Estudio del personaje de Emma Bovary en la novela de Flaubert

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La caracterización psicológica de Emma que hace el texto muestra una actitud de desencanto. Explica cómo crees que se manifiesta esa actitud en el texto y cuáles son sus causas. ¿Crees que está justificado el desencanto de Emma? ¿Cómo valoras en general la actitud de la protagonista ante la vida? (2 puntos)

Emma se siente sola y desatendida. Bajo la influencia de las muchas novelas románticas que confiesa haber leído, presenta una visión tópica y fantástica del caballero-suma-de-todas-las-virtudes, cuyo único papel es cumplir todos los deseos de ella. Tiene una visión idealizada del matrimonio y de la figura del esposo y, al no obtener lo que espera, viene el desencanto. Objetivamente, no está justificado. Si el personaje hubiese tenido los pies en la tierra, hubiese sido consciente de la clase de hombre con el que se casaba. Por otra parte, conociendo el origen de Emma, hija de un agricultor sin más bienes que sus tierras y un par de manos para trabajarlas, tampoco es lógico que esperase resolver su vida casándose con un hombre rico. Es algo que rara vez pasa en la vida real. Eso nos indica que Emma había interiorizado el mito del “príncipe azul” hasta convertirlo en objetivo de su vida. No valora los esfuerzos de su padre para pagarle una educación; está convencida de que, hasta el presente, la vida la ha tratado mal.

La valoración que se puede hacer de la actitud de la protagonista es que se trata de una mujer inmadura que no es capaz de valorar su propia realidad ni sus posibilidades. Confunde la búsqueda de la felicidad con la consecución de un estatus social que le aporte visibilidad, respeto por parte de la comunidad y dinero. Tiene la certeza de que la vida le debe mucho, aunque en ningún momento llega a explicar por qué. Al no conseguir lo que quiere, reacciona con una pataleta de niña caprichosa. Como es una adulta, su “pataleta” particular se llamará “adulterio”. Seguramente, no es un perfil psicológico inventado por Gustave Flaubert, aunque sí puede considerarse el primer autor que dedica todas sus dotes de observación y su pericia de narrador para crear un personaje perfectamente identificable incluso hoy en día y que, con toda probabilidad, se ha dado en todas las épocas: el del cliché que corresponde al actual “porque yo lo valgo”.

Flaubert fue acusado de inmoral por esta novela. El adulterio como vía de liberación, tratándose de una mujer, no estaba aceptado por una sociedad en la que, sin embargo, era motivo de orgullo y vanidad que un hombre tuviera una amante a la que a menudo se le ponía piso, llegando incluso a mantener familias paralelas. Comenta esta doble moral. ¿Crees que de este hecho puede desprenderse alguna enseñanza? (2 puntos)

Los novelistas veían el adulterio como un hecho social más que individual, por lo que estas novelas invitaban a la reflexión en una época donde los matrimonios concertados eran lo más habitual, donde la mujer recibía una educación insuficiente o inadecuada. Una época donde la lectura de novelas románticas provocaba una serie de ideales en la mujer que fatalmente podían encajar en una sociedad hipócrita e injusta.

Flaubert nos presenta a Emma como una mujer que desea ejercer su voluntad para llegar a esa vida que ha imaginado y para ello no duda en engañar a su marido si con ello va a conseguirlo.

A mediados del siglo XIX, que sea la mujer la que tiene una aventura es considerado inmoral porque se invierten los papeles y es ella quien dirige la relación extramatrimonial ante un marido considerado un buen hombre aunque mediocre. Se ve también como un acto pecaminoso porque va en contra del santo sacramento del matrimonio.

Emma desea y busca las relaciones para acabar con su vida monótona y tediosa para llevar una vida mejor.

Esto es totalmente impensable en la sociedad de la época. En cambio, el hombre goza de total libertad para hacer lo que le plazca. O sea, que ante un mismo hecho las reacciones son distintas. No se mide por igual el comportamiento de la mujer que el del hombre. Esta doble moral se debe a que el papel de la mujer es secundario en la sociedad y depende del hombre, y que tome las riendas de su existencia no está bien visto. Los hombres son seres “superiores” y el adulterio es cosa masculina. La doble moral imperante en la sociedad castiga a la mujer casada que abandona a su marido después de haber cometido adulterio, mientras que deja impune al hombre que la ha seducido. Así, una Emma Bovary desdeñada por sus amantes4 se suicida por ingesta de arsénico debido a las deudas contraídas.

Algo de esto ha llegado a nuestros días, no con el adulterio precisamente como aventura extramatrimonial, sino por las relaciones sexuales: un hombre puede mantener miles de ellas y será un macho, mientras que si lo hace una mujer, será tildada, como poco, de “mujer de moral distraída”. Poco hemos avanzado en estos temas a pesar de haber transcurrido casi dos siglos.

Busca la definición de bovarismo y explica su relación con la novela de Flaubert. Investiga en internet y aporta información complementaria a la que figura en el blog.

