Evolución Arquitectónica de la Mezquita de Córdoba: Un Legado Hispano-Musulmán
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Mezquita de Córdoba: Historia, Arquitectura y Evolución
Un Legado del Arte Hispano-Musulmán
La Mezquita de Córdoba, obra cumbre del Arte Hispano-Musulmán, es una arquitectura perteneciente a la etapa del Arte Califal. En concreto, se trata del interior de un edificio de función religiosa: la planta de la Mezquita Aljama o Mayor de Córdoba, la ciudad capital del Califato. Esta mezquita fue la más prestigiosa del occidente europeo, centro del poder político, económico, cultural y religioso de Al-Ándalus. Tomando como modelo la Gran Mezquita de Damasco, la Mezquita de Córdoba continuó con los elementos de la tradición arquitectónica precedente (la Mezquita del Profeta en La Meca), pero el resultado fue una obra de gran originalidad. El edificio se transformó a lo largo de los siglos en sucesivas ampliaciones.
Contexto Histórico: El Esplendor de Al-Ándalus
La conquista de la Península Ibérica comienza en el año 711, cuando las tropas musulmanas atravesaron el estrecho. Después de siete años, controlan gran parte del territorio peninsular, que recibe el nombre de “Al-Ándalus”, manteniendo sus dominios hasta el siglo XV. En el 929 se produce el momento de esplendor de Al-Ándalus, con Córdoba como centro, que se convierte en la ciudad más poblada de Occidente (250.000 habitantes) y más culta, atrayendo a intelectuales y artistas de muchas regiones.
Construcción y Ampliaciones: Una Obra en Constante Evolución
La Mezquita de Córdoba es una obra cumbre del Arte Hispano-Musulmán. Aunque sus arquitectos son desconocidos, se sabe que su construcción fue ordenada por Abderramán I. Se llevaron a cabo ampliaciones por los sucesivos dirigentes musulmanes (Abderramán II, Alhakam II y Al Mansur). Su construcción comenzó en las últimas décadas del siglo VIII y fue ampliada en los siglos IX y X. Su cronología abarca, pues, desde el Emirato hasta el Califato de Córdoba. Hoy en día se conserva con toda su magnificencia, a pesar de que en medio de la sala de oración fue construida, en el siglo XVI, una catedral cristiana (hoy Catedral de Córdoba).
Función Religiosa, Social y Política
La función de la mezquita es religiosa. Es el lugar sagrado donde acudían diariamente, y en especial los viernes, los fieles para hacer la plegaria en común, donde el fiel se postra ante Dios (Alá). Por lo tanto, es el centro de oración y religioso por excelencia de los musulmanes y el edificio fundamental dentro de la ciudad (medina). Aunque el musulmán puede rezar en cualquier lugar, la oración en la mezquita es más valorada que el rezo en solitario. También tiene un fin social, es el lugar de reunión de la comunidad para la solemne plegaria del viernes después del mediodía. Y una finalidad política, la obligatoriedad de la oración permitía a los califas controlar de cerca a las clases aristocráticas y políticas.
Reflejo del Poder y la Riqueza de Al-Ándalus
La Mezquita Aljama o Mayor de Córdoba refleja la voluntad de cada soberano de querer levantar su propia mezquita. En ella se pueden observar las sucesivas aportaciones y reformas de varios emires y califas. Este deseo conlleva la necesidad de construir de forma rápida y con materiales adecuados en la ciudad capital del Califato, la más prestigiosa del occidente europeo, centro del poder político, económico, cultural y religioso de Al-Ándalus.
Un Tesoro Cultural y Patrimonio de la Humanidad
La Mezquita de Córdoba es la obra cumbre del arte hispano-musulmán y una de las obras artísticas más admiradas de todos los tiempos. Se le ha considerado el primero de los 12 Tesoros de España, declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de monumento, y Patrimonio Cultural de la Humanidad junto con el centro histórico de Córdoba (1984).
Descripción Arquitectónica: Un Recorrido por sus Elementos
La Planta de la Mezquita, de 178 x 125 metros, consta de las siguientes partes:
- El patio o sahn (hoy Patio de los Naranjos): Cuyos árboles reproducen la distribución de los soportes interiores de la sala de oración. Está a cielo descubierto y rodeado de arquería. Tiene cuatro sabils o fuentes rituales para las abluciones de los fieles. En el fondo del patio se abren 19 arcos de herradura, que se corresponden con las 19 naves del haram o sala de oración.
- El alminar o minarete: Es la torre desde donde llamaba el almuédano a los fieles a la oración. El original está revestido por una torre renacentista y era de planta cuadrada.
- La gran sala de oración o haram: Dividida en 19 naves y separadas por 514 columnas de jaspe, granito y mármol y pilares superpuestos orientados perpendicularmente hacia el muro o quibla (en dirección a La Meca). En el edificio original, erigido por Abd al-Rahman I, se reutilizaron fustes romanos y visigodos. La insuficiente altura de los fustes se resolvió gracias a una ingeniosa superposición de arquerías. Esta innovación sin precedentes permitió elevar considerablemente la cubierta (11,5 m) y generar un efecto de ligereza casi etérea. Probablemente no fue más que una afortunadísima improvisación, ya que la mezquita se estaba construyendo a toda velocidad y el arquitecto sólo disponía de los reducidos fustes clásicos.
