Ética Material de los Valores: Alternativas al Formalismo y Éticas Procedimentales

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La Ética Material de los Valores: Una Alternativa al Formalismo

Kant comete el mismo error que los empiristas al creer que contamos con dos tipos de facultades: la razón, que es capaz de universalidad e incondicionalidad, pero *a priori* solo proporciona formas, no contenidos ni materia; y la sensibilidad, que proporciona siempre conocimientos particulares y condicionados, es decir, obtenidos *a posteriori*, pero sí da contenidos. Como lo moral exige universalidad e incondicionalidad, Kant se ve obligado a recurrir a la razón.

La Axiología Pura

Los valores son cualidades dotadas de contenido, que están en las cosas pero son independientes tanto de ellas como de nuestros estados de ánimo subjetivos. Los valores no se captan a través de la razón o de los sentidos, sino a través de una facultad llamada *intuición emocional* que los capta *a priori*. Una ciencia pura de los valores consta de 3 principios:

  1. Todos los valores son positivos o negativos.
  2. Hay una relación entre valor y deber.
  3. Nuestra intuición emocional capta los valores ordenados en una jerarquía objetiva.

El bien moral consiste en la voluntad de realizar un valor superior en vez de uno inferior, y el mal en lo contrario.

Las Éticas Procedimentales

Las éticas procedimentales entienden que no es una sola persona quien ha de comprobar si una norma es universalizable, sino que han de comprobarlo los afectados por ella aplicando procedimientos racionales. Dos éticas más relevantes son:

  1. La ética del discurso de Karl-Otto Apel, basada en la situación ideal de habla.
  2. John Rawls propone como procedimiento una situación ideal de negociación a la que llama posición original.

La Ética del Discurso

La ética del discurso se basa en el hecho de que las personas argumentamos sobre normas y nos interesamos por averiguar cuáles son moralmente correctas. En esas argumentaciones podemos adoptar dos actitudes distintas:

  1. Discutir sin ningún deseo de averiguar si la norma es correcta y si podemos llegar a entendernos.
  2. Tomar el diálogo en serio, porque nos preocupa el problema y queremos saber si podemos entendernos.

La primera actitud convierte el diálogo en un absurdo, la segunda hace que tenga sentido y se convierta en una búsqueda cooperativa de la justicia y la corrección de la norma.

Un Diálogo con Sentido

La ética del discurso llega a la conclusión de que cualquiera que pretenda argumentar en serio sobre normas tiene que presuponer:

  1. Que todos los seres capaces de comunicarse son interlocutores válidos, personas, y que cuando se dialoga sobre normas que les afectan, sus intereses deben ser tenidos en cuenta.
  2. Que no cualquier diálogo nos permite descubrir si una norma es correcta, sino solo el que se atiene a unas reglas que permiten celebrarlo en condiciones de simetría entre los interlocutores. A este diálogo lo llamamos *discurso*.

Principios para Comprobar la Corrección de una Norma

Para comprobar si la norma sobre la que dialogamos es correcta, existen dos principios:

  1. El principio de universalización, que es una nueva formulación del imperativo kantiano de la universalidad y dice: una norma será válida cuando todos los afectados por ella puedan aceptar libremente las consecuencias y efectos secundarios que se seguirían.
  2. El principio de la ética del discurso según el cual solo pueden pretender validez las normas que encuentran aceptación por parte de todos los afectados.

El discurso que acabamos de ver es un discurso ideal que se celebra en una situación ideal de habla muy distinta de los diálogos cotidianos, pero es preciso tender a ella como meta en las diversas esferas de la vida social, como hace la ética aplicada.

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