Evolución de los Formatos de Video Profesional: Del Tubo al Digital
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Inicios de la Grabación de Video
En los inicios, la televisión era en directo debido a la imposibilidad de grabar la señal. Se desarrolló primero la grabación de audio, antes de que se pudiera grabar la señal de video, que por su complejidad era más difícil de almacenar. La señal de audio sí se podía grabar; los primeros magnetofones eran de bobina abierta, pero la de video no se logró grabar hasta la década de 1950.
Los Primeros Magnetoscopios
Los primeros magnetoscopios que pudieron grabar la señal de video fueron desarrollados por AMPEX. Crearon un magnetoscopio llamado de dos pulgadas, que hace referencia al ancho de la cinta. Este era un magnetoscopio de bobina abierta (cinta enrollada en una bobina que se enrollaba por los distintos cabezales, recogiendo la cinta hasta pasarla a la segunda bobina) de funcionamiento similar a los magnetofones de audio. No era portátil, primero por su peso y luego por su forma de trabajar. Uno de los problemas era que una mota de polvo podía provocar daños en la cinta: fallos, drop-out…
Este sistema estructuraba la información en la pista de manera longitudinal. Para grabar las pistas de video, se grababa en pistas transversales, ligeramente inclinadas, en las que se iban almacenando porciones de información de video. Esto es lo que se llama exploración transversal.
El problema que se encontraron al intentar hacer formatos más pequeños fue que esas pistas de video no se podían cortar.
Exploración Helicoidal y el Formato de Una Pulgada
La reducción del ancho de cinta llegó con la exploración helicoidal, inventada con el formato llamado de una pulgada. Este formato, que ha llegado hasta prácticamente nuestros días, era de altísima calidad, pero muy caro y pesado. Se utilizaba para el pase de películas y capítulos de series. La copia de cinta de las películas funcionó durante muchos años en este formato. El formato de una pulgada era muy similar al cuádruplex. Había que enhebrarla a mano, darle un par de vueltas y al play para que enganchara. Los magnetoscopios de una pulgada en Canal 9 se han estado utilizando hasta hace 4 o 5 años.
Grabación Helicoidal
¿Cómo se consiguió reducir ese ancho de cinta? Mediante un sistema llamado de grabación o lectura helicoidal, que se ha utilizado en todas las cintas y formatos hasta la actualidad, incluyendo los sistemas de grabación actuales. Se mantienen las mismas pistas de audio (CH1 y CH2), pero se inclinan las pistas de video para que tengan la longitud suficiente para almacenar la información. Al inclinarlas, se puede reducir el ancho de cinta. Para ello, la cinta debe pasar más rápido. Al inclinar, reducimos el ancho, pero no cortamos las pistas, solucionando así el problema. Se llama helicoidal porque la cinta se enhebra por los diferentes cabezales y adopta la forma de una hélice. Al pasar por el rodillo, el cabezal debe tener la misma inclinación que la pista de video.
El Formato U-matic y la Revolución Portátil
Un paso importante fue la invención de un magnetoscopio considerado portátil por parte de Sony: el U-matic 3/4 de pulgada. Este formato introduce la cinta dentro de un caset, una carcasa protectora que alberga las dos bobinas y evita la manipulación manual. Los equipos empiezan a ser portátiles, aunque no lo suficientemente ligeros para unificarlos en un camascopio, por lo que se trabaja con una cámara independiente, llevando una bandolera. Nace la cámara con magnetoscopio en bandolera. Esto supuso una revolución en la época y se siguió utilizando hasta hace poco. Se considera que con el U-matic nace la filosofía ENG (Electronic News Gathering), que permitía al reportero salir a la calle, aportando frescura a los informativos.
Betacam y la Consolidación del ENG
Esta filosofía se consolida con el BETACAM, también inventado por Sony, y perfeccionado poco después con el BETACAM SP. Este magnetoscopio podía leer cintas del formato anterior, pero no viceversa (compatibilidad hacia abajo). La revolución: cámaras ligeras (18 kg) que permitían formar camascopios: una cámara con un magnetoscopio para poder llevarla al hombro. Con una reducción del tamaño de cinta a media pulgada, este formato se convirtió en estándar durante muchos años en televisiones de todo el mundo. Compitió con varios productos similares, pero quedó como vencedor. Esto generó muchos beneficios a Sony por la venta de cintas.
La Era Digital
La digitalización marca un momento clave. El paso de información analógica a digital permite cambiar el formato y es importante para la competencia, ya que supone la renovación de productos. Matsushita dedicó todos sus esfuerzos a ser competitivo en este nuevo mercado.
La Batalla de los Formatos Digitales
Formatos propuestos por Sony y Matsushita
Para ganar esta batalla, se optó por la especialización, con distintos formatos según la calidad. Matsushita propuso el DVCPRO, seguido del DVCPRO 50 y el DVCPRO HD, manteniendo la compatibilidad hacia abajo y con el formato doméstico. Todos se basan en una cinta de ¼ de pulgada. Otro formato, no compatible con los DVCPRO, fue el HDD 5.
Sony lanzó el BETACAM SX, con el mismo ancho de cinta que el BETACAM (media pulgada) y compatibilidad hacia abajo. Esto era difícil, al combinar formatos analógicos y digitales. Sony lo logró creando un magnetoscopio que combinaba un lector digital con uno analógico. Para las empresas que debían cambiar al sistema digital, este formato permitía trabajar con ambos sistemas sin renovar su archivo. Por ello, muchas optaron por el BETACAM SX. Sin embargo, las televisiones nuevas optaron por formatos de Panasonic, al ser más económicos y no tener un archivo que mantener.
De las televisiones clásicas, solo Telecinco se atrevió a cambiar el formato, lo que les provocó problemas al transformar el archivo.
Sony también creó el BETACAM DIGITAL para el mercado profesional más exigente, con compatibilidad hacia abajo y mayor calidad, para series y películas para televisión.
Las Tarjetas de Memoria
Aunque no era lo más habitual, las tarjetas de memoria ofrecían ventajas respecto a las cintas: facilitaban el montaje, eran más ligeras y multiformato. La gran ventaja de las tarjetas es que son reutilizables y no se desgastan. Sin embargo, esto retrasó su implantación, ya que empresas como Sony y Matsushita no querían perder el negocio de las cintas.
En la guerra de las tarjetas, el formato P2 de Matsushita competía con el SXS de Sony. Matsushita parecía mejor posicionada.