Ética profesional: criterios de ponderación y responsabilidad

Enviado por Chuletator online y clasificado en Economía

Escrito el en español con un tamaño de 4,98 KB

Actos profesionales: bondad o malicia

En el contexto de los actos profesionales, cualquier acción tiene un impacto ético. Esto abarca desde lo que se dice y se escribe hasta lo que se hace u omite. Estas acciones tienen consecuencias que deben evaluarse cuidadosamente, ya que el rol (empresario, empleado o funcionario público) influye en la responsabilidad ética.

El impacto ético no es igual para un directivo que para un empleado sin personal a cargo. Las decisiones éticas deben adaptarse a los distintos roles y responsabilidades.

Tomando decisiones éticas

Para tomar decisiones éticas adecuadas se requiere comprender el problema o dilema ético, sus matices y circunstancias. La veracidad y la justicia deben guiar el proceso. Es prudente buscar asesoramiento si surgen dudas.

Una buena decisión ética considera todas las alternativas y pondera las consecuencias (pros y contras, acciones de doble efecto, etc.) para minimizar efectos negativos.

Criterios de valoración

Un acto profesional es bueno si:

  • Contribuye al bien común y no daña a terceros.
  • Contribuye al desarrollo personal.
  • Ofrece un servicio a los demás.
  • Es un medio de subsistencia para el individuo y su familia.

Un acto profesional es malo si:

  • Es injusto.
  • Pone a otros en riesgo.
  • Coopera con acciones malas de otros.
  • Tiene efectos colaterales desproporcionados.

Algunos actos son ilícitos si implican:

  • Falta de veracidad o responsabilidad.
  • Abusos de autoridad (acoso).
  • Inducir a otros a obrar mal.
  • Complicidad en el obrar mal de otros.

Algunos actos, no dañinos en sí mismos, pueden serlo si no se actúa con cuidado o se ignoran aspectos importantes que afectan la justicia y la responsabilidad. Ejemplos:

  • Carecer del saber necesario.
  • No advertir del error a quien corresponda.
  • Situaciones que dificultan la imparcialidad.
  • Abandono de asuntos sin encarar o delegar.
  • Imprevisión de riesgos previsibles.
  • No cumplir normas no obligatorias pero de uso común.

Lo que se opone a hacer el bien es lo que abruma, no controla, absorbe y el ambiente adverso (suponiendo que la persona busca evitar el mal).

Responsabilidad profesional

La responsabilidad profesional implica prever y asumir las consecuencias de cada acción. Esto requiere las virtudes de prudencia y justicia.

  • Prudencia: Evaluar correctamente el bien verdadero, guiando las demás virtudes.
  • Justicia: Voluntad constante y perpetua de que cada persona reciba lo que le corresponde.

Es importante estar dispuesto a responder y asumir los efectos de las decisiones, sin transferir culpas.

Irresponsabilidad profesional

Formas de irresponsabilidad profesional:

  • No comprobar o preparar bien el trabajo.
  • Desentenderse de aspectos importantes.
  • No exigir.
  • Minimizar o ignorar la trascendencia de las acciones.
  • Actuar fuera del rol asignado.
  • No considerar las circunstancias de otros.
  • No buscar asesoramiento cuando es necesario.
  • No comunicar problemas a un superior.

Estas irresponsabilidades pueden tener perjuicios físicos (riesgo, lesión, etc.), económicos (robo, corrupción, etc.) o morales (difamación, acoso, etc.).

Para evitarlas, el profesional debe actuar con competencia (saber de la materia), responsabilidad (anticipar y asumir consecuencias) y servicio (buscar el máximo beneficio para otros).

Motivaciones humanas y ética profesional

Las motivaciones humanas juegan un papel importante. Según Juan Antonio Pérez López, estas pueden ser:

  • Extrínsecas: Incentivos externos (salario, premios).
  • Intrínsecas: Satisfacción interna, desarrollo personal.
  • Trascendentes: Beneficios para otras personas (afán de servicio).

Una empresa ética considera estas tres motivaciones y busca crear valor, servir y contribuir al bien común. Este enfoque, el “paradigma antropológico”, destaca una ética empresarial centrada en la persona y el servicio, equilibrando objetivos económicos con un impacto positivo.

Pirámide de Maslow

A estas motivaciones se suma la pirámide de Maslow:

  1. Fisiología: Necesidades básicas (respiración, alimentación, descanso).
  2. Seguridad: Seguridad física, laboral, de recursos, familiar y de salud.
  3. Afiliación/Sociales: Amistad, afecto, aceptación social.
  4. Reconocimiento/Autoestima: Autoconfianza, respeto, éxito.
  5. Autorrealización: Alcanzar el máximo potencial personal.

Entradas relacionadas: