Ética, Razón y Poder: Un Recorrido por Kant, Marx y Nietzsche

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Immanuel Kant

Ética

Kant distingue entre la razón teórica y la razón práctica. La teórica intenta comprender y explicar los fenómenos del mundo, mientras que la práctica fundamenta las funciones del hombre en la praxis. El uso práctico de la razón ayuda a fundamentar las acciones morales. Distingue entre la ética material y la ética formal; no quiere condicionamientos empíricos, sino establecer cómo debemos actuar. Responde a esto en la Fundamentación de la metafísica de las costumbres y en la Crítica de la razón práctica.

Formalismo moral: Crítica a las éticas materiales

Las éticas materiales son aquellas que marcan la existencia de un bien supremo para el hombre y establecen los preceptos para alcanzarlo. En ellas, el bien o el mal de una acción está determinado por la consecución de dicho bien supremo. Kant critica las éticas materiales por varias razones:

  • Son empíricas y a posteriori: Kant busca preceptos a priori para garantizar la universalidad y necesidad de la ley moral.
  • Son hipotéticas: Sus imperativos son medios para alcanzar un fin, mientras que él busca imperativos categóricos.
  • Son heterónomas: Reciben la ley moral desde fuera de la propia razón del sujeto.

La ética formal

La ética formal kantiana carece de contenido. No establece ningún fin distinto de la propia ley moral ni dice concretamente cómo debemos obrar.

El deber

El hombre actúa moralmente cuando actúa por deber. Kant define en la Fundamentación de la metafísica de las costumbres que una acción hecha por deber es una acción realizada por respeto a la ley moral. Distingue tres tipos de acciones:

  • Acciones contrarias al deber.
  • Acciones conformes al deber (pero realizadas por inclinación o interés).
  • Acciones por deber (las únicas con valor moral).

Para Kant, lo fundamental es la intención con la que se realiza la acción.

El imperativo categórico

Para huir del relativismo, Kant formula el imperativo categórico de varias maneras:

  • "Obra solo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne en ley universal". Esta formulación exige universalidad.
  • "Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre como un fin al mismo tiempo y nunca solamente como un medio". Esta formulación resalta el carácter formal y la universalidad de la ley moral.

Los postulados de la razón práctica: Libertad, alma y Dios

En la Crítica de la razón pura, Kant afirma que la metafísica no puede ser considerada un ámbito de conocimiento en sentido estricto, porque no rebasa los límites de la experiencia. Kant no niega la existencia de Dios, pero sostiene que no pertenece al ámbito del conocimiento científico, ya que no tenemos experiencia sensible de Él. La libertad, la inmortalidad del alma y la existencia de Dios son postulados de la razón práctica:

  • La libertad es una exigencia moral, una condición necesaria para poder actuar por deber.
  • La inmortalidad del alma se postula porque la perfección moral (la santidad) es inalcanzable en una existencia limitada.
  • La existencia de Dios se postula como garantía de que el ser y el deber ser finalmente se identifican, uniendo virtud y felicidad.

Epistemología: La Crítica de la Razón Pura

Ante tres interpretaciones antagónicas (positivismo, irracionalismo, dogmatismo racionalista), se hace necesario criticar la razón. Kant confía en la razón y su poder analítico. El papel que debe asumir la filosofía es responder a tres preguntas:

  • ¿Qué puedo conocer? (límites del conocimiento).
  • ¿Qué debo hacer? (principios de la acción moral).
  • ¿Qué me cabe esperar? (finalidad de la vida humana).

Kant pone de relieve el giro copernicano en la filosofía: una concepción del mundo que afirma que el sujeto, al conocer la realidad, impone sus propias formas. El sujeto es activo y el objeto cognoscible se pliega a las condiciones del sujeto. La obra se divide en tres partes:

Estética trascendental

Demuestra cómo funciona la sensibilidad y establece las condiciones de posibilidad que permiten a las matemáticas hacer juicios sintéticos a priori y producir conocimiento válido, universal y necesario. En la percepción de las cualidades, hay un material que procede del mundo y también algo que ponemos nosotros. Cualquier percepción se da en el espacio y el tiempo, que son el marco sobre el que percibimos la realidad. Son las formas a priori de la sensibilidad. Cuando esta actúa, el sujeto pone el espacio y el tiempo, y el objeto, las cualidades sensibles. Esto produce los fenómenos.

