Evolución de la Generación del 27: Etapas, Influencias y Legado
Enviado por Chuletator online y clasificado en Lengua y literatura
Escrito el en español con un tamaño de 6,08 KB
Primera Etapa: Vanguardismo y Poesía Pura (Años 20)
Abarca los primeros años veinte, bajo la influencia de las vanguardias y de la poesía pura de Juan Ramón Jiménez. Se caracteriza por la obsesión estética, que pretende conseguir la belleza total del poema, la depuración del lenguaje, la experimentación y la falta de sentimentalismo. Pronto se deja sentir el influjo de las primeras vanguardias: ultraísmo y creacionismo. Gerardo Diego es uno de los poetas más significativos de estos movimientos. En Imagen y en Manual de espumas, compuestos entre 1918 y 1922, encontramos esa poesía de libre imaginación, al margen de toda lógica: una poesía que quiere “crear” una realidad autónoma. A la misma línea vanguardista corresponden la Fábula de Equis y Zeda y los Poemas adrede. En la línea del futurismo están varios poemas incluidos en la obra Cal y canto, de Rafael Alberti; o algunos de los poemas pertenecientes a los primeros libros de Pedro Salinas, Presagios, Seguro azar y Fábula y signo, en los que aparecen temas de raíz futurista: la máquina de escribir, el radiador de calefacción o la bombilla eléctrica. A la vez, el magisterio de Juan Ramón los orienta hacia la “poesía pura”. El gran instrumento de este arte “puro” es la metáfora, con audacias nuevas que han aprendido de Ramón Gómez de la Serna o de otros vanguardistas. Se percibe el poso de la lírica tradicional; sobre todo en los primeros libros (Marinero en tierra de Rafael Alberti, Versos humanos de Gerardo Diego, Romancero gitano de Federico García Lorca, etc.), buscan la perfección de los clásicos, en especial de Góngora, que les inspira profundamente durante algún tiempo.
Segunda Etapa: Rehumanización y Surrealismo (A partir de 1928)
A partir de 1928, las circunstancias históricas de España llevan a la mayoría de los autores a intervenir en política; algunos se unieron a partidos políticos y colaboraron con iniciativas culturales de izquierda. Se inicia así un proceso de rehumanización que intensifica el compromiso social de los poetas de la Generación del 27 y hace que se interesen por la lírica de Antonio Machado, alejándose de la obra minoritaria y hermética de Juan Ramón Jiménez. Esto coincide con la irrupción del surrealismo, se utilizan temas propios de este “ismo” (la libertad, el amor, los sueños, la angustia existencial...) y se elaboran imágenes insólitas.
La influencia directa de Pablo Neruda fue relevante en el cambio de actitud de la generación. Aprovechó los acontecimientos políticos de España para apoyar, en su revista Caballo verde para la poesía, un manifiesto a favor de una “poesía impura como un traje, como un cuerpo, con manchas de nutrición y actitudes vergonzosas...”
Tercera Etapa: La Poesía de la Posguerra y el Exilio
Tras la Guerra Civil, el grupo se dispersa. Algunos poetas han muerto (García Lorca), otros permanecen en España (Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre y Gerardo Diego), otros se exilian (Rafael Alberti, Luis Cernuda, Pedro Salinas...) y reflejan en sus obras la nostalgia de una tierra perdida y lejana. La evolución personal de cada uno les encamina hacia estéticas muy distintas, todos coinciden en retomar los temas humanos, ahora agudizados por el sufrimiento de la guerra y sus consecuencias inmediatas (exilio, censura, miseria). En el exilio, el mismo Guillén, iniciará en 1950, con Clamor, un nuevo ciclo poético, atento al dolor humano. En él y en otros poetas hay imprecaciones contra los vencedores. Con el tiempo, la nota dominante en ellos será la nostalgia de la patria perdida. En España, la poesía deriva hacia un humanismo angustiado, cuya muestra más intensa es Hijos de la ira de Dámaso Alonso, escrita en 1944. Poco después, Vicente Aleixandre comienza a escribir Historia del corazón. Todos ellos siguieron en plenitud creadora hasta edad avanzada. La concesión del Premio Nobel de 1977 a Aleixandre fue la confirmación de la importancia de todo un grupo que ha dado a la lírica española una nueva Edad de Oro.
Miguel Hernández: El Epílogo de la Generación del 27
Miguel Hernández pertenece por edad a la Generación del 36, pero a causa de su prematura muerte y de sus afinidades personales y poéticas con algunos autores del 27, puede ser incluido junto a ellos. Nació en Alicante en una familia humilde dedicada al pastoreo. Estudió solamente dos años en el colegio Santo Domingo, porque tuvo que ayudar a su padre con el rebaño de cabras. Aun así, siguió leyendo y formándose por su cuenta. Decidió marcharse a Madrid para probar suerte como poeta. Allí conoció a los autores del 27. Su primer hijo murió al poco de nacer. Tuvo otro hijo al acabar la guerra, pero Miguel Hernández fue encarcelado. Murió de tuberculosis en la cárcel en 1942.
Obra de Miguel Hernández
- Desde joven, fue conocido como el pastor-poeta, aunque poco a poco se fue ganando la admiración y el respeto de todos.
- En 1933 publica su primera obra, Perito en lunas.
- En 1936 llega El rayo que no cesa, formado en su mayoría por sonetos vitalistas y amorosos. Además, el libro incluye la gran Elegía a Ramón Sijé, dedicada a su amigo fallecido.
- Comienza la Guerra Civil y el autor se alista voluntario en el Quinto Regimiento. Su lenguaje se vuelve más sencillo y accesible para todo el mundo.
- Publica Viento del pueblo (1937), de temática social y El hombre acecha (1939).
- En la cárcel compone el Cancionero y romancero de ausencias (1938-41), donde se rebela contra la injusticia. Son poemas intimistas y conmovedores.
Miguel Hernández es el primer poeta del siglo XX en España que se ocupa de temas sociales en su poesía.