Estudio de la Vida y Obra de Miguel Hernández

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1. Marco Histórico y Cultural

El 17 de julio de 1936, Franco se puso al frente de la sublevación, con el apoyo de las élites económicas, la Iglesia y el ejército. Triunfó en la meseta del norte, Navarra y Galicia. El resto del país se mantuvo fiel a la República. Los republicanos mostraron incapacidad para controlar la situación. El ejército avanzaba y la República se replegaba. Numerosas ciudades fueron bombardeadas y las cunetas y tapias de los cementerios se llenaron de cadáveres. Los vencedores iniciaron una intensa campaña de represalias que obligó a miles de españoles a exiliarse. La mayoría de los intelectuales se mantuvieron fieles a la República. La guerra supuso la interrupción de los programas educativos y científicos, y el exilio tuvo un efecto funesto.

2. Semblanza Biográfica

Miguel Hernández será considerado como uno de los poetas del amor, de la justicia y de la sociedad (siglo XX). El rasgo que lo diferencia es la coherencia entre su vida y su obra literaria. Durante su adolescencia, leía a escondidas de su padre, quien no le permitió asistir al colegio hasta los 14 años porque debía trabajar. Después conoce a Fenoll y a Sijé, quienes lo introducen en los mejores ambientes culturales y sociales de Orihuela.

2.1 Evolución Poética

  • El mundo externo: la naturaleza como vivencia y objeto de observación.
  • El mundo interno y personalista del autor.
  • El mundo externo, referido al "nosotros", comprometido por la igualdad social.
  • El mundo interno, trascendente y solidario, solo por amor.

2.2 El Mundo Externo

Miguel Hernández describe la naturaleza. La naturaleza del primer Hernández es una obra divina. Después, Miguel quiere salir de Orihuela para marcharse a Madrid. En Madrid (1927) asistió al homenaje a Góngora y se inspiró para confeccionar su primer poemario, Perito en Lunas. La mayoría de los poemas presentan su pasión por la naturaleza, la cultura y lo sexual. Esta aventura solo dura seis meses.

2.3 El Reencuentro con los Otros: Amistad y Amor (1934-1936)

Miguel Hernández conoce a Josefina Manresa y se hacen novios. En 1935 vuelve a Madrid y tiene una agitada vida social. Se enamora de la pintora Maruja Mallo, quien le corresponde con pasión. Escribe a Josefina y se reconcilia con ella. Escribe El Rayo que no Cesa, en el que se puede hablar de tres musas. En todos los poemas amorosos del libro predomina el amante frustrado. El tema es la insatisfacción por la inaccesibilidad de la amada; es la queja del enamorado por no poder gozar carnalmente de su amor. En esta época experimenta un cambio en su actitud cívico-social: abandona su credo religioso y se dedica a la defensa del proletariado. Miguel Hernández era admirado porque convertía su vida en materia literaria. Su cambio de postura personal representa el vuelco de la poesía pura hacia una poesía impura, comprometida, manchada y herida por la realidad. Al poco tiempo estalla la guerra.

2.4 La Poesía de Guerra: El Poeta Soldado (1936-1938)

Tras el golpe de estado, Miguel Hernández se alista como voluntario en el Partido Comunista. Es nombrado Comisario de Cultura. En esta época publica Viento del Pueblo. Su poesía se hace bélica; deja de ser el poeta pastor para convertirse en el poeta del pueblo. También se casa por lo civil con Josefina. Su poesía es una síntesis del dolor compartido y de denuncia contra la injusticia capitalista. Stalin retira su ayuda a la República y esto supone el fin del sueño de los jóvenes republicanos que creyeron en la victoria hasta el final. A la vena optimista de Viento del Pueblo prosigue, un año después, El Hombre Acecha; se presenta al hombre como una amenaza para el hombre; se ha animalizado. La naturaleza misma se encoge y desaparece. La guerra y el hambre han generado el odio y la sobra en el paisaje.

2.5 Poesía Intimista y Poesía Carcelaria

Al acabar la guerra, Miguel Hernández intenta exiliarse, pero no lo consigue y empieza su periodo carcelario. En esta etapa, escribió Cancionero y Romancero de Ausencias (su última obra). Murió en Alicante el 28 de marzo de 1942. Confeccionó una especie de diario poético íntimo, que es una poesía de hondo sentimiento, de gran simbolismo y de autorreferencia a su obra anterior. Se recogen temas del amor y las adversidades que lo hostigan. El poeta sigue exaltando el amor y la vida en familia, y esto colma de sentido el futuro, representado por su hijo. Miguel Hernández murió con los ojos abiertos porque los grandes personajes no tienen biografía, sino destino.

