Evolución del Concepto de Patrimonio Cultural: De la Antigüedad a la Actualidad

El Patrimonio Histórico Español

“Integran el Patrimonio Histórico español los inmuebles y objetos muebles de interés artístico, histórico, paleontológico, arqueológico, etnográfico, científico o técnico. También forman parte del mismo el patrimonio documental y bibliográfico, los yacimientos y zonas arqueológicas, así como los sitios naturales, jardines y parques que tengan un valor artístico, histórico y antropológico”.

En mayo de 2015 se agregó a esta ley la definición de patrimonio inmaterial o intangible, que no aparecía en 1985:

“Asimismo, forman parte del Patrimonio Histórico Español los bienes que integren el Patrimonio Cultural Inmaterial de conformidad con lo que establezca su legislación especial. El término tienda a sustituirse por el de bienes culturales. El objeto de estas normas, de las leyes, sean nacionales o internacionales, es preservar la herencia cultural del hombre reflejada en sus creaciones, productos y obras.

Precisamente este esfuerzo dio lugar a un debate entre los partidarios, los más, de una tesis maximalista, según la cual todo objeto que tuviera un cierto valor cultural, actual o futuro, debería ser tratado y protegido como bien cultural; y una tesis minimalista que limitaba la calificación de bien cultural a los objetos cuyo gran valor cultural estuviese fuera de toda duda y fueran ampliamente reconocidos por la importancia de los mismos para el pueblo que los creó.

A pesar de que se trata de un concepto que se construye mediante un complejo proceso de atribución de valores, podemos definir el

Patrimonio Cultural

como el conjunto de manifestaciones (ya sean tangibles o intangibles) y objetos nacidos de la producción humana, que una sociedad ha recibido como herencia histórica y que constituyen elementos significativos de su identidad como pueblo. Tales manifestaciones u objetos constituyen testimonios importantes de cada civilización y ejercen una función referencial para la sociedad. El valor que se les atribuye va más allá de su antigüedad o su estética, puesto que se consideran bienes culturales los que son de carácter histórico y artístico, pero también los de carácter antropológico, documental, bibliográfico y etnográfico. 

Evolución del concepto de Patrimonio

El concepto de patrimonio ha ido evolucionando desde un planteamiento particularista, centrado en la propiedad privada y el disfrute individual, hasta una creciente difusión de las obras de arte.

El patrimonio cultural se ha ido ampliando para incluir manifestaciones etnográficas, documentales, antropológicas, etc., cuya significación son valiosas por tratarse de manifestaciones de la actividad humana muy recientes. Por tanto, todo lo que nos rodea puede ser considerado patrimonio cultural: desde lo individual hasta lo colectivo y de lo concreto a lo intangible.

El Patrimonio en la Antigüedad

Durante la Antigüedad la noción de patrimonio tiene el significado de riqueza personal. Los mecanismos de consecución de elementos patrimoniales fueron muy variados, e incluían viajes de exploración, intercambios comerciales, relaciones diplomáticas y otras muchas circunstancias, pero con mayor frecuencia se asociaron a la adquisición de botines de guerra. Las campañas bélicas se convirtieron en la fórmula más eficaz para apropiarse de objetos preciosos, que eran atesorados por los vencedores, pero también como una forma de ostentar prestigio, lujo. 

Patrimonio es sinónimo de posesión y su valor se mide en términos dinerarios. Debido a la preponderancia del valor económico, lo más preciado fueron las joyas, mientras que las obras de arte y otros elementos eran sólo apetecidos por la calidad de sus materiales. El aspecto estético era menospreciado, de tal forma que la conquista provocaba la destrucción intencionada de las ciudades.