Estudio del Lenguaje y la Condición Femenina en 'La Casa de Bernarda Alba'
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Primer Acto
Lenguaje Coloquial
- Coloquialismos: Bernarda: Frase hecha: La Poncia.- ¡Es que tus hijas están ya en edad de merecer!
- Onomatopeya: La Poncia: (Llevan ya más de dos horas de gori-gori.) Criada:
- Insultos y maldiciones: La Poncia: Tirana de todos los que la rodean. Es capaz de sentarse encima de tu corazón y ver cómo te mueres durante un año sin que se le cierre esa sonrisa fría que lleva en su maldita cara. (Hipérbole)
- La Poncia: Ese día me encerraré con ella en un cuarto y le estaré escupiendo un año entero. (Hipérbole). Ojalá que un día no quedáramos ni uno para contarlo.
- La Poncia: ¡Mandona! ¡Dominanta!
- La Poncia: ¡Mal dolor de clavo le pinche en los ojos!
- Quisiera que ahora que no come ella, y que todas nos muriéramos de hambre.
- La Poncia: ¡Buen descanso ganó su pobre marido!
- Mujer 2:
- Mujer 3: ¡Lengua de cuchillo!
- Mujer 1: ¡Fastídiate!
- Frases hechas: ¡Alabado sea Dios!, Por la puerta se va a la calle. Cae el sol como plomo.
- Vulgarismos: Pero yo soy buena perra.
- Andalucismos: Bernarda: “Sentarse”
Lenguaje Poético
- Criada.- Fuera de aquí. ¿Quién os dijo que entraseis? Ya me habéis dejado los pies señalados.
- Comparaciones: Hasta ponerla como un lagarto machacado por los niños.
- Criada: A pesar de sus ochenta años, tu madre es fuerte como un roble.
- La Poncia: Tiene unos dedos como cinco ganzúas.
- La Poncia: Retumbaban las paredes, y cuando decía amén era como si un lobo hubiese entrado en la iglesia.
- Metáfora: Mujer: Cae el sol como plomo.
- Martirio: una perra sumisa que les dé de comer.
- Bernarda: ¿Es decente que una mujer de tu clase vaya con el anzuelo detrás de un hombre el día de la misa de su padre?
- Hipérbole: La Poncia: Es capaz de sentarse encima de tu corazón y ver cómo te mueres durante un año sin que se le cierre esa sonrisa fría que lleva en su maldita cara.
Segundo Acto
Lenguaje Coloquial
- Insultos, maldiciones y amenazas: - ¡Carbón ardiendo en el sitio de su pecado! (Bernarda). - ¡Estáis locas! (Magdalena). - ¡Mal dolor de clavo le pinche en los ojos! - ¡Mala puñalada te den, mosca muerta! ¡Sembradura de vidrios! (Bernarda)
- Habla rural y campesina: “la noche requiere compaña". - ”Si la hubiera visto madre”. - La envidia la come.
- Invención y adaptación de refranes: - Y, además, ¡más vale onza en el arca que ojos negros en la cara!
- Andalucismos: - “No seas, como los niños chicos” que ojos negros en la cara”. - “Cuarenta o cincuenta buenos mozos." - “no seas, como los niños chicos”, “puede ser un volunto mío”.
Lenguaje Poético
- Metáforas: - Yo veía la tormenta venir, pero no creía que estallara tan pronto. (Bernarda). - ¡Ay, qué pedrisco de odio habéis echado sobre mi corazón! (Bernarda). - Ya empiezas a sacar la punta del cuchillo. (Bernarda). - ¡Siempre gasté sabrosa pimienta! (Bernarda). - ¡No llegará la sangre al río! (La Poncia).
- Comparaciones: - “La encuentro sin sosiego, temblona, asustada, como si tuviera una lagartija entre los pechos.” - “Ni que Pepe fuera un San Bartolomé de plata” (Amelia).
- Hipérboles: - Era la una de la madrugada y salió fuego de la tierra.
Tercer Acto
Lenguaje Coloquial
- Insultos, maldiciones y amenazas: “y fea como un demonio” ¡Déjame en paz!
- Vulgarismos: “Tronchar el cuello”.
- Frases hechas: “Vaya usted con Dios”
- Onomatopeya: ¡Chisss!
- Expresión: No hay carne donde morder (Bernarda). Siempre trae mala sombra. (Amelia). Ya has derramado la sal. (Amelia). Si en esta casa hubiera hierbas ya te encargarías de traer a pastar las ovejas del vecindario.
- Andalucismo: Se corre una estrella o luce un relámpago.
Lenguaje Poético
- Metáforas: - A mí me gustaría cruzar el mar y dejar esta casa de guerra. (La Poncia). - “déjame decirlo con la cabeza fuera de los embozos. ¡Sí! Déjame que el pecho se me rompa como una granada de amargura. “ (Adela). -Es un pozo de veneno (La Poncia). - Hubiera volcado un río de sangre sobre su cabeza. - No sea que nos eche abajo las paredes (Bernarda). - La que tenga que ahogarse que se ahogue.
