Estrategias educativas para fomentar valores y actitudes positivas en el aula

La imitación de valores y el ejemplo

La imitación es una herramienta básica para el aprendizaje y, además, constituye una base por la cual el niño comienza a conformar su personalidad. Por ello, la imitación ha sido una herramienta utilizada a lo largo de la historia de la humanidad para la transmisión de valores. Ejemplos de ello son los cuentos o fábulas populares.

Es importante destacar que para que haya un aprendizaje real del valor, debe haber una comprensión real del mismo. Es decir, debe haber una reflexión, se debe enseñar al niño el porqué de las cosas, debemos enseñarles a que se cuestionen y reflexionen sobre la realidad que les rodea. Por ello, no es solo un proceso de estímulo-respuesta ante un estímulo externo, sino que tiene procesos internos integrados.

Además, no se deben tratar los valores de una forma teórica en clase, sino que el profesor debe ponerlos en práctica en el aula de forma real.

No aprendemos solo por el acto de imitar, sino también a través del aprendizaje vicario o modelado. Podemos definir el modelado como el aprendizaje a través de la observación activa, por la cual las personas observan una conducta que va acompañada de un determinado valor. El observador analiza dicha conducta y no la reproduce solo por imitación, sino que la integra con las propias competencias internas que ya tiene adquiridas, generando así una conducta semejante a la observada pero modelada, con variaciones.

Pasos para la adquisición de la conducta del modelo

El fin de esta propuesta es que el alumno sepa realizar la conducta del modelo que se le presenta, adquiriéndola a partir de los siguientes pasos:

1. Presentar al alumno un modelo de conducta a seguir.
2. Elaborar unos objetivos claros, a corto, medio y largo plazo sobre la conducta que se pretende adquirir.
3. Graduar la dificultad de la conducta a adquirir.
4. Especificar al alumno las conductas más relevantes a observar en el modelo.
5. Desarrollar actividades donde el alumno deba describir la conducta del modelo y posteriormente llevarla a cabo en situaciones controladas, como el aula de clase.
6. En todo este proceso, es importante un feedback constante entre profesor y alumno.

Enseñanza y modificación de actitudes

Las actitudes son sentimientos y predisposiciones; se pueden aprender y son modificables, medibles y reeducables.

Actitud:

• Sentimientos sobre sí mismo, forman parte del YO.
• Predisposiciones aprendidas para responder ante diversas situaciones.
• Generan una predisposición psíquica.
• No se han de confundir con los valores ni opiniones, pues estos son diseños mentales de conducta.

Las actitudes negativas se pueden reeducar sabiendo cómo se han formado. Las modificaciones se han de realizar mediante cambios en grupos de referencia, modificar las normas del grupo, comunicar persuasivamente y desarrollar disonancias cognitivas.

Las actitudes son una combinación de reacciones cognitivas, afectivas y conductuales hacia un objeto.

Componentes de las actitudes

Propuesta para trabajar la actitud a través de la autoestima. El profesor/a debe ser un ejemplo, en clase y fuera de ella. Su comportamiento no verbal y emocional, y las palabras que utilicen para responder las inquietudes de los estudiantes deben guiarlos para lograr personas de bien. Si el estudiante viene de casa con baja autoestima, es su deber mejorarla mediante el trabajo conjunto con las familias a través de reuniones que facilitan el espacio para fortalecer la autoestima y estas transmitirán a sus hijos/as cariño, seguridad y altas expectativas educativas.

También hay profesores/as que acuden a clase con baja autoestima. En conclusión, hay que desarrollar proyectos para elevar la autoestima de los profesores y que así puedan ser ellos un buen ejemplo para el alumnado.

Empatía y la promoción de valores en los alumnos

La empatía es la habilidad que posee una persona de entender los pensamientos y sentimientos de otros, manifestando sentimientos de simpatía, comprensión y ternura. Exige madurez emocional, comprensión de sí mismo y de los demás, y una apertura hacia la experiencia. Es por ello que es necesaria la formación del alumno desde la primera infancia, y se debería incluir en los programas de estudios el aprendizaje de habilidades como solidaridad y colaboración conjunta, para saber comunicar nuestras emociones y saber interpretar las de los demás.

Evaluación del desarrollo de la empatía

Para poder evaluar el desarrollo de los procesos educativos “normales”, la Universidad de Alicante ha realizado un estudio en centros docentes sobre diversos aspectos de la convivencialidad educacional. Los objetivos son:

1. Estudiar el valor de la empatía en centros.
2. Comprobar el nivel en el que se fomenta la empatía.
3. Sacar conclusiones partiendo de la realidad y encontrar estrategias eficaces.

Resultados obtenidos

Los resultados obtenidos indican que la empatía y la perspectiva social tienen más del 50% de importancia, pero en los últimos años han disminuido, y que en las escuelas se trabaja cada vez menos la empatía.

Promoción de la empatía en el aula

En el aula podemos promover encuentros y aplicar técnicas pedagógicas que fomentan la empatía como: dinámica de grupos, juegos grupales, juegos de roles, etc.

Ejercicios para desarrollar la capacidad empática según Bussenius

Bussenius nos propone una serie de ejercicios para desarrollar la capacidad empática:

1. Enseñar a controlar las emociones.
2. Promover el dominio de lo mímico.
3. Para dar confianza.
4. Promover el control de la incertidumbre.
5. Ejercitar sentimientos de aprecio.
6. Para que sientan confianza, seguridad.

En tales ejercicios, el educador no es neutral. Entre las cualidades principales del educador, tenemos el amor y la firmeza, acompañada de un ejemplo empático y un animador a obrar.

Para las dramatizaciones se puede utilizar:

• El psicodrama: se centra en el alumno que tiene problemas.
• El sociodrama: implica más de dos sujetos.