueva ley de Ayuntamientos, esto provoca movimientos insurreccionales y M° Cristina la suspende y entrega la regencia de Espartero.

• Regencia de Espartero (1840-43): emprende una política progresista con una nueva desamortización. Por su autoritarismo, en 1843 triunfa un pronunciamiento militar por Narváez. Se adelanta la mayoría de edad de Isabel II y comienza su reinado efectivo con 13 años, se mostrará inclinada hacia los moderados. La década moderada (1844-54):


Con Narváez, se crea la constitución de 1845. Tiene un sistema bicameral. Durante esta época ganaron la 2ª guerra carlista. En los últimos años O'Donnell da un golpe militar en 1854 "La Vicalvarada" con el manifiesto de Manzanares, se inicia el Bienio Progresista (1854-56): Con Espartero de jefe de gobierno y O'Donnell como ministro de guerra, se acometen reformas legales y la desamortización de Madoz en 1855.

En 1856 la situación era muy difícil e Isabel II nombró jefe de gobierno a O'Donnell.

En 1865 surgen "La noche de San Daniel" y la "Sublevación de los sargentos del cuartel de San Gil*. Se firman los pactos de Ostende en Bélgica contra Isabel II. En septiembre de 1868 la armada española dirigida por Topete se sublevó con el apoyo de Prim y Serrano, comenzó la Revolución Gloriosa, con el grito de "Mueran los borbones", Isabel II huyó a Francia, la revolución había triunfado.

5.2 Isabel II:el reinado efectivo.Grupos políticos y las constituciones.

La agricultura era la actividad económica más importante, pero la desigual distribución de la tierra, la ausencia de innovaciones tecnológicas y los bajos rendimientos agrícolas hacían necesario adoptar medidas en el sector agrícola.


Una de estas medidas será la desamortización: la propiedad de la tierra de España estaba en manos de la nobleza y la iglesia, debido a esto, la tierra quedaba inmovilizada. También los municipios eran propietarios de tierras. Como resultado la cantidad de tierra a la que se podía acceder era escasa y cara, como solución surgieron las desamortizaciones: era la expropiación por parte del Estado de tierras eclesiásticas y municipales para su venta en subasta pública. Desamortización de Mendizabal en 1837 durante la regencia de M° Cristina, de carácter estrictamente eclesiastico, los motivos eran reconocer el derecho a la propiedad libre y circulante, aumentar el número de medianos propietarios y disminuir la deuda pública. En la segunda regencia, se efectúa en 1841 la desamortización de Espartero.

Desamortización de Madoz, 1855-67, serán afectados la iglesia y los municipios. Como la situación es menos grave permite: reducir la deuda pública y crear infraestructuras para modernizar la economía. Consiguió la mayor recaudación pero las tierras fueron nuevamente adquiridas por los más pudientes. Los principales compradores fueron las clases medias urbanas, no favoreció al campesino. A lo largo de 1833 y 1843 se produce una cadena de cambios que van a significar la instauración definitiva de una sociedad de clases, está ordenada por riqueza, no por nacimiento.


• La clase alta: acumulo grandes propiedades y controlo el poder político.

• Antigua nobleza: lugar predominante en la estructura social, beneficiada por las desamortizaciones.

• Alta burguesía: vinculada al proceso de modernización económica y progresismo cultural, habitan en los nuevos ensanches de las ciudades. Se sentirán inseguros ante el movimiento obrero y buscan apoyo del ejército

• Ejercito: generales y algunos oficiales se integrarán en la clase alta.

• Iglesia: con pérdidas económicas, pero mantienen su influencia en la educación.

• Clase media urbana: apoyan reformas moderadas, se reúnen en liceos, ateneos, casinos y van a los toros y a la zarzuela.

● Campesinado: 2/3 de la población, llevan una vida dura con bajos salarios, mala alimentación y paro estacional. No salieron beneficiados de las desamortizaciones, muchos se convirtieron en jornaleros.

• Población urbana: clase obrera industrial o proletarios, es escasa, se agrupaban en barrios obreros, las condiciones de trabajo eran muy duras: de 12 a 14 horas diarias, bajos salarios y explotación infantil.


A mediados del s.XIX el 90% de las mujeres trabajaba fuera de casa, sus salarios eran hasta un 50% inferior al de los hombres.

5.3El Sexenio Revolucionario(1868-1874):la Constitución de 1869.Evolución política:gobierno provisional,reinado de Amadeo de Saboya y Primera República

En 1868 la armada española dirigida por Topete se sublevó, con el apoyo de Prim y Serrano. Comenzó la Revolución Gloriosa, Isabel II huyó a Francia. La revolución había triunfado. En un primer momento el poder político fue ejercido por la junta Revolucionaria de Madrid, que confió el poder a Serrano.

La constitución de 1869: es considerada la primera constitución democrática de España; incluye una amplia declaración de derechos, reconoce la soberania nacional, la división de poderes, forma de gobierno monárquica pero el poder del rey está limitado. Una vez aprobada Serrano fui nombrado jefe de gobierno. Prim propuso a Amadeo de Saboya para el trono, aceptó y Prim fue asesinado en un atentado antes de que llegase a España. El rey se encontró con la oposición de los republicanos, carlistas y alfonsinos.


Tuvo que apoyarse en el partido constitucional, liderado por Sagasta y el partido radical, de Zorrilla. Tuvo que enfrentarse a dos graves problemas, la agitación social y la guerra de los 10 años. Tras dos años de reinado Amadeo abdica y vuelve a Italia. Ese mismo día proclamaron la República, que transcurrió desde el 11 de febrero de 1873 a el 3 de enero de 1874, se sucedieron 4 presidentes:

• Figueras: primer presidente de la república, en su mandato el desorden aumentó. En junio abandonó y le sucedió:

• Pi y Margall: tenía el propósito de instaurar una república federal sin embargo no se realizó por qué tuvo que atender los problemas de la guerra carlista y la insurrección cantonal. Estos hechos le obligaron a dimitir y le sucedió:

• Salmerón: la república dio un giro conservador, dimitió en septiembre por negarse a confirmar dos penas de muerte, le sucedió:

• Emilio Castelar: aplico la pena de muerte, llamo al ejercito para imponer orden, reforzo el poder del Estado y suprimió el principio federal. En 1874 el gobierno fue sometido a un voto de confianza y lo perdió.