El espacio y el tiempo son intuiciones puras porque las distingue de los conceptos. No son conceptos porque pueden ser de la experiencia y ser distintos. Son intuiciones, no conceptos, porque son las mismas para todos, y son puras porque no tienen contenido empírico. Kant distingue entre fenómeno (lo que se puede percibir) y noúmeno (la cosa en sí, que no se puede percibir). Las matemáticas pueden formular juicios a priori porque la geometría estudia el espacio y la aritmética, el tiempo, lo que permite formular juicios sintéticos a priori.

Analítica trascendental

Tras analizar la facultad de percibir (sensibilidad), Kant analiza el entendimiento. El cerebro subsume los fenómenos en conceptos para poder emitir un juicio. Hay conceptos empíricos (derivados de la experiencia) y conceptos puros a priori o categorías. Conocer, para Kant, es subsumir un fenómeno en una categoría. Distingue 12 categorías:

  • Según la cantidad: unidad, pluralidad, totalidad.
  • Según la cualidad: realidad, negación, limitación.
  • Según la relación: sustancia, causa y efecto, reciprocidad.
  • Según la modalidad: posibilidad, existencia, necesidad.

Esta clasificación de los juicios se llama deducción metafísica de las categorías. Permiten entender los fenómenos y saber qué va a pasar. La física usa las categorías trascendentales y por eso puede realizar juicios universales.

Dialéctica trascendental

Analiza la razón, que encadena juicios para producir razonamientos. Sostiene que la metafísica no es una ciencia ni puede formular juicios sintéticos a priori. La razón tiende a buscar juicios cada vez más generales y, en este proceso, se extralimita. Como la razón no se aplica a la experiencia, no produce conocimiento.

Posición ante el racionalismo y el empirismo

La distinción entre sensibilidad y entendimiento (nous) fundamenta dos filosofías: la racionalista, que sostiene que el entendimiento produce conceptos sin derivarlos de la experiencia y conoce la realidad construyendo un sistema a partir de ellos; y la empirista. Impresionado por Hume, Kant abandonó el racionalismo y llegó a la conclusión de que el conocimiento no puede extenderse más allá de la experiencia. Hay conceptos que no proceden de la experiencia (las categorías), pero solo se aplican legítimamente a ella. El entendimiento utiliza conceptos para conocer los objetos, ordenarlos y unificarlos, pero no pueden ser utilizados para referirse a algo de lo que no tenemos experiencia sensible.

La metafísica como ciencia

Para que la metafísica sea una ciencia, tiene que poder formular juicios sintéticos a priori, es decir, juicios en los que el predicado no está contenido en el concepto del sujeto y que pueden ser conocidos sin recurrir a la experiencia. Estos juicios son universales y necesarios por ser a priori, y extensivos (amplían nuestro conocimiento) por ser sintéticos.

Karl Marx

Política

La ideología

En su acepción general, la ideología es un conjunto de ideas dotado de existencia y de un papel histórico en una sociedad determinada. La ideología es un elemento esencial que expresa la relación del hombre con su mundo, su esencia social y la de la historia. Las ideas que expresa pueden ser verdaderas o falsas. Es un conjunto de interpretaciones que hacen ver la realidad como la ideología dominante quiere. El marxismo presenta tres tesis sobre la ideología:

  1. Lo que piensan los hombres es producto de la sociedad en la que viven.
  2. La ideología tiene una acepción negativa, porque vemos las cosas como la ideología quiere que las veamos (falsa conciencia).
  3. Los productos de la conciencia (religión, moral, etc.) no tienen entidad ni desarrollo propio, sino que dependen de la base material.

La ideología tiene como función ocultar, exagerar o suplantar la existencia real.

La alienación

El término alienación significa "provenir de otro". Se refiere, en el ámbito económico, a que alguien transfiere su propiedad a otra persona y, en el ámbito jurídico, a rechazar la libertad en una sociedad. Marx afirma que la esencia del hombre es la praxis: la naturaleza del hombre está definida por el proceso de transformación de la naturaleza para que llegue a un fin que coincida con los intereses del hombre. En el modo de producción capitalista, se aliena tanto el producto como el productor. La desposesión del producto implica también la desposesión de lo suyo, de su propia esencia. El producto se cosifica y el productor también.