3. Análisis Sistemático y Estilístico de la Poesía de Miguel Hernández

3.1 La Naturaleza

El poeta devuelve la poesía a la naturaleza, pero cambia la naturaleza del 27 por una agricultura viva y directa. Trató el tema de la naturaleza desde distintos puntos de vista:

  1. Naturaleza real como entorno vital: la naturaleza se constituye en la protagonista del poema.
  2. Naturaleza relacionada con Dios: el espíritu de Miguel Hernández se reparte entre la naturaleza circundante y la religión católica. La fusión con la naturaleza se deberá, asimismo, a que concibe todo lo natural como obra de Dios.
  3. La naturaleza relacionada con la invención del lenguaje: en Perito en Lunas describe objetos de la naturaleza y de la vida cotidiana. Estamos ante una naturaleza de bodegón, estática. La luna es el modelo de comportamiento de la naturaleza. Para el poeta, materia y espíritu se confunden; todo el universo está provisto de conciencia.

3.2 El Amor en la Poesía de Miguel Hernández

  1. El despertar sexual y la pugna religiosa: la poesía religiosa viene marcada por el dualismo teológico de la oposición entre espiritualidad y sexualidad. Miguel Hernández sabe que la atracción carnal y la consumación sexual son impulsos irreversibles e inevitables.
  2. El amor-lamento y el amor ilusión: impera el amor abstracto, cuya fuente principal fue el amor cortés. Posteriormente, concibió el amor como herida.
  3. El amor-dolor: en El Rayo que no Cesa, el amor se ve como amenaza y tortura por no poder ser gozado sexualmente. Ya es un amor concreto y real. Esta ansia de amor choca con la moral provinciana y puritana de Josefina, produciendo la pena hernandiana.
  4. El amor-alegría: escribe la preciosa Canción del Esposo Soldado y, posteriormente, las Nanas de la Cebolla. El poeta parece vencer el odio y el resentimiento por la guerra.
  5. El amor-odio: el hombre se ha convertido en una amenaza para el hombre. La guerra y el hambre han generado el odio.
  6. El amor-esperanza: Miguel Hernández asume la triste realidad y la hace suya. Y aquí reside el anhelo de vida ante tanta muerte y tanta miseria. Cancionero y Romancero de Ausencias hay que entenderlo como una vida fatídicamente abocada a su extinción. La ausencia es de justicia, amor y libertad.

3.3 Vida y Muerte

  1. La muerte, parte de la vida: los tres temas son el amor, la muerte y la vida. Vida y muerte se aúnan en dos sentidos: el sentido existencialista, anticipado por Quevedo: "vivir es un ir muriendo cada día", y el sentido solidario de la muerte-semilla: el hombre es un ser que vela por la especie y permanece en ella.
  2. Elegías: el sentimiento por la amistad indujo a Miguel Hernández a escribir elegías por familiares o amigos muertos.
  3. Símbolos de vida y muerte: toda su obra gira en torno a los misterios de la vida: el amor como síntoma de vida, luz, claridad, por un lado, pero, por otro, el amor como destrucción, la muerte, la sombra, la oscuridad. Los huesos son el símbolo de vida y de amor; se citan huesos naturales; cuando aparece la imagen de la muerte, los huesos pasan a ser uno de los centros del impulso erótico, simbolizan el empuje de los combatientes republicanos y el símbolo se dirige hacia la muerte... También la lluvia es el mito de la muerte que florece.

3.4 El Compromiso Social y Político

En su primera etapa, sublima el trabajo y la abnegación como peldaños de la escalera para llegar a Dios. Critica con acritud las posiciones políticas de los anarquistas, los comunistas y los sindicatos obreros. Solo Machado se preocupó del hombre de España, del campesino de las tierras de Soria. Pero Machado tampoco da soluciones. El gran compromiso que enaltece la figura de Miguel Hernández radica en que puso sus fuerzas para defender la tierra, para dignificar al hombre del campo y para concienciarlo de sus derechos. Declarada la guerra, Miguel Hernández se decanta por el bando republicano, que identifica con los pobres. El oriolano, considerando que su única arma era la poesía, cultivará una poesía de propaganda y aliento que paseará por las trincheras. Cuando la derrota es inminente, Miguel Hernández lanza un grito: El Hombre Acecha, y cierra este libro con la petición de esperanza.