Surgió el golpe de estado de Pavía y la junta de Capitanes Generales nombró jefe de gobierno a Serrano. El fracaso de la república despertó el deseo de la restauración monárquica. El principal defensor del hijo de Isabel II, Alfonso XII, era Cánovas del Castillo, que intentaba la vuelta de la monarquía por deseo del pueblo, pero el 29 de diciembre de 1874 Martinez Campos proclamó rey a Alfonso XII en un pronunciamiento en Sagunto.

6.1.El sistema canovista:la Constitución de 1876 y el turno de partidos.La oposición al sistema.

Tras la inestabilidad del Sexenio Democrático, la burguesía anhelaba el restablecimiento del orden, necesario para la marcha de sus negocios, que identificaba con la restauración de la monarquía en el hijo de Isabel II, Alfonso XII. El principal valedor de Alfonso XII fue Cánovas del Castillo, quien redactó e hizo firmar al príncipe el Manifiesto de Sandhurst, en el que exponía al pueblo español sus ideales religiosos y sus propósitos conciliadores.


En este contexto, el 29 de diciembre de 1874, tuvo lugar el pronunciamiento del general Martínez Campos en Sagunto en favor de la Restauración Borbónica. En enero de 1875 el nuevo monarca regresaba a España.

6.1.1 El sistema canovista y el turno de partidos

Cánovas del Castillo, aparte de preparar la entronización de la casa de Borbón en España, también diseñó el sistema político por el cual se había de regir la monarquía a partir de entonces (sistema canovista).

Siguiendo el modelo político de Gran Bretaña, la dinámica del sistema de la Restauración para su estabilidad política requería la existencia de dos partidos políticos fuertes y dominantes sobre los demás grupos políticos: bipartidismo.

El primero de estos dos partidos políticos era el Partido Conservador (aunque su nombre real era Partido Liberal Conservador), presidido por el propio Cánovas. Integraba a los antiguos moderados y miembros de la Unión Liberal. Estaba integrado por aristócratas y grandes propietarios y estaba apoyado por los grupos de presión católicos.


El segundo partido era el Partido Liberal (llamado durante un tiempo Partido Liberal Fusionista), dirigido por Sagasta e integraba a los antiguos progresistas, así como a un sector de los demócratas y otros grupos. Estaba apoyado por la burguesía industrial y comercial, funcionarios, profesionales liberales y amplios sectores de la población urbana.

A estos dos partidos se les llamaba partidos dinásticos y eran partidos de cuadros(formados por élites). Ambos monopolizaron las mayorías parlamentarias y se alternaron pacíficamente en el poder siguiendo el denominado “turnismo” o “turno de partidos”, cuyo objetivo era evitar que ninguno de los dos partidos quedara excluido del poder y tuviera que recurrir a los pronunciamientos, asegurando así la estabilidad del sistema político. El turnismo también impedía  el acceso al poder de los grupos hostiles a la monarquía borbónica (carlistas, republicanos, obreros).

El procedimiento del turno de partidos se llevaba a cabo de esta manera:

1-El rey pactaba con los líderes de ambos partidos un cambio del partido al que le correspondía gobernar.


2.- El rey disolvía las Cortes y convocaba nuevas elecciones, que debidamente manipuladas, proporcionaban la mayoría necesaria al partido que empezaba a gobernar.

3.- El partido saliente del gobierno se convertía en oposición, y esperaba hasta que llegaba su nuevo turno.

Debido a la existencia del turnismo, cada uno de los dos partidos aceptaba las principales medidas que tomara el otro cuando tuviese el poder y las diferencias ideológicas entre ambos partidos se hicieron cada vez menores, haciéndose casi imperceptibles.

La manipulación electoral se llevaba a cabo de la siguiente manera: 

1.-Desde Madrid se comunicaba a los gobernadores civiles de las provincias los resultados electorales que se pretendía obtener en ellas.

2.- En cada capital de provincia el gobernador civil elaboraba la lista de los candidatos que debían de salir elegidos (“encasillado”)y daba las instrucciones correspondientes a los caciques locales.


3.- El caciquismo fue el instrumento esencial de la manipulación electoral. Los caciques (normalmente terratenientes) eran personalidades con poder económico e influencias en los pueblos que actuaban para que salieran los candidatos fijados. El cacique manipulaba a todas las personas que dependían de ellos (sus trabajadores, personas que necesitaran una licencia administrativa o un empleo, o bien, personas que no quisieran enemistarse con él) para que votaran al candidato fijado. 

En el caso de que todas estas medidas no tuvieran éxito se recurría al “pucherazo”, que consistía en cambiar antes del recuento la urna verdadera por otra con los votos deseados, o en añadir votos falsos para inclinar el resultado a favor del candidato previsto.

 La capacidad de manipulación y fraude era mucho menor en las ciudades que en el medio rural. 

Debido a todo ello, el sistema político de la Restauración no era más que una fachada institucional para ocultar el verdadero control del poder – económico, social y político –por parte de una reducida oligarquía. 


En 1885 murió Alfonso XII. María Cristina de Habsburgo se convirtió en Reina regente. En estas circunstancias se produjo el Pacto de El Pardo: Cánovas cedió a Sagasta la jefatura el Gobierno, lo que significó la consolidación del régimen. 

La Constitución de 1876

Se caracterizaba por su contenido breve y flexible, basada en la Constitución de 1845 pese contener algunos derechos de la Constitución de 1869. Sus principales rasgos fueron:

-La soberanía era compartida. Residía en la Cortes con el rey.

-Se otorgan grandes prerrogativas al rey: Mantenía el poder ejecutivo, nombraba y separaba libremente a los ministros, sancionaba y promulgaba las leyes y, convocaba, suspendía y disolvía las Cortes.

-Las Cortes eran bicamerales y tenían un poder limitado. 

