Estudios retroprospectivos
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incorregibles. |2.4. Percepciones del castigo y niveles de criminalidad. |La teoría de la disuasión asume que la amenaza de sanciones penales influye en el proceso de toma de decisiones por parte de los potenciales delincuentes y reduce la probabilidad de que estos emprendan actividades delictivas al aumentar los costos asociados con las mismas. Esta teoría asume que: 1) Los niveles de punitividad son percibidos por el público en general de forma apropiada, y que 2) El público está dispuesto a modificar su conducta como consecuencia de estas percepciones. |En este sentido, Geerken y Gove caracterizaban la disuasión como “un mecanismo de transmisión de información más que simplemente un sistema sancionador” |Uno de los problemas de estos estudios es que examinan el efecto medio con la población en general. La teoría de la disuasión para que opere requiere que algunos miembros de la población de delincuentes en potencia respondan a los incentivos y sean conocedores de los cambios relevantes en los incentivos por cometer delitos. |2.5. Disuasión general y comunicación de la amenaza penal:
La disuasión focalizada. La disuasión implica la comunicación de información sobre desincentivos a una audiencia para aumentar su percepción del riesgo y desmotivar la participación en comportamientos socialmente indeseables. Los programas de Scared Straight tenían como ingrediente principal visitas a centros penitenciarios en las que los internos explicaban a estos jóvenes, de forma brutal y exagerada, distintos aspectos de la vida en prisión. La revisión de la Universidad de Maryland de programas de prevenciones eficaces (1997) incluía estos programas como un ejemplo de intervenciones que no funcionan. |Más recientemente, la idea de la “disuasión focalizada” en ciertas audiencias ha recibido un nuevo impulso a raíz de la experiencia del Programa Ceasefire (alto el fuego) desarrollado en Boston. En esta ciudad se desarrolló un programa experimental orientado a reducir la violencia letal de las pandillas juveniles. El Programa Ceasefire estaba orientada mandar un mensaje explícito y “al por menor” a una audiencia relativamente pequeña de miembros de pandillas.| Los homicidios en Boston disminuyeron drásticamente durante los cinco años siguientes y no volvieron a aumentar hasta el año 2000, cuando la intervención terminó. No obstante, autores notaron que el descenso de homicidios en Boston era parte de un descenso más amplio en el estado de Massachusetts, que había comenzado antes de la implementación del Programa Ceasefire.| Casefire se convirtió en un modelo nacional de “buena práctica”, a pesar de las limitaciones de la evaluación del proyecto original y los interrogantes sobre la posibilidad de transferir el programa a otros contextos diferentes. Los estudios realizados hasta la fecha, no obstante, no han sido negativos. En Chicago, las autoridades locales también emplearon una intervención de disuasión focalizada como parte de su estrategia más amplia para contener la violencia con armas de fuego, lo que llevó a un descenso más acentuado de homicidios las áreas de control.*3.Investigación sobre disuasión general y políticas públicas.| Estos estudios sugieren que el aparato de justicia penal en su conjunto tiene un efecto disuasorio general: “Cuando se hace conscientes a los delincuentes en potencia de que existe un riesgo sustancial de castigo, muchos de ellos son inducidos a desistir” |Nagin destacaba que, aunque es posible hablar en general de un efecto disuasorio general del aparato de justicia penal, todavía existen demasiadas lagunas: 1. No es suficiente saber que el efecto medio de las leyes penales es disuasorio; es preciso desarrollar un conocimiento de cómo y por qué la gente responde de forma diferente a las políticas penales en distintos lugares y momentos. 2. Es preciso estudiar no solamente los efectos de estas políticas a corto plazo, sino también calibrar sus consecuencias directas y secundarias a más largo plazo. 3. No sabemos casi nada sobre la relación entre percepciones del riesgo de sanción y políticas que tratan de alterar estas percepciones. 4. Existe un conocimiento fragmentario del vínculo entre las políticas deseadas o planificadas y lo que ocurre en la práctica una vez que las políticas implementan. |Las políticas penales orientadas a incrementar el nivel de disuasión general deben tomar en consideración las siguientes consideraciones: 1. El costo social y económico conocido o estimado de la política en cuestión. 2. La limitada probabilidad de que se produzca una reducción de la delincuencia como consecuencia de los efectos disuasorios generales. 3. La probabilidad de que los actores del sistema de justicia penal alteren su comportamiento para atenuar los efectos de políticas penales que consideren desmesuradas. 4. Tensiones con el principio de proporcionalidad. |Las distintas revisiones concluyen en que todo las alteraciones de la probabilidad de una condena tienen efectos disuasorios más robustos que las alteraciones en la severidad de las penas. |Otros autores consideran que el hecho de que la investigación sea un poco más convincente no significa que aumentar la certeza del castigo por medio de una inversión policial sea una política necesariamente deseable, que vaya a funcionar en todos los casos.
