Evolución Económica de Alemania (1815-1914)

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Introducción

El territorio alemán, limitado por el río Rin, se encontraba fragmentado en términos religiosos y de desarrollo. El norte era predominantemente protestante, mientras que el sur era católico. Los territorios más desarrollados se encontraban al este, y los menos desarrollados al oeste. La evolución económica alemana entre 1815 y 1914 se puede dividir en dos etapas principales.

Etapa 1 (1815-1833): La Fragmentación y las Reformas

Tras la invasión napoleónica y la disolución del Sacro Imperio Romano Germánico, el Congreso de Viena (1815) reorganizó Europa, dejando a Alemania dividida en 39 estados con diferentes formas de gobierno. Entre estos estados, destacaban Austria y Prusia. Alemania era un país principalmente rural, y el rechazo a la ocupación francesa impulsó un sentimiento nacionalista.

Karl Von Stein, presidente del gobierno, implementó reformas significativas:

  • Administración independiente de la política.
  • Abolición de las estructuras gremiales y de la servidumbre, estableciendo la igualdad de los ciudadanos ante la ley.
  • Soberanía popular para la elección de alcaldes.
  • Reforma del ejército.
  • Creación de un sistema educativo moderno, obligatorio y de calidad.

Una reforma agraria distribuyó la tierra: en las zonas con derecho a la transmisión, un tercio para la aristocracia (junkers); donde no existía tal derecho, la mitad para la aristocracia y el resto para el campesinado. Esta reforma aumentó la productividad de la tierra y la mano de obra. Los junkers, antiguos aristócratas, introdujeron métodos modernos en las nuevas tierras, orientando las empresas agrícolas hacia el mercado. La liberación de las tierras fue efectiva y rápida.

Etapa 2 (1834-1870): La Unión Aduanera y el Desarrollo Industrial

La división territorial planteaba problemas debido a las diferentes monedas, unidades de medida y leyes. En 1828, Prusia comenzó a firmar acuerdos comerciales, estableciendo una unión aduanera. Sin embargo, las diferencias monetarias causaban pérdidas comerciales. En 1832, el tratado de Zollverein eliminó este problema al permitir la libre circulación de capital. Los estados alemanes se unieron gradualmente al tratado, excepto Austria. Se estableció un consejo consultivo donde cada estado enviaba representantes, y las decisiones se tomaban por unanimidad.

En cuanto a los transportes, la primera línea de ferrocarril minero se inauguró en 1835, y la primera de pasajeros en 1837. La extensa red de ferrocarriles y carreteras, financiada por la administración, impulsó el desarrollo, especialmente en la zona occidental. Esta revolución en los transportes creó un gran mercado interno y estimuló industrias como la del carbón.

En 1864, la anexión de dos estados dio acceso al comercio en el Mar Báltico. El Tratado Cobden-Chevalier, firmado con Gran Bretaña (y del cual Francia también se benefició), junto con el Zollverein, priorizaba los productos franceses sobre los austriacos, lo que desencadenó una breve guerra comercial (Guerra de las Siete Semanas). Posteriormente, Austria se unió a la unión aduanera. En 1870, se creó el marco como moneda única y se desarrolló la gran banca moderna.

Etapa 3 (1870-1914): El Auge Económico del Imperio Alemán

La victoria de Prusia en la guerra franco-prusiana (1870) resultó en la anexión de Alsacia y Lorena, una indemnización de 5 millones de francos en oro de Francia y la abdicación de Napoleón III. En 1871, Alemania unificó sus estados, marcando el inicio de un período de rápido desarrollo económico. La indemnización francesa se utilizó para construir infraestructuras, mejorar el sistema bancario (con la creación del Deutsche Bank) y establecer el marco como moneda única.

La Gran Banca de Inversión Industrial proporcionó financiación para la investigación, dotando a las empresas de capital fijo. Los cárteles, especialmente en los sectores del carbón, el acero y la potasa, cobraron importancia, facilitando la adopción de avances técnicos. Alemania exportaba nueve veces más de lo que importaba, aplicando una política de dumping (discriminación de precios) que le permitió aumentar su cuota de mercado exterior, especialmente en América del Sur.

El descubrimiento del petróleo en 1869 impulsó el desarrollo de las industrias asociadas, destacando la petroquímica (con alrededor de 1.000 patentes) y la electromecánica, que dieron lugar a un gigantismo industrial. Alemania fue pionera en la legislación de protección laboral, como la relativa a los accidentes de trabajo. El sector naval y armamentístico también desempeñó un papel crucial.

Demográficamente, la población creció hasta los 60 millones de habitantes, con más del 60% viviendo en áreas urbanas en 1910, un claro indicador de desarrollo económico. Surgieron los Konzerne, fenómenos de gigantismo empresarial a nivel mundial. Las tensiones entre las grandes potencias europeas (Francia, Gran Bretaña y Alemania) comenzaron a aumentar. Alemania experimentó el mayor crecimiento económico en Europa durante este período, con su auge entre 1870 y 1914.

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