  .El Senado estaba formado por tres grupos: los senadores vitalicios por derecho propio (alta nobleza, clero, altos cargos de la administración…), senadores vitalicios elegidos por el rey, y senadores elegidos por los mayores contribuyentes y las corporaciones del Estado


. El Congreso de los Diputados era electivo pero la Constitución no definía el tipo de sufragio. A principios de la Restauración  fue elegido por sufragio censitario y, más adelante, por sufragio universal masculino.

-Los derechos fundamentales reproducían en gran parte los de la Constitución de 1869 pero se encontraban más limitados y la mayoría se regularon por leyes posteriores.

-La religión católica era definida como la oficial del Estado y se prohibían las manifestaciones públicas de cualquier otra religión, aunque se reconocía la libertad individual de culto. 

6.1.3 La oposición al sistema

La oposición al sistema de la Restauración estuvo formada por los carlistas,  los republicanos, los movimientos nacionalistas y obrero y campesino.

Los nacionalismos catalán y vasco y el regionalismo gallego

Estos movimientos buscaban en algunos casos objetivos moderados, como la creación de instituciones propias o la consecución de la autonomía administrativa para las regiones; y en otros, más radicales: lograr la independencia de sus territorios, que consideraban auténticas naciones.


El nacionalismo catalán: 

Ya en desde los años treinta, en el contexto del Romanticismo, se había iniciado en Cataluña el movimiento literario y cultural conocido como Renaixença, que trataba de recuperar la lengua y cultura catalanas.

El nacionalismo catalán apareció durante el Sexenio Democrático y era representado por el federalismo, que reivindicaba una Cataluña integrada en un conjunto de estados españoles federados. Ya durante la Restauración, el antiguo político republicano Valentí Almirall fundó el Centré Catalá, que presentó a Alfonso XII el Memorial de Greuges (Memorial de Agravios), una serie de reclamaciones.

En 1891 se fundó la Unió Catalanista que elaboró al año siguiente las Bases de Manresa, documento en el que se proponía la autonomía y el restablecimiento de las instituciones tradicionales catalanas como la Generalitat. En 1901 se fundó el primer gran partido catalanista, la Lliga Regionalista, liderado por Prat de la Riba y Francisco Cambó, de ideología conservadora y apoyado por la burguesía y clases medias catalanas. 


El nacionalismo vasco

Surgió como reacción contra la abolición de los fueros en 1876, tras la tercera guerra carlista. De raíces rurales rechazó el proceso de industrialización porque provocaba la llegada de inmigrantes (a los que denominaba maketos) y una profunda transformación de las viejas estructuras rurales del territorio, hechos que alteraban la identidad del país. El principal ideólogo del nacionalismo vasco fue Sabino Arana, fundador del Partido Nacionalista Vasco en 1895. A partir de este momento el nacionalismo osciló entre las posturas independentistas y las que pedían autonomía. 

El regionalismo gallego

Apareció como una reacción frente al atraso y la marginación de la cultura tradicional gallega, siendo su principal teórico Alfredo Brañas. El regionalismo gallego  se limitó a reivindicar la descentralización administrativa y el uso de la lengua gallega pero no llegó a constituir un partido político fuerte. 


El movimiento obrero y campesino

El proletariado urbano y rural sufría duras condiciones laborales  y de vida que  fueron la causa de los conflictos de los jornaleros andaluces y de los obreros de las principales ciudades industriales. Este movimiento se expandió rápidamente en el último tercio del siglo XIX gracias a la fundación de la Primera Internacional (1864), que difundió las nuevas doctrinas socialistas y anarquistas; el reconocimiento del derecho de asociación que recogía la Constitución de 1869 y la fuerte inestabilidad política de la I República. El movimiento obrero, tras un período de decadencia al principio de  la Restauración, se recuperó tras la creación de la Ley de Asociaciones de 1887 por el gobierno de Sagasta, que legalizaba las organizaciones obreras. 

 Dentro del movimiento obrero español se distinguieron dos grandes tendencias:


-Anarquismo: Alcanzó gran relevancia numérica y social, especialmente entre los trabajadores industriales de Cataluña y los jornaleros de Andalucía. En 1870 se creó la Federación Regional Española de la AIT (Asociación Internacional de Trabajadores), con una fuerte influencia del anarquismo de Bakunin, que propugnaba una sociedad sin autoridad política ni propiedad privada y defendía el colectivismo y la libertad individual, rechazando la participación política. Pronto se constituyeron federaciones locales, especialmente en Cataluña, Andalucía y Valencia. 

El anarquismo español se dividió en dos tendencias: la anarco-sindicalista, partidaria de la creación de sindicatos, y a la que perteneció la Federación de Trabajadores de la Región Española (FTRE) fundada en 1881,  y la partidaria del terrorismo para conseguir el cambio político. Dentro de los atentados terroristas destacaron los de la Mano Negra en Andalucía, el atentado del Liceo en Barcelona (1893) o el asesinato del propio Cánovas (1897). Ante este problema, el gobierno reaccionó con una durísima represión indiscriminada, generándose una espiral de violencia. 


-Socialismo: En 1871 llegó a Madrid Paul Lafarge, yerno de Marx, que se consagró a difundir el criterio de Marx de creación de una sociedad comunista, sin clases ni propiedad privada y que para conseguir dicho objetivo era necesario acceder al poder político.

En 1879 Pablo Iglesias fundó el Partido Socialista Obrero Español, un partido con escasa influencia en sus primeras décadas y que a partir de 1888 se reorganizó y dotó de un sindicato: la Unión General de Trabajadores (UGT). Dicho sindicato empleó la negociación, las demandas al poder y la huelga con el fin de mejorar las condiciones de los trabajadores. En 1910 Pablo Iglesias logró el primer escaño del partido por Madrid. 

Paralelamente a la difusión del movimiento obrero, la Iglesia promovió la creación de cooperativas y círculos de obreros de inspiración católica con el fin de hacer frente a los problemas sociales y frenar el acercamiento de los obreros a las doctrinas socialistas y anarquistas. Sin embargo, la implantación e influencia del sindicalismo católico, apolítico e interclasista, fue siempre menor que la de los sindicatos anarquistas y socialistas.


