Evolución Arquitectónica: Santa Sofía, Mezquita de Córdoba, Templo Griego y Sistema Trilítico
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Basílica de Santa Sofía
Reconstruida por Justiniano. Presenta una estructura piramidal seguida por una cúpula central, a partir de la cual surge una cascada de semicúpulas, que conforman una estructura que se lee desde el exterior fuertemente pasiva y destaca la impermeabilidad. La planta del oratorio tiene más de 60 metros de ancho y 5000 m2. La cúpula central tiene 32 metros de diámetro y, tras la restauración, 57 metros de altura. Esta basílica es una mezcla de las dos anteriores. El resto está formado por un atrio desde donde se pasa a un doble nártex con puertas que coinciden y de ahí a otro doble nártex que accede al espacio basilical; 3 naves separadas entre sí, con 4 mitades centrales que definen el espacio cubierto por la cúpula. Sobre las esquinas, dos medias cúpulas, siendo el eje principal dos bóvedas de cañón, angularmente bóvedas de arista y además un triforio, que circunvala el perímetro. Los muros del exterior son de 70 cm. En el interior, la estructura obedece a una coherencia estructural; la cúpula central y el polígono funicular son los que dibujan una escultura sometida a unos esfuerzos de compresión prácticamente sin ningún tipo de excentricidades, generando un plano absolutamente ingrávido. La misión estructural de la pantalla es evitar que pandeen los dos pilares, en los cuales recae el verdadero peso.
La Mezquita de Córdoba
Del año 786, está formada por 130 columnas que sustentan 10 naves y un patio adosado rectangular de 74 metros de largo. El arquitecto cordobés introduce importantes cambios: empleo de dos soportes superpuestos (columna-pilar) recuperadas de los edificios romanos. De la pilastra nacen dos arcos superpuestos para ganar altura y anchos para el transporte de agua, de proporción emiral, con alternancia cromática que recibe la techumbre de madera. El lujo y el barroquismo se observan en la zona de la maksura y el mihrab: destacan los arcos polilobulados y entrelazados con ataurique formando una red de rombos.
Ampliación de Al-Haken II
El crecimiento de la población musulmana en el siglo X, durante el segundo califato de Al-Haken II, produce una nueva ampliación, la más rica y original de todas por:
- La excelente interpretación ornamental del conjunto que produce un efecto escenográfico jamás igualado.
- Máximo efecto decorativo.
- Colaboración de artesanos bizantinos expertos en mosaicos.
- La calidad de los talleres de Medina Azahara.
La nave central tiene un espacio abovedado y una planta cuadrangular que hace la función de lucernario, señal de que empieza un espacio reservado a la máxima autoridad (la Maksura). Se emplean materiales como el oro, la plata y la madera tallada. La ampliación se realizó de 961 a 965 mediante una prolongación de 11 naves al sur, añadiendo 11 tramos, más un doble muro de la qibla. Constituye una mezquita dentro de otra. Este muro de la qibla indica que estamos en una zona arquitectónica nueva. Para mejorar la iluminación se construyen cuatro lucernarios con bellas cúpulas nervadas:
- La primera la ocupa la capilla de Villa Viciosa.
- Los otros tres, colocados ante el nuevo muro de la qibla, uno delante del mihrab y los otros dos junto a este.
El Templo Griego como Absoluta Perfección
Para poder hablar del templo griego como absoluta perfección clásica, debemos analizar la estructura del Partenón, que es el resultado de una continua evolución arquitectónica que tiene lugar en Grecia. La evolución se refleja en muchas de las componentes del templo, comenzando por la planta, que adopta la forma del megaron prehelénico y cuya geometría se va puliendo hasta llegar a esa perfección de la que hablamos gracias al canon de Libón. Este arquitecto griego elabora un canon en el que se catalogan todas las imperfecciones visuales que van a permitir que el templo llegue a definir la absoluta perfección clásica. Los rasgos de esa perfección formal son los siguientes: Libón establece una proporción de columnas y establece que, para que el templo pueda llamarse clásico, el número de columnas en el lado largo debe ser igual al doble más una que en el lado corto. Las vigas flectan por la carga a la que están sometidas, por eso las líneas horizontales se curvan en sentido contrario. Establece una serie de incorrecciones visuales, pues se da cuenta de que el ojo comete errores, razón por la que el intercolumnio no es constante ni existen líneas verticales. Para corregir todos esos desperfectos se llevan a cabo las siguientes medidas:
- Los triglifos se desplazan hasta coincidir con el eje de simetría del intercolumnio, rellenando el espacio restante mediante el uso de la metopa.
- En las esquinas se lleva a cabo lo que se conoce como contracción de esquina. Esto consiste en desplazar el triglifo hasta el extremo y ensanchar las metopas para no estrechar el intercolumnio.
- En las columnas se dan cuenta de que las líneas paralelas se estrangulan sensiblemente a la altura de un tercio del fuste, y para que el ojo pueda percibirlas perfectas, amplían ligeramente el ancho para que las curvas se perciban rectas.
- A su vez, todas las líneas verticales que conforman las estrías de las columnas, crean la sensación de que se desploman sobre el observador. Para evitarlo, inclinan ligeramente esas líneas hacia el exterior, pero manteniendo la verticalidad en el interior del templo.
Otro de los aspectos evolutivos se hace presente en el orden jónico, en los capiteles, forman parte de la corrección de esquina, consiste en girar la voluta 45º. Esto consigue que la lectura frontal y de esquina sea la misma cosa que no ocurre dentro del orden dórico. Técnicamente se ha comprobado que el aumento que se produce en la sección del fuste es proporcional al incremento de la tensión, por lo que la tensión unitaria en cualquier punto de la columna es constante, lo que implica un conocimiento profundo del régimen.
El Sistema Trilítico
Este sistema fue muy utilizado en la arquitectura egipcia, griega y la etrusca como sistema estructural. Los romanos dejan de utilizar este sistema adintelado por las tremendas limitaciones espaciales que produce y lo sustituyen por el arco, pasando ya el sistema trilítico a un uso ornamental. Dicho sistema es una estructura adintelada compuesta por un dintel y dos pilares o columnas para sustentarlo. Las cargas son transmitidas al terreno. Está muy limitado por su baja fuerza tensora y no se pueden construir dinteles de piedra más grandes de 6 metros. Hasta que no entran los prehelenos, que comienzan a experimentar con las bóvedas (arcos), no podemos decir que se haya desarrollado verdadero espacio. Por eso, este sistema se percibe como arquitectura masiva cuyo peso ornamental se dirige al exterior de la edificación y nunca será observado como una estructura diáfana y armoniosa, aunque sí dejará su magnificencia. Un ejemplo de este sistema es la Puerta de los Leones de Micenas, que son dos pilares que dibujan la jamba y el dintel que dibuja la curva de momentos, liberan la carga del dintel mediante un triángulo de descarga formado en saledizo.