3.5 Imágenes y Símbolos en la Poesía

  1. La luna: es el motivo central en el universo poético hernandiano. Significados: naturaleza inmediata y real; se asocia luna-ojos, por lo que la luna lluviosa se refiere al llanto. En Perito en Lunas, el poeta se declara experto en lunas; también aparece como infortunio, representará la fatalidad femenina. Simboliza también la fatalidad de la esclavitud y se produce un nuevo cambio: la alegría por el nacimiento de su segundo hijo recupera la esperanza de futuro.
  2. El rayo: son frecuentes las imágenes del cuchillo, las navajas, los puñales, la espada y la del rayo. Acepciones: rayo de luz, rayo de tormenta, rayo como símbolo de fatalidad. El rayo es el deseo no satisfecho y también significa fuerza y garra.
  3. El toro: uno de los símbolos más hernandianos. Se identifica con la muerte, pero una muerte física y real. El toro tiene dos interpretaciones básicas: el toro bravo, en libertad (virilidad y masculinidad de los instintos naturales); el toro de lidia, en la plaza (destino que va abocado al dolor y a la muerte).
  4. El viento: es el símbolo de la poesía épica de Miguel Hernández. En esta época es el símbolo de compromiso social y político. Valores del símbolo del viento: el viento es usado por su valor natural de fenómeno atmosférico; el viento se identifica con la imagen de la mujer deseada; el viento se concibe como la fuerza del pueblo y se ha transformado en viento del odio, del rencor, viento negativo que intenta destruir el mundo del amor.
  5. Tierra: símbolo de la propia naturaleza; se concibe como madre que da la vida, la que acoge tras la muerte, cuna y sepultura de su existencia. La tierra representa la naturaleza, pero también la agricultura y el mundo del trabajo en general; indica la vitalidad del amor; la tierra simboliza la germinación, la desmesura del amor, cuando ya ha desaparecido el cuerpo amado.
  6. Luz/sombra: Miguel Hernández cierra su peripecia vital y poética con unos versos de reafirmación de la victoria de la luz sobre las sombras.

3.6 Tradición y Vanguardia

Miguel Hernández es un poeta poroso, permeable, que se empapaba de todo lo que leía y oía. Bebe de fuentes tradicionales populares y de fuentes de tradición culta.

  1. Tradición de los clásicos literarios: Miguel Hernández, influido por el costumbrismo regionalista. Es una naturaleza muy realista y también se somete a la poesía mística de San Juan de la Cruz y de Fray Luis de León. El Rayo que no Cesa es un homenaje a la poesía pastoril de Cervantes, al petrarquismo de Garcilaso, a Quevedo y a Aleixandre. Introdujo la sensualidad y el erotismo, y valoró a escritores como Machado. Pero no renuncia al romanticismo de Bécquer. La estela católica se observa en Calderón de la Barca y Lope de Vega... La personalidad que más destaca es la de Luis de Góngora. De la influencia de la metáfora y del hermetismo brotará Perito en Lunas.
  2. Los escarceos vanguardistas: Miguel Hernández experimenta recursos propios del lenguaje surrealista, que abandonará al tener que dirigirse al pueblo llano cuando estalla la Guerra Civil. En las dos odas dedicadas a Aleixandre y Neruda abundan las imágenes extravagantes. En definitiva, en la obra de Miguel Hernández confluyen lo clásico y lo moderno, lo tradicional y lo renovador.
  3. Tradición popular: el neopopularismo: la recreación culta de la tradición de corte popular es el neopopularismo desde la Generación del 27. El entorno rural hacía familiares las coplas de estaciones, cantares de siega... En la poesía popular se alcanza el valor de la recreación artística y se plasma el carácter de un pueblo.
  4. Miguel Hernández, epígono de la Generación del 27: el trabajo de los biógrafos de Miguel Hernández ha ido desvelando aspectos de las relaciones personales con los componentes de la Generación del 27. Sintió hacia ellos hechos que los distanciaban: cierta diferencia de edad; la diferencia cultural: los poetas del 27 son todos universitarios. Los biógrafos han señalado que sería algo exagerado resaltar este autodidactismo porque distintas personalidades de la cultura oriolana proporcionaron libros al poeta y guiaron sus lecturas primeras. Su figura despertaba, cuando menos, la curiosidad. Parece que la arrolladora personalidad de Lorca, siempre deseoso de ser el centro de atención en todas las reuniones... Rasgos que unirían al autor con la Generación del 27: la asistencia al acto conmemorativo del centenario de Góngora; la consideración de Juan Ramón Jiménez como maestro y guía; el uso de la metáfora; la influencia de los clásicos de la literatura; la influencia del surrealismo; el compromiso social. Diferencias en el tratamiento de algunos temas: la naturaleza en la Generación del 27 está en contacto social con la ciudad y es asumida por ella. En Miguel Hernández, la naturaleza está llena de vida, es real y se relaciona con su etapa de ganadero y su experiencia personal. En el tema del amor, presentaría mayor sintonía con Aleixandre, por su panteísmo y por ser un símbolo de la fraternidad entre los seres humanos. La sintonía ideológica: el compromiso total de Hernández difícilmente puede encontrarse en algún poeta del 27. Solo Lorca, Neruda y Alberti destacaron por su compromiso ideológico radical. Los poetas del 27 se preocuparon por recoger el romancero y la poesía popular. Pero Miguel Hernández se asimila y se considera al pueblo: Viento del Pueblo.

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