6.2 Las guerras de Cuba,el conflicto bélico contra Estados Unidos y la crisis de 1898.La guerra que Cuba inició en 1868 por su independencia concluyó con la Paz de Zanjón de 1878, que concedía una amplia amnistía y mejoraba las condiciones políticas y administrativas de la isla. Poco después se abolió la esclavitud. Sin embargo, la insurrección siguió latente por las aspiraciones de los criollos y los intereses de EEUU, que controlaba casi la mitad de las exportaciones de la isla.

En 1893, Antonio Maura, ministro de Ultramar, propuso la autonomía de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, pero este proyecto fue rechazado por el Parlamento. En 1895 se produjo en Cuba el grito de Baire, que reinició la insurrección en Cuba, dirigida por José Martí, Máximo Gómez y Antonio Maceo. Al año siguiente se inició la lucha por la independencia en Filipinas, dirigida por Rizal y Aguinaldo.

Al principio la guerra de Cuba se limitó al enfrentamiento entre las tropas españolas y la guerrilla independentista, pero la injerencia estadounidense fue en aumento bajo la excusa de traer la libertad a la isla, que escondía intereses económicos (compra de azúcar, apertura al mercado cubano de sus productos…)


Para acabar con el problema cubano, el Gobierno español envió un negociador, el general Martínez Campos, que fracasó. Después, al general Weyler, que practicó una fuerte represión, lo que intensificó el conflicto. Tras el asesinato de Cánovas, Sagasta destituyó a Weyler y volvió a ofrecer la autonomía a la isla, pero los resultados fueron estériles.

Los estadounidenses, que apoyaban a la guerrilla cubana, ofrecieron comprar Cuba por 300 millones de dólares, pero el Gobierno español rechazó la propuesta. En febrero de 1898 se produjo la explosión del Mine, acorazado norteamericano fondeado en el puerto de La Habana. Estados Unidos culpó a España de la 

explosión, y aunque el gobierno de Sagasta propuso una comisión para investigarla, el incidente se convirtió en la excusa para declarar la guerra a España.

La prensa presentó el conflicto como una ocasión para demostrar la grandeza de España frente a Estados Unidos, menospreciados como nación joven. Pese a ello, la escuadra norteamericana destruyó a la española en Cavite (Filipinas) y en Santiago de Cuba, produciéndose la derrota española.


A finales de 1898 se firmó la Paz de París, por la que España perdió sus posesiones ultramarinas en América y el Pacífico. Cuba se convirtió en nación independiente, aunque bajo tutela estadounidense, y Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam, situada en el archipiélago de las Marianas, se convirtieron en colonias estadounidenses.

La derrota y la pérdida de las colonias, conocida como el desastre del 98, tuvo numerosas consecuencias para España:

-Consecuencias económicas: se produjo la pérdida de los mercados coloniales y de materias primas baratas como el tabaco y el azúcar. Sin embargo, la industria nacional se recuperó pronto y se produjo la repatriación a España de los capitales situados en América, que dinamizarán la economía en los años posteriores.

-Consecuencias políticas: se criticó severamente la torpeza de los gobernantes, pero el sistema político sobrevivió al desastre. Aumentó el resentimiento de los militares hacia los políticos, al sentirse utilizados, y creció el antimilitarismo popular, lo que provocó el enfrentamiento entre los militares con el pueblo y las organizaciones obreras. El peso internacional de España se redujo aún más y se intentó compensar con el inicio del colonialismo en Marruecos.


-Consecuencias ideológicas: se produjo una auténtica crisis de la conciencia nacional, que se manifestó en la aparición del regeneracionismo y en la actitud pesimista de los intelectuales y escritores de la Generación del 98. El regeneracionismo fue una corriente de pensamiento que defendía realizar reformas con el fin de modernizar a España y acercarla a los países europeos. Su principal representante fue Joaquín Costa. 

-Consecuencias demográficas: se produjo un elevado número de muertos (alrededor de 60.000 muertos).

COMENTARIO DE TEXTO

(CLASIFICACIÓN) 

-Fuente primaria o secundaria.

-Jurídicos, Históricos - literarios, Historiográficos, Hemerográficos.

-Político, Económico, Social, Cultural.

-Autor, Fecha y Contexto.

-Público o Personal.

-Finalidad.

(ANÁLISIS)Estructura de ideas. Resumen.


COMENTARIO DE IMAGEN               COMENTARIO DE MAPA

(CLASIFICACIÓN)                                  (CLASIFICACIÓN)               -Tipo de Imagen         -Tipo de mapa (simbolo,mixta,relleno)

-Localización.                                         -Marco temporal y geográfico. 

-Tipo de fuente.                                    -Naturaleza. 

-Objetivo o Subjetivo.                     (DESCRIPCIÓN) -Describir el fenómeno reflejado

(DESCRIPCIÓN) -Describir la imagen.

(ANÁLISIS) -Explicar el contexto de la imagen.

COMENTARIO DE GRÁFICO

(CLASIFICACIÓN)

-Tipo de gráfico.(barras,lineal,circulo,cuadro estadistico)

-Marco temporal.

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(DESCRIPCIÓN)-Describir datos gráficos.

(ANÁLISIS) -Analizar la evolución de los datos presentados.


Bloque 7 Transformaciones económicas y sociales del siglo XIX

7.1La evolución de la población y de las cuidades.De la sociedad estamental a la sociedad de clases.

A lo largo del siglo XIX la población española pasó de 10,5 millones en 1797 a 15,6 en 1860 y a 18,5 millones en 1900,cifras que suponen un aumento superior al 75%. Las causas más importantes de este crecimiento fueron la desaparición de determinadas epidemias, la mejora de la dieta y la expansión de algunos cultivos como el maíz y la patata. Sin embargo, el crecimiento demográfico español fue uno de los más bajos de Europa debido al mantenimiento durante la mayor parte del siglo XIX de los rasgos típicos de la demografía tradicional: alta mortalidad y elevada natalidad.

En relación con los países del norte de Europa, a finales de siglo, la natalidad española era más elevada y la mortalidad resultaba muy superior a la media europea, incluyendo la mortalidad infantil. La esperanza de vida en España en 1900 era de 34,8 años y en Francia o Gran Bretaña de 45 años. Todas estas magnitudes explican el limitado crecimiento de la población española, que hasta el siglo XX no experimentó la transición hacia una demografía moderna.