La plusvalía es la diferencia entre los costes de producción y el precio de venta del objeto. Esta plusvalía llega al que pone el capital, creando riqueza a través del proceso de transformación.

Formas de alienación
  • Alienación social: Divide la sociedad en clases.
  • Alienación política: Divide la sociedad civil y el Estado.
  • Alienación ideológica: Como la religiosa y la filosófica.

Teoría de la revolución

El motor que mueve la historia es la lucha de clases. El fin hacia el que se dirige la historia es la desaparición de las clases y la instauración del comunismo. Esto terminaría con la alienación.

Antropología: El ser del hombre

Para Marx, el hombre es un ser natural en movimiento, activo y pasivo. La praxis es la esencia del hombre; es un ser capaz de adaptarse a su entorno. La praxis es el eje del ser del hombre y de todos los ámbitos de la realidad:

  • Hay una apertura hacia el mundo.
  • El hombre desarrolla su ser en la historia.
  • Configura la totalidad de la vida social y política.
  • En ella se encuentra la solución al problema de la consistencia de la esencia humana y de todos los problemas del hombre.

El hombre para Marx es un animal que constituye su esencia en la sociedad; es sociable por naturaleza. La naturaleza del hombre consiste en su relación con la naturaleza y con los otros hombres. La esencia del hombre está determinada por el conjunto de las relaciones sociales. Es una propuesta antropológica materialista porque determina la esencia y recupera la tesis griega de que "somos lo que hacemos".

El humanismo marxista

Critica la alienación del hombre. Su objetivo es acabar con la explotación y aboga por la liberación, la racionalidad y la personalidad del hombre. Sigue vivo el ideal ilustrado. Niega la existencia de un ser diferente y superior, defiende la autonomía del hombre y afirma que el hombre es el principio de la sociedad y el principio teórico explicativo de su concepción verdadera, real y material del hombre.

Metafísica: Materialismo dialéctico e histórico

El materialismo es la concepción filosófica que considera que el único principio de la realidad es la materia, y que esa realidad tiene en sí misma el principio del movimiento. La materia posee una dinámica intrínseca, y la causa de todo movimiento reside en la lucha de contrarios, siguiendo las leyes de la dialéctica. El materialismo dialéctico afirma que la realidad está sujeta a cambios constantes. La materia tiene las propiedades de infinitud, eternidad, temporalidad, espacialidad, profundidad y movimiento. La conciencia es la capacidad de comprender la realidad y orientarse libremente en ella; es un producto inseparable de la materia y superior a ella. La concepción ontológica de Marx está definida por el encuentro entre el materialismo y la dialéctica, aplicada a toda la realidad, incluyendo la histórica.

El movimiento de la materia responde al conflicto de contrarios: hay una tesis, luego una antítesis y finalmente una síntesis, que avanza y genera la historia.

El materialismo histórico

En el ser social, los opuestos toman forma de clases sociales, y su oposición es el motor de la historia. El materialismo histórico es la postura filosófica que afirma que la realidad histórica es de origen material, en continuo movimiento y evolución.

El ser social: Infraestructura y superestructura

La historia es una sucesión de modos de producción. El modo en que se estructura la realidad lo perfila en la Contribución a la crítica de la economía política, donde pone de relieve que el hombre se desenvuelve socialmente sobre una forma de relación. Estas relaciones de producción constituyen la estructura económica de la sociedad. En el prólogo, afirma que el ser social determina la conciencia.

El ser social es una realidad compleja formada por:

  • La infraestructura: Es la base económica sobre la que descansa y que determina, en última instancia, todo el proceso de producción y la producción ideológica, denominada superestructura. La infraestructura está compuesta por:
    • Las fuerzas productivas, que designan la capacidad de producción. Hay tres tipos: condiciones naturales y geográficas, técnicas de producción y división del trabajo.
    • Las relaciones de producción, que es el modo en que se distribuyen las fuerzas productivas.

El progreso histórico tiene lugar en la evolución de las fuerzas productivas y los modos de producción.

