Evolución Cultural y Modos de Vida en el Paleolítico Ibérico
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Secuencia Cultural del Paleolítico Medio en el País Valenciano
Fase A
Corresponde a los Estadios Isotópicos de Oxígeno 7 y 6. Su inicio se sitúa en Bolomor. Se encuentran industrias (Modo 2, o Achelense) sobre lascas (más largas que anchas, calculadas a partir del talón y del bulbo) que saltan del núcleo y se trabajan para obtener denticulados, raederas, raspadores, entre otros. Hay un escaso uso de la técnica Levallois y ausencia de bifaces. Predomina la presencia de denticulados frente a las raederas (rectas y desviadas).
Fase B
Corresponde al Estadio Isotópico de Oxígeno 6. La industria se basa en lascas de materia prima autóctona (caliza) de baja calidad. En Bolomor, esta fase abarca desde el nivel XII hasta el nivel VII.
Fase C
Corresponde al Estadio Isotópico de Oxígeno 5e (125.000 a 115.000 a.C.), un interglaciar cálido y húmedo. En este momento, se abandona Bolomor (niveles del VI al I) y comienza la ocupación de Cova Negra (niveles del XIV al XII). La industria sigue siendo sobre lascas. Se observan más ejemplos tallados con la técnica Levallois. Se mantienen los denticulados y aparecen algunas bifaces.
Fase D
Corresponde a los Estadios Isotópicos de Oxígeno 4 (muy frío) y 3 (ligeramente más cálido que el 4). La industria es Musteriense, caracterizada por: el retoque Quina (donde la raedera está bien perfilada y en su filo se generan escamas), la continuidad de denticulados, la abundancia de raederas y la presencia del Paracharentiense.
Desarrollo de los Períodos Culturales del Paleolítico Superior
Auriñaciense
Se desarrolla entre 31.000 y 27.000 a.C. aproximadamente. En este momento, abundan las piezas líticas elaboradas sobre láminas largas y algo gruesas (a veces lascas), resultando frecuentes los raspadores, buriles, láminas retocadas, etc. En el utillaje óseo, se encuentran diversos tipos de azagayas (inicialmente en hueso, luego en asta).
Gravetiense
Se desarrolla entre 27.000 y 19.000 a.C. aproximadamente. Destacan la abundancia de piezas laminares de dorso (entre ellas, las puntas de La Gravette), algunos buriles y la relativa escasez de los raspadores espesos que abundaban en el Auriñaciense. También en el Gravetiense es característica la frecuencia de decoraciones en series de trazos cortos regulares («marcas de caza») sobre azagayas y otros soportes de asta.
Solutrense
Dura cerca de cuatro mil años (19.000 a 15.000 a.C.) y se circunscribe al sudoeste de Europa. Los fósiles directores de esta cultura son diversas formas de puntas líticas: en «hoja de sauce», en «hoja de laurel», de cara plana (con retoque que afecta a una sola cara), y de pedúnculo y aletas (identificadas en Parpalló), entre otras. El equipamiento en piedra, asta y hueso mantiene los tipos comunes al desarrollo de todo el Paleolítico Superior. Una novedad importante son las agujas de hueso.
Magdaleniense
Aspectos notables: riqueza de utillaje en hueso y asta (arpones, espátulas, bastones, varillas, etc.), así como una abundancia de obras de arte (rupestre o parietal y mobiliar o mueble). En la Península Ibérica se puede dividir en dos conjuntos: sin arpones y con arpones.
Modos de Vida durante el Paleolítico Superior
Durante esta etapa, en lo que respecta a la distribución y ocupación del territorio, se observan los siguientes aspectos:
Aumento de la esperanza de vida con respecto al Homo sapiens neanderthalensis.
Ocupación de cuevas y abrigos próximos al litoral o, en regiones interiores, sin sobrepasar los 500 m de altitud.
Variaciones climáticas entre Würm III, Würm III/IV y Würm IV, con influencia en la cubierta vegetal y la población animal (migraciones anuales de manadas, temporadas de lluvias y nieves, ciclos de mareas vivas, etc.).
Tendencia al sedentarismo y a la migración estacional.
Especialización en una explotación de recursos muy diferenciada.
Los movimientos de población facilitaron la transmisión de materias primas, utillaje, técnicas e ideas.