El mantenimiento de una elevada mortalidad fue debido a las malas condiciones sanitarias y al impacto de las epidemias, ambas muy relacionadas con la pobreza de la mayoría de la población. Las recurrentes epidemias de cólera, tuberculosis y fiebre amarilla fueron las enfermedades más relacionadas con la falta de higiene. Una mala cosecha era suficiente para provocar una gran escasez de alimentos, la cual, a su vez, conducía al hambre, la desnutrición y a un aumento del número de muertos.

Durante el siglo XIX, y siguiendo la tendencia iniciada el siglo anterior, continuó aumentando el peso demográfico de la periferia en detrimento de la España interior, que tuvo un aumento de población bastante más limitado, a excepción de Madrid. 

A lo largo del siglo XIX el crecimiento urbano fue limitado, debido a la modesta industrialización y al atraso agrario español que obligaba a la mayor parte de la  población a producir alimentos y a quedarse en el campo. Aun así, este crecimiento urbano fue lento, pero constante.


Hasta 1860 las migraciones internas fueron limitadas, pero a partir de esta fecha, la población comenzó un lento éxodo rural que supuso el crecimiento de la población urbana, es decir, de las capitales de provincia y principalmente de Madrid, como capital política y Barcelona y Bilbao, como principales núcleos industriales. En 1836 la población urbana era menos del 10% y 1900 era del 16,6%.

El aumento del tamaño de algunas ciudades obligó a demoler las ciudades de origen medieval y a ampliaciones mediante planes de reformas urbano como los ensanches, barrios burgueses con avenidas amplias, manzanas cuadrangulares y un estilo arquitectónico muy propio. Por ejemplo, el Barrio Salamanca o el ensanche de Barcelona. 

Además, también se realizó la construcción de ferrocarriles, el inicio del alumbrado público y el alcantarillado. A pesar de la creciente urbanización, a principios del siglo XX la mayoría de la población española continuaba siendo rural y un 70% residía en núcleos de menos de 200.000 habitantes. El resultado de esta irregular distribución de la población fue un dualismo muy acentuado entre el campo y la ciudad, origen de numerosas tensiones políticas y sociales. 


En las décadas finales del siglo XIX la tensión entre el aumento de la población y la falta de oportunidades de empleó obligó a muchos españoles a emigrar a ultramar Los principales focos de emigración fueron Galicia, Cantabria, Asturias y Canarias, zonas con falta de tierra y de puestos de trabajo. También Cataluña propició emigración a Cuba debido a sus tradicionales relaciones comerciales.

El destino más importante fue Latinoamérica especialmente Argentina, Cuba, México y Brasil. Hasta el año 1860 se calcula que partieron 200.000 españoles hacia América por las oportunidades del continente y por la facilidad del nuevo  barco a vapor. Los gallegos fueron el contingente más amplio que entre 1853 y 1882 emigraron a América unos 325000 gallegos, cifra que supone el 60% de la población.

Esta emigración a América por razones laborales tuvo su cresta más importante entre 1900 y 1929 con un breve retroceso durante la Primera Guerra Mundial, cuando más de un millón de personas se lanzaron a hacer las américas. 


7.2Las desamortizaciones.La España rural del siglo XIX. Industrialización,comercio y comunicaciones.

La Revolución en Industrial e tradicionalmente se ha estudiado desde el punto de vista del fracaso. Y este fracaso se ve justificado por diversas razones:

La inestabilidad política casi permanente desde principios del s. XIX (Guerra de la Independencia, guerras carlistas…) y la pérdida del mercado colonial con las independencias de América y el desastre del 98; la fuerte dependencia del capital y la tecnología extranjera; la fuerte regionalización, al concentrarse en Asturias, Vizcaya y Cataluña; el papel del Estado, que no invierte el dinero de las desamortizaciones en industria y que con su política proteccionista no incentiva las mejoras; la baja productividad agrícola y el lento crecimiento demográfico, que no crea excedentes, no libera mano de obra y mantiene bajos los ingresos; y la inexistencia de un mercado interior interconectado por la falta de carreteras y el escaso impacto del ferrocarril.


La industrialización española fue tardía e incompleta, hasta mediados del XIX era artesanal y local. El despegue comenzó en la Década moderada, en los cincuenta tuvo un periodo de crisis y en el último cuarto inició la recuperación hasta 1898. Hacia 1839 la industria textil catalana era el único sector que había iniciado la industrialización, gracias al proteccionismo e innovaciones tecnológicas (máquinas de hilar, telares mecánicos a vapor). La Ley de Relaciones Comerciales con las Antillas (1822) le favoreció. La industria siderúrgica inició su desarrollo en Málaga (1830-1850), a mediados de siglo se desarrolló en Asturias y en 1880 se desplazó a Vizcaya, donde aparecieron dos empresas: Altos Hornos de Vizcaya y de Bilbao (fusionadas en 1902), teniendo la primacía del acero. Otras industrias: agroalimentaria, química, papelera y minera. Esta última se impulsó a través de la Ley de Minas (1868) liberalizando el sector, desde 1870 creció enormemente: La Carolina, Riotinto, Almadén…

Un sector deficiente fue la energía. Con la Revolución industrial el carbón se empleó masivamente, pero el español era escaso, de mala calidad y caro. Comenzó el desarrollo de nuevas fuentes de energía (petróleo y electricidad), aunque con escasos efectos sobre la economía española al ser explotados por sociedades extranjeras y exportadas.


España quedó relegada a uno de los últimos puestos europeos debido a: inexistencia de un mercado nacional y escasez de capitales españoles. Las consecuencias: predominio de capital extranjero, limitada a la industria periférica (catalana y vasca) y poco competitiva, lo que obligaba al proteccionismo.

La red ferroviaria fue, sin duda, el gran instrumento de unificación del mercado interior, por la rapidez y abaratamiento que supuso para el transporte de mercancías. El balance hasta 1848 se reducía a la línea Barcelona Mataró. Su gran expansión vino tras la Ley de Ferrocarriles de 1855 que supuso a su vez un obstáculo para la producción férrea española. La Ley de Ferrocarriles permitía la exención arancelaria para las importaciones de material ferroviario, más barato que el español por el que tuvo mucha importancia las compañías extranjeras.