  • La superestructura: Es el conjunto de ideas que configuran la conciencia, como las estructuras jurídicas y políticas que genera y sirve a la infraestructura. Se compone de: formas de Estado, formas jurídicas y formas de conciencia (ideología).

En la historia hay una relación dialéctica entre infraestructura y superestructura; la infraestructura determina y explica la superestructura.

Friedrich Nietzsche

Nietzsche rompe con los dogmas de la cultura occidental. Afirma el devenir como Heráclito, y considera que el "ser" de Parménides y el "mundo de las ideas" de Sócrates y Platón son síntomas de decadencia. Nietzsche es un anti-ilustrado; rechaza a Kant y para él es imposible fundamentar los dogmas cristianos en la razón práctica. De Schopenhauer toma la crítica al idealismo alemán y del taoísmo, los conceptos de devenir, ser y no-ser, y la lucha de opuestos.

Epistemología

En El nacimiento de la tragedia, defiende una concepción metafísica del arte, porque una cultura expresa su concepción del mundo y de la existencia. La cultura griega expresa de forma mítica las dimensiones de la realidad con dos figuras:

  • Apolo: Representa la racionalidad, el orden y la forma.
  • Dioniso: Representa la irracionalidad, el caos y la vida desbordante.

Nietzsche quiere rescatar la parte dionisíaca. Denuncia que la filosofía solo ha mostrado la parte racional del ser humano. Para él, los culpables del olvido de lo dionisíaco son Sócrates y el platonismo, que marcan el inicio de la decadencia occidental al inventarse un mundo puramente apolíneo. Sócrates desprecia el mundo de lo corporal. Nietzsche quiere volver a la antigua Grecia, a un saber puramente trágico, que interprete lo apolíneo y lo dionisíaco en una unidad.

También critica la concepción de la verdad en Sobre verdad y mentira en sentido extramoral. Para él, el lenguaje no corresponde a una sucesión de hechos, sino a una relación práctica e interesada con el entorno.

El lenguaje es el instrumento de socialización. El uso de este nos proporciona un impulso moral hacia la verdad, pero esta es solo una interpretación de un hecho. Nietzsche vincula conocimiento e interés. Critica la metafísica del lenguaje y la teoría clásica de la verdad. Duda del funcionamiento práctico del lenguaje. Lo que era verdad son ahora metáforas gastadas. No hay hechos, solo interpretaciones. La interpretación que mejor se imponga será la más veraz. Los hechos los construimos al hacer interpretaciones; el hombre no puede salir de la palabra. El lenguaje es un conjunto de metáforas. La verdad es un invento de los filósofos; la verdad es lo que le conviene al más fuerte. Para él, no existe la verdad como tal.

Metafísica

La muerte de Dios y el nihilismo

Dios era el sentido en el mundo, el sancionador de la moral, la posibilidad del conocimiento organizado. Al afirmar en Así habló Zaratustra que "Dios ha muerto", todo continuaba igual, pues la Ilustración sustituye a Dios por la Razón. La muerte de Dios ayuda a comprender el nihilismo de la cultura europea, que hace girar la existencia sobre algo inexistente. El nihilismo implica ficción y negación de la vida. Nietzsche distingue dos tipos:

  • Nihilismo pasivo: No cree en ningún valor, porque cree que los valores solo son posibles si Dios existe, y como no existe, se desespera.
  • Nihilismo activo: Considera que los valores son una invención y quiere su destrucción. Propone la transmutación de todos los valores. Este nihilismo es un paso necesario para la aparición de una nueva moral y de un nuevo hombre: el superhombre.

La filosofía de Nietzsche es un intento de superar la muerte de Dios. Por ahora, solo critica a la Iglesia cristiana. Cree que detrás de la moral cristiana está la filosofía de Sócrates y Platón. El cristianismo recoge los dogmas y añade el pecado, la culpa, etc. El error de toda la metafísica desde Sócrates es inventar un mundo racional y desvalorizar lo opuesto. Esto provoca la invención de conceptos como esencia o sustancia; todo son ficciones. Como los sentidos muestran lo cambiante, los filósofos postulan la existencia de dos mundos. Nietzsche lo llama platonismo.