El bovarismo es un trastorno psiquiátrico que se caracteriza por una insatisfacción permanente. El nombre proviene del personaje de Emma Bovary y de la novela del mismo nombre escrita por Gustave Flaubert. A Emma Bovary le hubiera gustado tener la vida de los personajes de una novela, pero la realidad era muy distinta, ya que estaba muy insatisfecha con su vida.

El Quijote y Madame Bovary son de las pocas novelas que gozan del privilegio de haber forjado no sólo un arquetipo universal sino una actitud ante la vida. De Don Quijote y de Emma Bovary han surgido el quijotismo y el bovarismo; este último término es mucho menos conocido que el referido al caballero andante, aunque también haya tenido sus correspondientes reflejos en el mundo real.

La vida de Madame Bovary es una vida de fracasos y frustración; nunca está contenta con nada de lo que tiene, siempre se ilusiona con lo que no posee y que cree que debería tener. Solo disfruta de las cosas mientras trabaja para conseguirlas; una vez conseguidas, pierde el interés, volviendo a caer en la apatía, aburrimiento o enfermedad que no la abandonan hasta que encuentra otra idea con la que ilusionarse por absurda e irrealizable que sea.

El bovarismo brota de un profundo descontento del sujeto con el ambiente en el que ha nacido, alentado por la lectura de ficciones en las que se pintan escenarios, personajes, costumbres y sentimientos inconcebibles en ese ambiente. Las novelas que frecuentaba Emma Bovary se desarrollaban en el Antiguo Régimen, poco antes de la Revolución de 1789. Todavía la joven pudo conocer a un par de personajes vinculados a esa época y por los que enseguida se sintió fascinada.

El bovarismo es una enfermedad de la voluntad, propia de la inmadurez y, por tanto, de la juventud. El bovarista se halla a merced de las veleidades del deseo. Quiere querer sin saber muy bien qué. Nada puede satisfacerlo y cuando conquista el objeto anhelado, lo arroja por la borda. La satisfacción le empuja de nuevo al temido vacío.

Comenta el tipo de narrador que se utiliza en este fragmento y justifícalo debidamente con ejemplos. Indica qué otras clases de narradores aparecen en la obra y explica qué peculiaridades presenta cada uno de ellos. (2 puntos)

Es un narrador omnisciente porque sabe todo lo que ocurre y todos los pensamientos y sentimientos de sus personajes, y lo retrata desde fuera y lo hace en tercera persona. Esto es característico de la novela realista: el que haya un narrador que lo sabe todo y conoce lo que ocurre y lo narra de forma objetiva y realista, aparentemente, pero en realidad, debido a que él nos presenta solo realmente lo que quiere que veamos, pues resulta algo subjetiva, porque solo nos dice lo que quiere decir para que el lector piense lo que él desea que piense.

Los diferentes tipos de narradores que aparecen en la obra son:

  1. Un narrador-personaje plural: Es el narrador que inicia el relato. Es alguien que está allí. Es un narrador testigo del que no sabemos nada, que se esconde en un “nous” plural y general. Este narrador está presente solo en el primer capítulo y se desvanece imperceptiblemente para dar lugar a otro narrador.
  2. Un narrador omnisciente: Es quien narra casi todo lo que ocurre. No forma parte del mundo narrado, es exterior a él y habla desde la 3ª persona del singular. Conoce tanto lo que sucede en el mundo exterior como la secreta intimidad de los personajes. Ese narrador sabe dosificar muy bien su información y, a veces, comunica datos al lector, otras se los oculta hábilmente y, en muchas ocasiones, da voz a los personajes y actúa a través de sus pensamientos. Por eso, en Madame Bovary no podemos hablar de un único narrador, sino de varios; o de uno solo que relata desde diferentes perspectivas:
    1. El narrador imparcial o invisible: En gran parte del relato, el narrador omnisciente actúa como un narrador objetivo, como un observador que no se deja ver: dice lo que ocurre pero no lo califica, se limita a transmitir la actuación de los personajes. Actúa como una cámara cinematográfica. La invisibilidad le exige al narrador una actitud impasible frente a lo que narra, le prohíbe entrometerse en lo que narra para sacar conclusiones o dictar sentencias. Su función no es condenar ni absolver, sino describir. Pero hay momentos en los que este narrador omnisciente deja de ser invisible y ocupa el primer plano de la narración.
    2. El narrador-filósofo: A veces, el narrador omnisciente deja de lado el relato para pronunciar sentencias filosóficas, conclusiones morales o reglas de vida.
  3. El estilo indirecto libre: El gran aporte técnico de Flaubert consiste en acercar tanto el narrador omnisciente al personaje que las fronteras entre ambos se evaporan, hasta el punto de que el lector no sabe si aquello que el narrador dice proviene del relator invisible o del propio personaje que está monologando mentalmente. Es un estilo empleado para narrar la intimidad (recuerdos, sentimientos, sensaciones, ideas) desde adentro, es decir, para acercar lo más posible al lector y al personaje. El estilo indirecto libre consigue una aproximación a la conciencia del personaje que Flaubert logra gracias al uso del pretérito imperfecto y de la interrogación.

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