Sin embargo, la crisis financiera de 1866 supuso un período de paralización de construcción ante la evidencia de la escasa rentabilidad que tenían las inversiones ferroviarias. Durante la Restauración la construcción de la red de ferrocarriles tiene un nuevo y casi definitivo impulso hasta 1896. De forma complementaria a las líneas ferroviarias se desarrollaron otros medios de transporte, como las carreteras, así como los puertos de mar y otros servicios.


Esto unido a otras medidas legales que derogaron leyes del antiguo régimen como la supresión de los impuestos de paso

crearon un mercado interior.

El problema fue que se tomó como centro Madrid lo que dificultaba las comunicaciones entre zonas industriales como Barcelona y Bilbao. En segundo lugar, fijo un ancho más grande que el resto de las mayorías líneas europeas lo que dificultaba los intercambios con el resto de los países. El otro problema radica en la oportunidad pérdida para la industrialización para España al quitar los aranceles los productos extranjeros.

España practicó una política proteccionista (fabricantes de algodón catalanes, cerealistas castellanos e industriales siderúrgicos vascos). Pero los defensores del librecambismo querían reducir la intervención del Estado, dejando al mercado libre. España pasó de un alto proteccionismo (Arancel de 1826), a una reducción a mediados de siglo, a una política relativamente librecambista (Arancel Figuerola-1869), volviendo al proteccionismo en la Restauración. El sector financiero jugó un papel básico en la industrialización y economía. Con Fernando VII se creó el Banco de San Fernando (1829) y la Bolsa de Madrid (1831).


La Ley de Bancos y Sociedades de Crédito (1856) inició la modernización del sistema bancario; nace el Banco de España (1856) y entidades como el Banco de Santander (1857), Banco de Bilbao (1857) y Banco Hipotecario (1872). Pero hasta los años treinta circulaban monedas distintas obstaculizando el comercio. En 1868 se instauró la peseta como moneda oficial, logrando la unidad monetaria.

Bloque 8 El reinado de Alfonso XIII

8.1La crisis de la Restauración:intentos regeneradores y oposición al régimen.

El 17 de mayo de 1902 Alfonso XIII es proclamado rey. Rasgo de su reinado fue su protagonismo político, unido a la desaparición de Cánovas y Sagasta, la inestabilidad política y el protagonismo militar. La primera etapa de su reinado estuvo marcada por el regeneracionismo, corriente ideológica que denunció el sistema político de la Restauración, y realizó propuestas para la modernización política, social y económica del país... Hubo un regeneracionismo desde dentro del sistema de la Restauración o revisionismo (Maura, Canalejas), y otro opuesto al sistema (socialistas, anarquistas, republicanos, carlistas y nacionalistas). 


Los intentos de regeneración del sistema y su fracaso se produjeron de 1902-1914. Hay intentos de modernización promovidos por los partidos dinásticos del turno, Conservador y Liberal. Éstos introdujeron cambios desde el gobierno a través de proyectos revisionistas que buscaban distintos objetivos como atajar los problemas sociales y democratizar el sistema, pero no se atrevieron a acabar con el caciquismo y la manipulación electoral por la fragilidad de la situación.

Silvela lideró el Partido Conservador tras el asesinato de Cánovas. En sus cortos gobiernos inició una política reformista, para ello creó los ministerios de Instrucción Pública y de Agricultura, reformó la Hacienda y retomó la legislación social iniciada en la I República. Maura le sucedió en 1903 y protagonizó el revisionismo conservador; presidente en el Gobierno corto (1903-1904) y en el Gobierno largo (1907-1909). Maura tenía la idea de la revolución desde arriba para que no lo cambiase una revolución desde abajo. Su programa se basó en el conservadurismo católico de masas, en conectar la monarquía con la realidad social, en incorporar otras fuerzas políticas al sistema, y en una política exterior nacionalista y de expansión en Marruecos para olvidar el 98. Aprobó la Ley de Huelga y Reforma Electoral (1907) que no consiguió ni acabar con la corrupción ni democratizar el sistema político, pero que hizo más difícil el fraude electoral.


También intentó reformar la economía, y en el terreno social aprobó leyes, pero siempre con una defensa del orden social duro, como demostró en los sucesos del Semana Trágica de Barcelona (1909) cuya brutal represión fue la causa principal de la caída del gobierno conservador. 

Entre 1910 y 1912 Canalejas formó un nuevo gobierno liberal, con un programa para modernizar la política y atraer a ciertos sectores populares a partir de un mayor reformismo social. Admitía la intervención del Estado en la economía y la sociedad. Además, quiso limitar el poder de la iglesia con la ley del candado (1910), donde aprobaba la separación de Iglesia y Estado. Por otra parte, fue sensible al problema de las autonomías regionales, especialmente la catalana porque consideraba que su incorporación ayudaría al estabilizar el sistema. Así nació el Proyecto de Ley de las Mancomunidad que daría a Cataluña la posibilidad de gestionar algunos servicios públicos. Pero este proyecto y otros fueron suspendidos por su asesinato.

La crisis del sistema de la Restauración vino con la muerte de Canalejas. Los dos partidos sufrían una fuerte crisis de liderazgo y de relación entre ellos, al tiempo crecía la oposición de republicanos, socialistas y nacionalistas. Comenzaba así un enfrentamiento real entre los dos partidos, y la alternancia a partir de ahora se producía por mandato real.


El republicanismo fue la principal fuerza de la oposición desde inicios del siglo XX, pero tuvo el problema de su división en grupos. Para evitar eso nacería en 1903 la Unión Republicana De Salmerón y Lerroux. Sin embargo, Lerroux se fue y creo el Partido Radical marcado con un claro carácter anti catalanista que con un discurso

anticlerical y supuestamente revolucionario logró apoyos de las clases populares catalanas. Después de la semana trágica moderó su discurso y se trasladó a Madrid. A excepción de Lerroux la colaboración del republicanismo con el

PSOE creo la Conjunción republicano-socialista. En 1912 nacería un partido nuevo, el Partido Reformista de Álvarez,pero nunca llegó a ser una formación numerosa y evolucionó hacia posiciones monárquicas.

