Evolución del Concepto de Comunidad Política: Del Contractualismo al Estado Social

1.5. La Comunidad Política en el Mundo Moderno

Los pensadores llamados contractualistas conciben el orden social como un pacto entre seres libres. Quienes constituyen la comunidad política dejan de ser súbditos y se convierten nuevamente en ciudadanos, como había ocurrido en Grecia.

El pacto regula el ejercicio del poder, supone, pues, una garantía frente a los poderes públicos y regula asimismo los derechos y deberes de los ciudadanos, derechos y deberes iguales para todos. Esto permite un marco de convivencia en el que cada uno puede elegir libremente su propio destino.

Sin embargo, el contractualismo inicial, al desarrollarse en un ambiente liberal, se manifiesta muy pronto como insuficiente. Supone un gran paso, pero un paso que tendrá que ser agrandado en los siglos XIX y XX, cosa que ocurrirá gracias al pensamiento socialista.

1.6. La Comunidad Política y la Expansión de la Ciudadanía

El concepto de ciudadanía incluía la libertad individual de los ciudadanos y la igualdad de todos ante la ley, pero esa libertad y esa igualdad eran solo para los miembros de una clase social: la burguesía, y solo para los hombres.

A lo largo de los siglos, el concepto de “todos” se fue extendiendo a todas las clases sociales y también a todos los seres humanos. La igualdad va a dejar de ser solo jurídica, pues exige que todos los ciudadanos disfruten de derechos económicos, sociales y culturales que les permitan vivir su vida con dignidad.

Derechos Económicos, Sociales y Culturales Fundamentales

• El derecho a la educación.
• La sanidad.
• La jubilación.
• El derecho al desempleo.
• El derecho a una vivienda digna.

2.1. Contractualismo y Fundamentación de la Ciudadanía

La fundamentación filosófica de la ciudadanía se produce con los pensadores contractualistas, que sitúan en un contrato o pacto el origen de la sociedad. Al hacerlo, no están queriendo decir que el ser humano no sea social por naturaleza y que haya comenzado a vivir en sociedad en el momento de realizar el pacto. Sus teorías son ficciones, artificios intelectuales que utilizan para explicar que:

1. Los seres humanos que componen la sociedad política son el centro de la misma.
2. La sociedad está al servicio de los individuos y no al revés.
3. La autoridad solo puede mandar a los ciudadanos en aquellos ámbitos en que estos la hayan autorizado a hacerlo, al realizar el pacto.

Los contractualistas fundamentan con sus teorías tanto la ciudadanía como la democracia. Para entenderlas de manera adecuada, conviene contraponerlas con alguna de las teorías anteriores en las que se defendía todo lo contrario: que el ser humano estaba al servicio de la sociedad, que era más importante la sociedad que los individuos que la componían, y que la autoridad tenía como función gobernar sin intervención del cuerpo social, que estaba compuesto por súbditos.

Una de estas teorías fue la organicista de Aristóteles, que sirvió como tránsito a los esquemas políticos del mundo antiguo y medieval, donde el que detentaba el poder lo hacía al margen de la voluntad de los súbditos a los que gobernaba.

2.2. El Organicismo Aristotélico

Aristóteles afirma que el hombre es un ser social por naturaleza, entendiendo con ello que, por naturaleza, es un ser que necesita vivir en sociedad para realizarse como ser humano.

El Lenguaje como Evidencia Social

Apoya esta afirmación en el lenguaje. En efecto, la existencia del lenguaje es un claro exponente del carácter social del hombre, puesto que solo en el trato con los demás, en la comunicación, es donde se puede ejercitar. El lenguaje adquiere sentido en la comunicación y esta es posible únicamente viviendo con los demás, no en la soledad, en el aislamiento.

La Sociedad como Organismo

Mantiene que la sociedad es un todo del que el individuo solo es la última parte indivisible. El todo social es como un organismo y el individuo es solo como una de sus partes. Y lo mismo que en los organismos existen unas partes que controlan y dirigen al resto, en la sociedad existen unas autoridades que dirigen y controlan el conjunto del cuerpo social.