Evolución de la distribución de la población en España
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Evolución y factores explicativos
En la época preindustrial
La economía era básicamente agraria, por lo que los factores naturales tuvieron más peso en la distribución de la población. Las mayores densidades se situaban en las zonas con relieve llano y baja altitud; clima templado cálido; y proximidad al mar o a los ríos. Influían factores humanos; el descubrimiento de América dio a Castilla gran prosperidad económica, convirtiéndola en la zona más poblada de toda la Península; la crisis castellana provocó fuertes migraciones hacia la periferia, donde se desarrollaba un comercio marítimo. Como consecuencia, las densidades más altas se encontraban en regiones costeras e insulares, y las más bajas en el interior peninsular.
En la época industrial
Se consolidó una economía industrial y urbana, por lo que los factores naturales perdieron peso. Aumentaron su peso Madrid (capital y centro financiero del Estado) y las regiones periféricas por la alta tasa de natalidad o por la instalación de actividades económicas que atrajeron al público. En las regiones periféricas también aumentó la industrial y el turismo. En las regiones interiores mantuvieron sus bajas densidades a causa de la emigración hacia las áreas más dinámicas nacionales y extranjeras.
En la época postindustrial
Influyen nuevos factores que mitigan y refuerzan los contrastes en la distribución de la población. Mitigan los contrastes la crisis industrial que provocó retornos. En la actualidad, la tendencia a la difusión espacial de la población y de algunas actividades económicas, y las políticas de desarrollo endógeno de las comunidades autónomas. Refuerzan la mayor concentración en Madrid y los ejes del Ebro y Mediterráneo.
El futuro del movimiento natural
La tasa de natalidad
Comenzó a decrecer desde 2020 a causa de la crisis económica y lo seguirá haciendo hasta 2030. El motivo es la llegada a la edad fértil de las mujeres nacidas en la época de mayor descenso de la natalidad y el incremento de la edad media de maternidad. Entre 2030 y 2040 se producirá una ligera recuperación y volverá a continuar el descenso.
La fecundidad
Se verá condicionada por las posibilidades de acceso al mercado laboral; por la existencia de políticas efectivas de conciliación de vida laboral y familiar y de apoyo a las familias; y por la existencia de una verdadera igualdad de repartos en las tareas domésticas y familiares.
La tasa de mortalidad
Actualmente baja, pero que seguirá creciendo debido al constante envejecimiento de la población. Por su parte, la esperanza de vida continuará aumentando. El crecimiento natural, en consecuencia, se mantendrá negativo.
El futuro de los movimientos migratorios
Las migraciones de la población española
Mantendrán el aumento de las migraciones interiores intraurbanas y dentro de la propia provincia, mientras que descenderán las migraciones entre comunidades autónomas. La emigración exterior, volverá a reducirse lentamente, aunque afectará a unos 2 millones de personas aproximadamente.
La inmigración extranjera
Es difícil de prever, ya que dependerá del número de retornos y del mantenimiento de España como destino inmigratorio. Ambos factores estarán condicionados por la situación económica de España. Las previsiones contemplan una inmigración constante que incrementaría los extranjeros en 3´3 millones en el conjunto del periodo. Por tanto el saldo migratorio sería negativo desde 2010 a causa de crisis económica y aumento de emigración española experimentará un saldo migratorio positivo hacia 2021. La mayoría de inmigrantes provendrán de la UE. Sudamérica y África se mantendrán como las dos otras principales zonas de procedencia; pero mientras la inmigración sudamericana se reduzca en 2040, la africana aumentará.