En Cataluña destacó el predominio de la conservadora Liga Regionalista de Prat de la Riba y Cambó que obtuvo notables éxitos y gobernó la mancomunidad entre 1914 y 1923. Paralelamente se fue consolidando un catalanismo de adscripción republicana, pues se crearos un gran número de partidos republicanos catalanes. Todos fracasarían, hasta que Esquerra Republicana de Catalunya gane las elecciones de 1931.


Al comenzar el siglo XX el PSOE era una fuerza relativamente pequeña, pero fue aumentado. Tenía unas directrices claras: no participar en grandes acciones revolucionarias para no poner en peligro al partido, diferenciarse de los partidos burgueses o aprovechar las oportunidades de las elecciones. Pasó de 3000 afiliados a 30000 en 20 años. La UGT creció más y fue partidario de la acción política para conseguir mejoras laborales o reformas sociales con un Largo Caballero que llegaría al cargo de secretario general en 1918. El estallido de la Revolución Rusa dio disidencias en la línea del PSOE, ya que algunos estaban a favor de llevar a cabo la línea bolchevique y se escindieron en 1921 creándose el Partido Comunista en España.

Por parte de los anarcosindicalistas, en 1910 nace la Confederación Nacional de Trabajadores (CNT) que llegó a ser el sindicato mayor de España, con gran crecimiento tras la Primera Guerra Mundial. Se definía como revolucionaria y defendía la huelga y el boicot hasta proceder a la huelga general revolucionaria.


8.2El impacto de los acontecimientos internacionales:Marruecos,la Primera Guerra Mundial y la Revolución rusa.

La primera etapa del reinado de Alfonso XIII estuvo marcada por el regeneracionismo. La muerte de Canalejas (1912) truncaría el espíritu regeneracionista abriendo un periodo de inestabilidad hasta la dictadura de 1923. La ruptura del turno pacífico, junto a la descomposición del caciquismo, presentaba otras opciones políticas como alternativas.

A partir de 1900 España consolidó su penetración en el norte de África. En la Conferencia de Algeciras (1906) a la que acudieron diversos países europeos y en el posterior Tratado hispanofrancés (1912) se estableció un protectorado franco-español en Marruecos. A España le correspondió el territorio del Rif. España sobre todo buscaba recuperar su prestigio internacional. En 1909 los rifeños infligieron una importante derrota a las tropas españoles. Se decidió entonces aumentar el número de reservistas y se dispuso que partieran algunos regimientos desde Barcelona. Así se llegó a la Semana Trágica de Barcelona, una huelga de protesta ante la salida de soldados que acabó en una revuelta popular y acabó siendo un estallido espontaneo de todas las tensiones sociales acumuladas.


Las autoridades respondieron declarando el Estado de Guerra y enviando refuerzos para reprimir las manifestaciones. La represión posterior fue muy dura por parte del gobierno de Maura. La represión de la Semana Trágica levantó una oleada de protestas por su violencia y arbitrariedad, que provocó el fin del gobierno de Maura.

Por otra parte, en todo el mundo entre 1914 y 1918 se dio lugar la Primera Guerra Mundial. Coincidirá con el gobierno de Dato en España quien declararía la neutralidad. La opinión pública se dividió entre aliadófilos y germanófilos. Una situación que supuso una extraordinaria oportunidad para la economía del país. La guerra en Europa permitió exportar productos industriales y agrarios a los combatientes por los cuales estaban dispuestos a pagar altos precios. Los industriales vascos y catalanes hicieron grandes negocios, por lo que la clase burguesa fue la gran beneficiada. Sin embargo, al exportar tantos productos los productos en España subieron de precios, incluso hubo escasez de algunos productos básicos en el interior convirtiéndose en un problema para las clases populares. El empeoramiento del nivel de vida para la clase obrera acabaría en el movimiento huelguístico de 1917.


La crisis de 1917 fue una crisis generalizada en la que se vieron implicados militares, partidos de la oposición y organizaciones obreras. Podemos encontrar tres grandes conflictos, el militar, el político y el social. La crisis militar fue producida por el descontento de con sus salarios y el sistema de ascensos que favorecía a los africanistas.

Aparecieron así las Juntas Militares de Defensa, que en su inicio serían ilegales. La Ley del ejército (1918) contaría con el apoyo del rey y se legalizarían. Con estas se consiguió que el Ejército volviera al panorama política y sus salarios se vieron ajustados a las condiciones propuestas; la crisis política se vio provocada gracias a las decisiones del gobierno de Dato como la censura de la prensa y el cierre de las cortes que hicieron a Cambó, líder de la Lliga,convocar a una Asamblea a los parlamentarios catalanes. Éstos exigirían reformas constitucionales y la autonomía de Cataluña. A l mismo tiempo, Dato convocaría a los parlamentarios españoles en la conocida como Asamblea de Parlamentarios en Barcelona. Ratificaron los acuerdos anteriores, firmaron los catalanistas, republicanos y socialistas. El gobierno declaró inconstitucional la asamblea y el movimiento fue disuelto; la crisis social, manifestada en la huelga general indefinida convocada por la UGT y CNT debido a la inflación y las pésimas condiciones de vida de los trabajadores.


No contarán con el apoyo de las Juntas Militares, ni con el de la Asamblea, siendo disuelta por el gobierno provocando decenas de muertos en el país.

Las protestas huelguísticas continuaron destacando Barcelona. En Andalucía la situación de miseria del campesinado reforzada por el aumento de los precios dio paso al trienio bolchevique (1918-1921). Se quemaron cosechas, se ocuparon tierras y muchos municipios llegaron a estar controlados por los Comités de Huelga, siendo Córdoba el máximo referente del movimiento. La declaración del Estado de guerra, la ilegalización de las organizaciones obreras y la detención de sus líderes pusieron fin a la rebelión.