El eterno retorno y la concepción del tiempo

En Así habló Zaratustra, describe la angustia ante la idea del eterno retorno. Nietzsche cuenta el conflicto de un pastor que se ahoga con una serpiente; le muerde la cabeza y la escupe, y se transfigura. Sabe que todo va a volver. Hay que entender que el mundo es la inocencia del devenir. La idea del retorno tiene un valor ético: permite la reafirmación de la vida y del instante y, por eso, la reafirmación de la condición humana y la superación del hombre al romper con la vieja concepción metafísica.

La concepción del tiempo siempre ha sido lineal, con un principio y un final. Para los griegos, era circular, todo retornaba. El cambio de paradigma se expresa en la filosofía medieval y la religión judeo-cristiana: Dios, al crear el universo, crea el tiempo. Dios es atemporal e infinito, y los seres humanos, temporales y finitos. Los que aceptan el eterno retorno entienden una temporalidad eterna, y los que no, una eternidad temporalizada. Cuando presente, pasado y futuro se unen, es el ahora eterno. La eternidad es la afirmación del tiempo en sí, todo concretado. Afirmar un momento es afirmar la totalidad de la existencia.

Antropología: El superhombre

En Así habló Zaratustra, explica la teoría del superhombre. En el discurso "De las tres transformaciones", explica los cambios del espíritu y su significado:

  1. El camello: Lleva los valores morales y metafísicos del viejo mundo. Es un animal pasivo que condena la existencia. Nietzsche lo asocia con la moral de esclavos y representa a los "últimos hombres".
  2. El león: El camello niega su carga (nihilismo) y se transforma en león. Representa al gran negador. Se rebela, pero le falta el poder de transformar los valores morales.
  3. El niño: Representa la inocencia, sin maldad. Representa al superhombre. Transforma los valores metafísico-morales para darse autonomía moral y reafirmar su existencia. Acepta el eterno retorno y su sentido en el mundo con la voluntad de poder.

Nietzsche expresa que el ser humano está tendido sobre una cuerda con dos fronteras: la del animal y la del superhombre. Si optamos por el superhombre, el camino está guiado por el águila y la serpiente, que representan el orgullo, la fuerza, la inteligencia y la astucia.

Ética: La genealogía de la moral

Obras como La genealogía de la moral y Más allá del bien y del mal son clave. Nietzsche hace una genealogía de la moral, investigando el origen de los conceptos "bueno" y "malo". Descubre que en la antigua Grecia se entendía de forma diferente a la actualidad. Niega una historia de la moral, porque no hay un proceso lineal.

La tesis principal es la inversión de los conceptos "bueno" y "malo". "Bueno" proviene de la aristocracia; bueno es la fuerza, la belleza (moral de señores). "Malo" es la pobreza, la debilidad (moral de esclavos). Los más poderosos son los buenos y con sus acciones crean los valores morales. La rebelión de los esclavos se produce porque quieren ser como la clase superior, lo que produce la inversión del sentido de los valores morales: lo que era bueno pasa a ser pecado. La moral cristiana impone las formas de actuar de la moral de esclavos como algo bueno. Nietzsche, con la metáfora del águila y el cordero, explica la estupidez de esta inversión: el águila, cuando caza a la oveja, se reafirma y muestra su voluntad de poder; el cordero, que lucha por sobrevivir, también muestra su voluntad de poder y se reafirma.

Los débiles, como envidian a los fuertes, se frustran y les echan la culpa. Necesitan al otro para negar sus conductas; hay que negar la conducta de la moral de señores. La culpa y la compasión son conceptos nefastos del cristianismo para negar la moral de señores. Los superiores admiten la culpa y sienten compasión por los débiles, y así se invierten los valores morales.

Lo que Nietzsche quiere expresar con la moral de señores es que los griegos son capaces de reafirmarse; se fijan en los héroes de la Ilíada, como Aquiles y Héctor. Lo que le importa a Nietzsche de la moral es reafirmarnos, mostrar la voluntad de poder y afirmar la existencia humana. No se trata de fijarnos en modelos de conducta, sino de darnos nuestra propia ley moral a través de nuestra personalidad, para poder llegar a ser el superhombre.

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