La disuasión focalizada. La disuasión implica la comunicación de información sobre desincentivos a una audiencia para aumentar su percepción del riesgo y desmotivar la participación en comportamientos socialmente indeseables. Los programas de Scared Straight tenían como ingrediente principal visitas a centros penitenciarios en las que los internos explicaban a estos jóvenes, de forma brutal y exagerada, distintos aspectos de la vida en prisión. La revisión de la Universidad de Maryland de programas de prevenciones eficaces (1997) incluía estos programas como un ejemplo de intervenciones que no funcionan. |Más recientemente, la idea de la “disuasión focalizada” en ciertas audiencias ha recibido un nuevo impulso a raíz de la experiencia del Programa Ceasefire (alto el fuego) desarrollado en Boston. En esta ciudad se desarrolló un programa experimental orientado a reducir la violencia letal de las pandillas juveniles. El Programa Ceasefire estaba orientada mandar un mensaje explícito y “al por menor” a una audiencia relativamente pequeña de miembros de pandillas.| Los homicidios en Boston disminuyeron drásticamente durante los cinco años siguientes y no volvieron a aumentar hasta el año 2000, cuando la intervención terminó. No obstante, autores notaron que el descenso de homicidios en Boston era parte de un descenso más amplio en el estado de Massachusetts, que había comenzado antes de la implementación del Programa Ceasefire.| Casefire se convirtió en un modelo nacional de “buena práctica”, a pesar de las limitaciones de la evaluación del proyecto original y los interrogantes sobre la posibilidad de transferir el programa a otros contextos diferentes. Los estudios realizados hasta la fecha, no obstante, no han sido negativos. En Chicago, las autoridades locales también emplearon una intervención de disuasión focalizada como parte de su estrategia más amplia para contener la violencia con armas de fuego, lo que llevó a un descenso más acentuado de homicidios las áreas de control.*3.Investigación sobre disuasión general y políticas públicas.| Estos estudios sugieren que el aparato de justicia penal en su conjunto tiene un efecto disuasorio general: “Cuando se hace conscientes a los delincuentes en potencia de que existe un riesgo sustancial de castigo, muchos de ellos son inducidos a desistir” |Nagin destacaba que, aunque es posible hablar en general de un efecto disuasorio general del aparato de justicia penal, todavía existen demasiadas lagunas: 1. No es suficiente saber que el efecto medio de las leyes penales es disuasorio; es preciso desarrollar un conocimiento de cómo y por qué la gente responde de forma diferente a las políticas penales en distintos lugares y momentos. 2. Es preciso estudiar no solamente los efectos de estas políticas a corto plazo, sino también calibrar sus consecuencias directas y secundarias a más largo plazo. 3. No sabemos casi nada sobre la relación entre percepciones del riesgo de sanción y políticas que tratan de alterar estas percepciones. 4. Existe un conocimiento fragmentario del vínculo entre las políticas deseadas o planificadas y lo que ocurre en la práctica una vez que las políticas implementan. |Las políticas penales orientadas a incrementar el nivel de disuasión general deben tomar en consideración las siguientes consideraciones: 1. El costo social y económico conocido o estimado de la política en cuestión. 2. La limitada probabilidad de que se produzca una reducción de la delincuencia como consecuencia de los efectos disuasorios generales. 3. La probabilidad de que los actores del sistema de justicia penal alteren su comportamiento para atenuar los efectos de políticas penales que consideren desmesuradas. 4. Tensiones con el principio de proporcionalidad. |Las distintas revisiones concluyen en que todo las alteraciones de la probabilidad de una condena tienen efectos disuasorios más robustos que las alteraciones en la severidad de las penas. |Otros autores consideran que el hecho de que la investigación sea un poco más convincente no significa que aumentar la certeza del castigo por medio de una inversión policial sea una política necesariamente deseable, que vaya a funcionar en todos los casos.