- En la quibla (muro) se sitúa el mihrab: Una capilla ricamente decorada donde se guarda el Corán y desde el cual se dirige la oración. Delante del mihrab existe un espacio privilegiado, la maqsura y el mimbar, reservado a las autoridades (religiosas y políticas), habitualmente cercado para aislar por motivos de seguridad al Califa y su familia.
Materiales y Técnicas Constructivas: Innovación y Tradición
Los materiales empleados en la construcción de esta obra son: la piedra labrada en forma de sillares, construyéndose los muros con arreglo al sistema de a soga y tizón utilizado por los romanos. También se utilizó el ladrillo, la mampostería, la madera y el yeso para la decoración. En general, los árabes empleaban materiales pobres cubiertos de yeserías, pero en la mezquita usaron la piedra, lo que nos denota la importancia económica de Al-Ándalus durante la época del Emirato y del Califato de Córdoba. Además de las innovaciones constructivas, la mezquita cordobesa introdujo el yeso como material preferente en la ornamentación islámica. Su versatilidad dio lugar a arabescos o lacerías (frisos geométricos y flores enlazadas), motivos vegetales, inscripciones cúficas, atauriques (relieves de temática vegetal), etc.
Elementos Sustentantes: Columnas, Pilares y Arquerías
Los elementos sustentantes en la sala de oración son las columnas y los pilares superpuestos. Las columnas son de fuste delgado, con capiteles corintios de decoración vegetal muy tosca, inspirados en los corintios clásicos. La más notable solución arquitectónica fue la gran altura dada a la mezquita, conseguida mediante la superposición de las columnas sobre pilares cimeros de sección rectangular, adornados en su arranque por una moldura de rollos, algunos aprovechados de la Basílica visigoda de San Vicente. El conjunto está trabado por una doble arquería de medio punto que sostiene el techo; la de abajo, por arcos de herradura, cuya finalidad es servir de tirante para evitar que los soportes se quiebren por el peso y trabar los pilares entre sí y evitar el derrumbamiento de las naves, influencia del arte romano (Acueducto de los Milagros de Mérida) y visigodo. En cuanto a la relación entre macizos y vanos, en la sala de oración podemos comprobar que en los muros predominan claramente el macizo. Esto, junto con la gran amplitud de la sala, provoca una gran oscuridad en el interior. En el exterior se utilizó el muro, reforzado con contrafuertes y ordenado según el sistema romano de a soga y tizón.
Elementos Sustentados: Arcos, Bóvedas y Cúpulas
Los principales elementos sustentados son arcos, bóvedas y cúpulas para cubrir pequeños espacios. Los arcos, muy variados, algunos cumplen función arquitectónica, pero otros simplemente decoran: de medio punto, herradura, de herradura apuntado, lobulado, mixtilíneo, entrecruzados (en la maxura). La cúpula del mihrab es gallonada y con mosaicos bizantinos y la cúpula de la maxura está formada por arcos que se cruzan dejando oquedades a modo de celosías que luego se rellenan.
Elementos Decorativos: Una Exquisita Ornamentación
Los elementos decorativos se caracterizan por su exquisita decoración: yesería formando arabescos (atauriques, lacerías, epigrafías). Destacan los modillones en rollo en el arranque de los pilares; en la sala de oración la alternancia de dovelas blancas y rojas (piedra y ladrillo respectivamente) en los arcos (influencia visigoda), los mosaicos que decoran las cúpulas o las albanegas en la entrada del mihrab y los alfiz que enmarcan los arcos.
Influencias y Legado: Un Puente entre Culturas
La Mezquita de Córdoba continúa con los elementos de la tradición arquitectónica precedente, parte de la Mezquita del Profeta en La Meca. Sus arquitectos adaptaron tradiciones locales a las necesidades constructivas islámicas y pretendía ser la réplica de la Gran Mezquita de Damasco, pero acabó rivalizando con ella en belleza e innovaciones. Conceptualmente, el conjunto remite a las mezquitas del norte de África, uso de las dovelas bicolores de la arquitectura romana (color blanco de la piedra y rojo del ladrillo) y a los arcos de herradura de los visigodos. Sus sucesivas ampliaciones abarcan un período que va desde el siglo VIII hasta el siglo X, desde el Emirato, aportando soluciones técnicas memorables, hasta el Califato, que la dotó de esplendor y riqueza. El uso decorativo de las inscripciones cúficas alabando el nombre de Alá, el uso del yeso como ornamentación interior y la tipología de minarete –hoy desvirtuada por el campanario cristiano– sirvió de modelo para otras mezquitas de Al-Ándalus, y también para el arte cristiano: el Mozárabe (arte de repoblación, siglo X), el Mudéjar (siglos XII-XIII) y Carolingio (siglos VIII-IX).