La Estructura de la Mente: Ello, Yo y Superyó en la Psicología Freudiana
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La Estructura de la Personalidad: Ello, Yo y Superyó
Las relaciones entre el Yo, el Superyó y el Ello son fundamentales para comprender la dinámica de la psique humana según la teoría freudiana.
El Equilibrio del Yo
El Yo debe lograr armonía entre tres fuerzas principales:
- El Ello: Con sus impulsos o energías primarias que buscan la satisfacción inmediata del placer.
- El Superyó: Que controla al Yo y lo fuerza a seguir el ideal moral y las normas internalizadas.
- El Mundo Exterior: Que le proporciona estímulos y demandas para que organice y ordene la realidad.
El Yo tiene la compleja tarea de equilibrar estas tres fuerzas para un funcionamiento psíquico saludable.
La Función del Superyó y el Ello
El Superyó funciona como colaborador en la censura y represión de los impulsos del Ello. Cuanto más estricto sea el ideal que impone el Superyó, más conflictos se presentarán para el Yo. El problema reside en que el Ello, inconsciente y reprimido, no cesa de actuar. Todas las energías vitales provienen de él, y es imprescindible para la acción humana.
El Ello necesita satisfacer sus tendencias o canalizar estas fuerzas de acuerdo con el ideal moral impuesto por el Superyó. Esto puede manifestarse en creaciones culturales, estéticas, o a través del proceso de sublimación: el encauzamiento de las fuerzas instintivas en obras elevadas y espirituales, socialmente aceptadas.
Conclusión sobre la Vida Psíquica
Como conclusión, podemos afirmar que la mayor parte de nuestra vida psíquica es inconsciente:
- El Ello: De naturaleza inconsciente, activa e instintiva.
- El Superyó: Ideal inconsciente internalizado, con función represora.
- El Yo: Componente consciente en relación con el mundo exterior.
Niveles del Psiquismo Humano según Freud
Hasta la época de Freud, se consideraba al ser humano exclusivamente racional y consciente. Por esta razón, muchas conductas que no respondían a ese presupuesto quedaban sin una explicación adecuada. Freud fue quien descubrió la existencia de distintos niveles del psiquismo, y particularmente el nivel de “lo inconsciente”, a partir de lo cual formuló una primera teoría sobre la estructura del aparato psíquico.
Primera Tópica Freudiana: Inconsciente, Preconsciente y Consciente
La primera teoría de Freud distingue tres niveles:
Lo Inconsciente
El adjetivo “inconsciente” se utiliza en ocasiones para designar todo aquello que no es consciente. Designa aquel sistema que está constituido por ideas y sentimientos no asumidos o reprimidos y que, por eso mismo, no pueden acceder al sistema consciente y quedan marginados.
Características:
- Es sede de impulsos innatos.
- Contiene la tendencia fundamental de la vida que aspira a su realización plena, así como tendencias que se oponen a ello.
- Actúa de manera significativa en nuestra personalidad.
Lo Preconsciente
Lo preconsciente está constituido por todos los contenidos que sí pueden acceder voluntariamente a la consciencia. Son contenidos latentes que pueden ser verbalizados.
Lo Consciente
Su función más importante es captar la información del mundo exterior y del mundo interior, funcionando en razón del principio de realidad. El principio de realidad, junto con el principio de placer, rigen toda la vida psíquica.
Segunda Tópica Freudiana: Hacia una Nueva Comprensión
La primera teoría, sin embargo, dejaba conductas sin explicaciones coherentes. Freud advirtió que ciertas conductas no eran suficientemente interpretadas mediante los simples niveles de conciencia. Algo ocurría en relación con una “cierta fuente operadora” de las conductas, de donde surgían sentimientos de adaptación y placer, o de conflictos más o menos profundos.
Estos planteamientos motivaron a Freud a profundizar en la comprensión del aparato psíquico, pensando que no era suficiente la distribución topográfica de los niveles. Así, llegó a una organización simultánea y complementaria de tres instancias operativas (Ello, Yo y Superyó), que constituyen su segunda tópica.