Las Etapas Clave del Desarrollo Psicosocial Humano
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El modelo de desarrollo psicosocial de Erik Erikson describe una serie de ocho etapas que atraviesa el ser humano a lo largo de su vida, cada una marcada por una crisis o conflicto principal que debe resolverse para un desarrollo saludable.
Confianza vs. Desconfianza (desde el nacimiento hasta 1 o 2 años)
Si el niño crece bajo cuidados adecuados en cuanto a alimentación y otras necesidades básicas propias de la edad, crece seguro de sí mismo; si no, crece inseguro, sin confiar en sí ni en otros.
Autonomía vs. Vergüenza (desde 1 año y medio o 2 hasta los 3 o 4 y medio)
El niño que recibe la atención apropiada por parte de sus padres adquiere control en sí mismo y se enorgullece de sus actos. Quienes superan esta etapa con éxito no controlan totalmente su voluntad, pero son más independientes y tienen iniciativa propia.
El desafío de los berrinches y llantos
Si al niño no se le dan alternativas sobre mínimas cosas que puede decidir (como un par de zapatos), se frustra, se avergüenza y su carácter y voluntad no se desarrollan adecuadamente.
Iniciativa vs. Culpabilidad (desde los 3 años y medio o 4 hasta que entra a la escuela primaria)
Es la edad del juego: el niño aprende a compartir con otros, desarrolla su imaginación o fantasía de jugar, sigue las reglas del juego y toma el liderazgo cuando juega con otros.
Si el niño es frustrado en sus juegos y actividades en esta etapa, se siente culpable y se vuelve temeroso e incapaz de tomar la iniciativa, no desarrolla su imaginación y se vuelve dependiente de sus padres.
Competencia vs. Inferioridad (desde que el niño comienza a ir a la escuela hasta aproximadamente los 14 años)
El niño aprende lo básico de la vida para ser un adulto funcional y competente. Comienza su relación con sus amigos y sigue las normas sociales de esta edad, sigue reglas de juego y aprende también a jugar en equipo y practica deportes. Entiende que debe aprender ciertos conocimientos académicos, como estudios sociales, desarrolla sus habilidades cognitivas y se interesa por la lectura. Desarrolla autodisciplina para el buen comportamiento, ser más sociable y acatar reglas.
Si el niño no supera con éxito las etapas anteriores, al llegar a esta se siente dudoso acerca de su futuro, se le forman complejos de inferioridad, se llena de culpa y vergüenza por ser y actuar diferente.
Identidad vs. Confusión (desde los 13 o 14 años hasta los 20)
Si el adolescente ha superado las otras etapas sin frustraciones, aprende a contestarse a sí mismo quién es como individuo. Sin embargo, algunos adolescentes experimentan confusión sobre su identidad, se rebelan y pueden incurrir en problemas como la delincuencia. A su vez, desarrolla conciencia de lo que es bueno y malo y adopta un comportamiento social adecuado. Se inspiran en alguien que admiran para ser un adulto exitoso. Prueba diferentes estilos hasta encontrar el ambiente en el que se sienta confortable.
Si no logra consolidar su identidad en esta etapa, se convierte en una persona que quiebra las reglas de la sociedad, de carácter débil y con un comportamiento antisocial.
Intimidad vs. Soledad (adultos jóvenes)
El éxito del adulto joven es experimentar la intimidad con su pareja, desarrolla una relación auténtica y genuina, lo que puede conducir a relaciones significativas y, en algunos casos, a un matrimonio feliz.
Generatividad vs. Estancamiento (edad adulta)
El desarrollo social del individuo se centra en la generatividad, que puede manifestarse en la crianza de los hijos, la mentoría o la contribución a la sociedad. El individuo desarrolla un sentido de trabajar productivamente para el desarrollo efectivo de su familia o comunidad.
Integridad vs. Desesperación (adulto maduro)
Si las crisis psicosociales anteriores han sido resueltas exitosamente, este adulto maduro desarrolla un máximo grado de madurez, confía en su independencia y trabaja para tener un rol aceptable en su vida, quiere realizarse como persona, está orgulloso de sus hijos, su trabajo, profesión y pasatiempos.
Si una o más de las etapas anteriores no se resolvieron efectivamente, el adulto maduro ve su vida con frustración y disgusto por lo que ha logrado. Es una etapa de revisión de la vida del individuo.