Estrategias de Inclusión en Actividades Físicas para Personas con Discapacidad

Escrito el 13 de Agosto de 2025 en español con un tamaño de 5,75 KB

Orientaciones Metodológicas para la Inclusión en Actividades Físicas

A la hora de plantear actividades, el responsable deberá:

Conseguir la máxima participación: Ninguna persona con discapacidad debe ser apartada. Por tanto, se deben buscar fórmulas y estrategias que faciliten su inclusión plena.
Fomentar la libertad y el disfrute: Los juegos deben buscar la libertad para que cada alumno siga su propio ritmo de aprendizaje. Es fundamental que los alumnos se lo pasen bien y disfruten al máximo con la actividad.
Adaptar a las características motrices: Se deben tener en cuenta las características motrices de cada alumno. Los juegos o deportes deberán considerar:
- Reglas sencillas, poco exigentes y adaptadas al nivel de los participantes.
- Tamaño de los objetos adecuado a las características y posibilidades individuales.
- Disminuir el número de participantes si es necesario para facilitar la interacción y el espacio.
- Buscar tareas sencillas y respetar los ritmos de cada persona.
- Variar el objeto en función de los intereses y la habilidad de cada participante.
- Plantear las actividades en forma de juegos para captar la atención y mantener el interés.
- Dejar muy claras las normas y dar toda la información necesaria de forma accesible.
- Evitar utilizar términos demasiado técnicos o complejos.

Evitar que se sientan inferiores, protegidos o distintos al resto. Promover un ambiente de igualdad.
No utilizar un tono que denote pena o lástima. Mantener un tono comunicativo y relajado, igual que con cualquier otra persona.
Los alumnos que utilizan silla de ruedas la valoran como un bien necesario. Por tanto, se deben erradicar connotaciones negativas respecto a la silla.
La deficiencia es una característica más de la persona. Es capaz de experimentar y se debe valorar como la persona que es, con sus capacidades y potencialidades.
El alumno necesita ser reconocido, valorado y elogiado por sus progresos. Es crucial reforzar los esfuerzos y el avance, por pequeños que sean.
Asumir la discapacidad de forma natural y crear un clima de relajación espontáneo y positivo.
Ayudar a la persona dejándole la iniciativa para que sea ella quien pida la ayuda, fomentando su autonomía.

Adoptar una actitud natural y espontánea, evitando ser paternalista y proteccionista.
Hablarles despacio y repitiendo las cosas si es necesario para asegurar la comprensión.
Utilizar un lenguaje comprensible y asequible a su nivel cognitivo.
Ser pacientes y constantes en la comunicación y el apoyo.
Dejar que actúen con espontaneidad y libertad, permitiéndoles hacer las cosas por sí mismos siempre que sea posible.
No tratarlos como inferiores a su edad cronológica.
Promover una actitud positiva y de colaboración, en un clima de respeto y ayuda mutua.

Identificarse verbalmente al acercarse.
Cuando se le ofrezca algo, describir claramente lo que se le está dando.
Ofrecerle el brazo para que se apoye; nunca coger el suyo, arrastrarlo o empujarlo. Caminar a su lado y, solo en situaciones estrechas, ir ligeramente por delante.
Si se desorienta, indicarle dónde se encuentra y qué hay a su alrededor.
Al entrar en un coche, indicarle la puerta y luego colocar su mano en el reborde superior de la puerta abierta.
Para subir o bajar de transportes públicos, poner su mano en la barandilla e indicarle los escalones.
Para ofrecerle asiento, colocar su mano en el respaldo o en el brazo del sillón.
Durante la comida, indicarle la posición de platos, vasos y cubiertos, así como la situación de la comida en el plato, utilizando la orientación de las agujas del reloj.
No cambiar la situación del entorno habitual sin avisarle previamente.
No distraer a su perro guía durante su trabajo.

Acercarles los objetos y los sonidos para que puedan percibirlos y analizarlos.
Tienen buena memoria, lo cual puede ser una ventaja en el aprendizaje de secuencias.
Evitar sobrecargar la información; dar instrucciones claras y concisas.
Se debe buscar un equilibrio entre lo nuevo y lo conocido para facilitar el aprendizaje y la seguridad.
Necesitan más tiempo para realizar algunas tareas o procesar información.
No gritar, ni mostrar una actitud paternalista. Mantener un tono normal y respetuoso.
El bastón les sirve como instrumento que les permite alargar su percepción táctil y explorar el entorno.
Promover un clima de participación e integración activa.

Hablarles de frente y sin que exista ningún obstáculo que impida la percepción visual de los labios.
Hablar con normalidad, sin exagerar la vocalización.
Vocalizar bien, pero de forma natural.
Utilizar un tono normal de voz.
Utilizar frases cortas y directas.
Utilizar palabras sencillas y de uso común.
Dejar bien a la vista la boca para facilitar la lectura labial.
Ser expresivos, pero sin gesticular excesivamente, para no distraer.
Ponerse de tal forma que la cara quede bien iluminada, evitando contraluces.
Utilizar gestos universales o lenguaje de signos si se conoce y es apropiado.

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