Ética Marxista: Libertad, Alienación y Crítica al Capitalismo

La Filosofía Ética de Marx: Un Enfoque Práctico y Político

La filosofía de Marx es un pensamiento que se centra en la dimensión práctica, ética y política. En la historia de la filosofía supuso una novedad absoluta, pues no rivaliza directamente con otras posiciones éticas anteriores, pero, paradójicamente, se opone a todas ellas, pues parte de una concepción del ser humano como un ser esencialmente histórico, cuya naturaleza, de carácter social, está sometida a los avatares del tiempo. Ni la “ley natural” de Santo Tomás, ni los derechos naturales de Locke, ni el formalismo de Kant, parten de esta consideración histórica del ser humano. Consideración histórica que se encuentra en la necesidad de superar una determinada estructura socio-económica, el capitalismo y la propiedad privada, para poder vencer las alineaciones que enajenan al hombre y que impiden la realización de su libertad.

La infraestructura económica explica la superestructura ideológica. La libertad humana exige, para Marx, un compromiso político que se dirige hacia una sociedad sin clases y sin propiedad privada. Se trata, pues, de un planteamiento ético de carácter material. Descubiertas las condiciones materiales que impiden la liberación de la humanidad, se trata ahora de cambiarlas. Pero este cambio no puede hacerse partiendo de la filantropía. Marx critica la concepción casi caritativa y religiosa de la defensa de los trabajadores que aparece con el socialismo utópico. Tampoco se trata ya de teorizar sobre el mundo y la vida, como han hecho siempre los filósofos, se trata ahora de cambiarlo: praxis. Esta será la crítica que hará a Feuerbach en su tesis 11.

La Dialéctica de la Historia y la Crítica a Hegel

Hegel había logrado desvelar la verdadera naturaleza dialéctica de la Historia. Había conseguido interpretar la realidad como un proceso en el que predominaban el cambio y la transformación. Pero su idealismo le llevó a postular una razón inmanente al propio mundo y a pensar que la humanidad y su progreso se encarnaban en la “idea” y en el “espíritu”.

Es en esto último donde, según Marx, se aleja de la realidad y considera la Historia como acción imaginaria de sujetos imaginarios. Lo racional no puede ser lo real, ni lo real lo racional, como proponía Hegel. Cabe citar lo que P. Ricoeur denominó “filosofía de la sospecha”. Nos encontramos en el siglo XIX y el proyecto ilustrado del progreso y felicidad no se ha cumplido. Los intelectuales intentan hacer un diagnóstico y proponer un tratamiento, una terapia para paliar los males. Ante la variedad de respuestas ante el fracaso del proyecto ilustrado encontramos las de Marx, Nietzsche y Freud, los “maestros de la sospecha”. Sostienen que la razón se auto engaña y que la razón no puede funcionar de forma aislada. Nietzsche pondrá el énfasis en una serie de valores morales erróneos, Freud encontrará la causa de la infelicidad que acompaña al europeo del siglo XIX en una excesiva represión de sus instintos más básicos. Para Marx es imposible que los hombres alcancen su libertad y su dignidad en el seno de una sociedad capitalista. Se trata de una estructura económica y social que aliena al individuo y que se fundamenta en la explotación del hombre por el hombre.

El Neocapitalismo y la Relevancia Actual del Marxismo

Hoy en día, la evolución de la economía hacia el neocapitalismo ha supuesto el cambio radical hacia un sistema en el que la gran mayoría de la población es mero asalariado y en el que las condiciones de vida han cambiado de forma radical. Ya no es posible plantear las cuestiones relacionadas con la explotación y la alienación en los mismos términos en que lo había hecho el marxismo clásico. Pero no se podría entender la historia de los siglos XIX y XX sin conocer el papel que jugó Marx en el análisis del capitalismo, sin su contribución al movimiento obrero, a las distintas corrientes del socialismo y sin sus críticas de la ideología burguesa.

Obras Principales de Karl Marx

• La Sagrada Familia
• Contribución a la crítica de la Economía política
• Manifiesto del partido comunista
• El capital, su obra principal