La Evolución Artística de Picasso: Un Recorrido por sus Etapas Clave

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Etapa de Formación (1895-1900)

Podemos hallar una primera etapa entre los años 1895 y 1900, periodo en el que un joven Picasso de 14 años comienza su formación artística. Esta etapa de formación transcurre bajo la influencia del modernismo catalán, cuyo influjo se manifiesta en el afán por representar la figura humana actuando en escenas de la vida diaria. También hallamos en los cuadros de Picasso ciertos rasgos de la pintura del Siglo de Oro que quizás puedan ser explicados por la profunda impresión que le causaron las obras de maestros como El Greco, Goya o Velázquez en sus reiteradas visitas al Museo del Prado, y de las que toma la rapidez del trazo y el cromatismo sombrío de sus ambientes, presagio de la llegada de una nueva etapa a la vida y obra del pintor malagueño: la Época Azul.

La Época Azul (1901-1904)

La Época Azul es quizás, después del Cubismo, la etapa más celebrada de la producción artística de Picasso, aunque su detonante no sea motivo de festejo, ya que, según el propio Picasso ha reconocido, empieza a “pintar en azul” en 1901 tras el suicidio de su amigo Carles Casagemas, quien se convierte durante una temporada en un motivo recurrente en las obras del pintor. Los cuadros de esta época se tiñen de melancolía para retratar las condiciones de vida de las clases marginadas de la Barcelona de principios del siglo XX, haciendo gala de un delicado equilibrio entre el realismo social y un personal expresionismo. La gama cromática es fría y acerada y los fondos desnudos. Este hecho resalta la faceta dramática de las composiciones, protagonizadas por personajes lánguidos y esbeltos. En 1904, ya instalado en el bohemio barrio de Montmartre, París despierta en Pablo Picasso nuevas inquietudes y rejuvenece sus fuerzas creadoras. El pintor renuncia a los velos azulados para dejarse seducir por los espectáculos circenses, los bares abarrotados y otros atractivos de la bohemia parisina, sentando así los cimientos de una nueva etapa en su producción artística.

La Época Rosa (1904-1906)

La Época Rosa recibe este nombre por el radical cambio que supone el cromatismo cálido de los cuadros pintados por Picasso durante estos años con respecto al melancólico ambiente de la anterior Época Azul. Aunque durante esta época el pintor también cultiva el desnudo, los temas más recurrentes son las escenas de circo, en las que Picasso representa con trazo suave y apariencia cándida a cómicos ambulantes, acróbatas y arlequines. Durante los viajes realizados durante esta época a Holanda y Gósol (Lleida) el joven Picasso entra en contacto con las antiguas manifestaciones del arte románico y peninsular, cuyas influencias contribuyen a forjar la que, posteriormente, será conocida como la Época Negra de Pablo Picasso.

La Época Negra (1906-1907)

La Época Negra materializa la unión de las experiencias adquiridas por Picasso mediante su estudio de pintores clásicos como Cézanne o Ingres y a través de los viajes realizados en años anteriores a Holanda y Gósol, donde entra en contacto con el arte románico y el primitivismo de las estatuas ibéricas. Se inicia en esta etapa un proceso de esquematización y geometrización de las formas en el que cuerpos y cosas se reducen a elementos simples y arcaicos, ganando en expresividad. En cuanto a los colores, predominan los ocres y los rojos, que otorgan dramatismo a las composiciones. La obra más iconográfica de este periodo es el famoso cuadro Las señoritas de Avignon (1907), donde los trazos angulosos y las caras con apariencia de máscara vaticinan el germen de la más emblemática de las épocas picassianas: el Cubismo.

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