- Hipérbole: - Me ha retemblado dentro del pecho (Prudencia). - Pero ni tú ni nadie puede vigilar por el interior de los pechos (La Poncia). - En estas cuestiones se olvida hasta la sangre (La Poncia). - A un caballo encabritado soy capaz de poner de rodillas con la fuerza de mi dedo meñique. (Adela) “pelo de nieve”
- Intervención poética: -“Bernarda cara de leoparda. Magdalena, cara de hiena” (María Josefa)
- Comparaciones: "Déjame que el pecho se me rompa como una granada de amargura” (Adela). - “Bregando como un hombre” (Prudencia)
Fragmento de la Obra y sus Temas
Este fragmento pertenece al primer acto de la obra La casa de Bernarda Alba. Aunque el tema central de la obra es la autoridad de Bernarda frente al deseo de libertad de las hijas, lo cierto es que esta diatriba sustenta otras subtramas igualmente importantes, como la búsqueda de la honra y la necesidad de guardar las apariencias de la matriarca frente al qué dirán, como cuando se refiere a la desventura de Paca la Roseta. Esta búsqueda de la honra aparece en “¡Cuánto hay que sufrir y luchar para hacer que las personas sean decentes y no tiren al monte demasiado!” Otro de los temas presentes en la obra es la sexualidad femenina, siempre atribuida a la falta de honra porque esta no está bien vista “Ella, tan conforme. Dicen que iba con los pechos fuera y Maximiliano la llevaba cogida como si tocara la guitarra. ¡Un horror!”. Por otro lado, también se encuentra presente la imagen de la mujer, reprimida y supeditada a juicios sociales y morales de las gentes y de la sociedad conservadora de la época “Es la única mujer mala que tenemos en el pueblo.” que Lorca pretende poner de manifiesto.
El Papel de la Mujer en la Obra
Este fragmento pertenece al primer acto de la obra La casa de Bernarda Alba. Lorca escribe esta obra bajo el subtítulo Drama de mujeres en los pueblos de España, como un momento de culminación de su producción dramática. En la obra, el peso de la mujer recae en unos personajes presentes femeninos en su totalidad que encarnan la represión social de la misma en su forma de ser. Además de esto, queda de manifiesto el papel de sumisión frente a la imagen del varón, como es Pepe el Romano, y la privación de derechos en la toma de decisiones, una libertad que, aunque se ansíe, sólo es posible a través de la muerte o de la locura. Esta privación de sentimientos universales como el amor o la vivencia de la sexualidad, quedan completamente castrados bajo el yugo patriarcal, en este caso encarnado por Bernarda Alba “Las mujeres en la iglesia no deben de mirar más hombre que al oficiante”.
Características del Lenguaje
Una de las características fundamentales de La casa de Bernarda Alba es la perfecta integración que realiza del lenguaje poético y el coloquial en el habla de los personajes. Por una parte, el lenguaje coloquial contribuye a dar esa impresión de realismo que tiene la obra al contar con personajes cuya forma de hablar corresponde exactamente a la que tendrían en la realidad, tal y como se ve en este fragmento cuando emplean formas propias del habla rural como: “Por tus dineros”, “Madre” o “Por tus marjales y por tus arboledas”. Pero, por otra parte, es fundamental en la obra el uso de un lenguaje poético que se integra a la perfección en el habla de sus personajes como ocurre en los siguientes casos: “te reventaba el pecho”,”se van a juntar las paredes unas con otras de vergüenza”, “la mala lengua no tiene fin para inventar”, “nos apedreáis con malos pensamientos” o “hasta que se las lleve el río”, en los que las metáforas o personificaciones contribuyen a esa asombrosa unión de realidad y poesía que supone la obra.
El Realismo Poético en 'La Casa de Bernarda Alba'
El realismo poético de La casa de Bernarda Alba consiste en la perfecta integración que se hace en la obra de la realidad y la poesía al combinar elementos reconocibles de la primera como la situación de las mujeres en la época o algunas costumbres de los pueblos andaluces con otros propios de una dimensión más poética como pueden ser el tratamiento hiperbólico de la situación o el uso del lenguaje poético por parte de los personajes. Precisamente son estos los que evidencian más claramente esta característica del realismo poético al combinar en su habla ambas dimensiones del lenguaje, la coloquial y la poética, tal y como se ve en los siguientes ejemplos. Por una parte, ejemplos del habla coloquial: “Por tus dineros”, “Madre” o “Por tus marjales y por tus arboledas”. Y, por otra parte, ejemplos del lenguaje poético: “te reventaba el pecho”,”se van a juntar las paredes unas con otras de vergüenza”, “la mala lengua no tiene fin para inventar”, “nos apedreáis con malos pensamientos” o “hasta que se las lleve el río”.