Tras el parón por la Primera Guerra Mundial, el gobierno decidió completar la ocupación efectiva del territorio ante la presión francesa. De julio-agosto de 1921 tuvo lugar el desastre de Annual, los españoles dirigidos por el general Silvestre fueron derrotados por las tropas rifeñas. El desastre de Annual acarreó una serie de consecuencias: políticas, búsqueda de culpables (Expediente Picasso), salpicando incluso al rey y por tanto al sistema; sociales, la impopularidad de la guerra favoreció el odio del pueblo contra el sistema; militares, el descrédito de las Juntas de Defensa que desaparecieron en 1922.


Días antes de que el informe elaborado por la comisión de responsabilidades llegase a las Cortes, Primo de Rivera dio un golpe de Estado por el que se imponía una dictadura militar como solución a los problemas del régimen. 

8.3La Dictadura de Primo de Rivera y el final del reinado de Alfonso XIII

Durante el reinado de Alfonso XIII (1902-31), concretamente desde 1917, el régimen de la Restauración entró en crisis. En los años siguientes era difícil formar mayorías en el Parlamento, ocasionando crisis de gobierno. Aumentó la conflictividad social. El 13 de septiembre de 1923 Primo de Rivera dio un golpe de Estado, que fue reconocido por Alfonso XIII mandándole formar gobierno sin contar con el Parlamento. La indecisión del gobierno y la poca confianza de Alfonso XIII en el sistema constitucional hicieron que el golpe de estado no tuviese prácticamente oposición.

Primo de Rivera y los sectores que le dieron apoyo (militares, algunos políticos, alta burguesía, el Partido Socialista, la UGT) defendieron su acción como una solución para poner fin a la crisis política y a la conflictividad social que atravesaba el país. La dictadura iba a ser algo provisional para solventar los problemas del sistema. El dictador presentaba un claro componente populista, con el fin de ganarse la adhesión popular, la opinión pública se posicionaría a su favor.


La dictadura de Primero de Rivera atravesó dos momentos. Hasta 1925 gobernó el Directorio

Militar y a partir de esa fecha el Directorio Civil.

Las primeras medidas del Directorio Militar mostraron su carácter dictatorial con la suspensión del régimen constitucional, se proclamó el Estado de guerra (casi dos años), la disolución de las cámaras, la prohibición de las actividades de los partidos políticos y los sindicatos. 

Se ilegaliza el PCE y la CNT, persiguió cualquier nacionalismo y prohibió hablar en catalán en público. Todo ello acompañado de la sustitución en la política de civiles por militares y una represión contra el obrerismo. Trató de hacer una reforma de la administración con el Estatuto Municipal (1924) que dio paso a una administración sometida y centralizada, con la que se alejaría de su promesa de acabar con el sistema caciquil. En 1924 se crea la Unión Patriótica, único partido político que serviría de propaganda para ganar apoyos. Con el Estatuto Provincial de  1925 se aprueba la disolución de la Mancomunidad Catalana, que provocaría grandes revueltas en Cataluña. Además, Primo asumió el Alto Comisariado de Marruecos en 1924 y junto a Francia en 1925 desembarcó en Alhucemas que se saldó con un gran éxito. Tras varias derrotas Marruecos se rindió a Francia y 1927 España daba por controlado su protectorado.


En diciembre de 1925 se constituyó el Directorio Civil. Tras los éxitos económicos y políticos, Primo de Rivera intentó consolidar el régimen a imitación del fascismo italiano, dictaduras autoritarias y de corte corporativo. Convocó una Asamblea Nacional Consultiva, que llegaría a presentar un proyecto de Constitución de 1929, ya que entre sus pretensiones se encontraba alargar esta dictadura, pero no llegó a promulgarse, pues no tenía plenos poderes.

En esta etapa de bonanza económica, se llevó a cabo un intervencionismo estatal y un nacionalismo económico, creando grandes monopolios estatales como CAMPSA o Telefónica. Se acometió la ejecución de obras públicas (carreteras, ferrocarriles…) una reforma fiscal que introducía la declaración sobre la renta. En política social, se puso en marcha la Organización Corporativa del Trabajo, una especie de sindicato oficial, y se creó el Consejo Nacional del Trabajo. 


La oposición a la dictadura aumentó en 1929 tras las consecuencias económicas del crac del 29. Ésta estuvo integrada por algunos líderes de los partidos dinásticos (Derecha Republicana Liberal de Alcalá Zamora), los republicanos (Alianza Republicana de Manuel Azaña), los nacionalistas (ERC y ORGA), los comunistas (PCE), los anarquistas (CNT), determinados sectores del ejército y la casi totalidad de los intelectuales. Los partidos dinásticos consideraban que la dictadura duraba demasiado, los intelectuales critican la censura…La oposición más dura vino de los republicanos y nacionalistas, especialmente catalanes. En 1928 el PSOE empezó a pensar en una solución republicana, y lo mismo proponían CNT y PCE. También contribuyeron a la caída de la dictadura los intelectuales y el ejército peninsular. El ejército peninsular descontento por el favoritismo hacia los militares africanistas se pondría en contra de la dictadura y del monarca.

Cada vez más aislado políticamente, el 28 enero 1930 Primo de Rivera presenta la dimisión al Rey. En el final del reinado de Alfonso XIII (1930-1931), el rey decidió restablecer el viejo sistema parlamentario, pero los dos gobiernos que se sucedieron ni restablecieron la Constitución de 1876 ni convocaron elecciones generales.


El rey encargó formar gobierno al general Dámaso Berenguer; pero la complicidad del Rey con la dictadura alentó el crecimiento republicano, y las fuerzas políticas republicanas y nacionalistas firmaron el Pacto de San Sebastián, con un comité

revolucionario al que se unieron PSOE y UGT, tenían como objetivo instaurar una república democrática y el Estatuto de Autonomía de Cataluña. Éstas fueron apoyadas por intelectuales y respaldadas por acciones del ejército. Tras la dimisión de D. Berenguer, el nuevo gobierno del almirante Aznar convocó elecciones municipales el 12 de abril. Acudieron en coalición los firmantes del Pacto de San Sebastián, con un resultado favorable que desencadenó la abdicación del rey y la proclamación de la II República.

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