Las Cuatro Estaciones de Vivaldi: Una Mirada a la Obra Maestra del Barroco

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Las Cuatro Estaciones de Vivaldi: Una Mirada a la Obra Maestra del Barroco

Estos cuatro conciertos pertenecen a Il cimento dell'armonia e dell'inventione, escritos para violín solista, orquesta de cuerdas y continuo, y se conocen con el nombre de Las Cuatro Estaciones (La Primavera, El Verano, El Otoño y El Invierno). Se trata de una obra descriptiva o programática que evoca, a través de elementos del lenguaje musical, distintos aspectos de las estaciones del año. Todos y cada uno de ellos, como era costumbre en la época, se dividían en tres movimientos “a la italiana”, siguiendo la estructura de “rápido”, “lento” y “rápido”. El conjunto instrumental y el violín solista parecen repartirse los papeles: mientras la orquesta crea la atmósfera, el violín describe los detalles. Aplica, pues, el principio barroco del simbolismo musical, propio de las obras vocales. Las imitaciones musicales de la naturaleza no eran infrecuentes en la época de Vivaldi, y durante el Barroco muchos serían los compositores que recurrirían al tema, en su afán de sorprender y encantar al público, pero el suyo no es simplemente un descriptivismo musical o un catálogo de los sonidos de la naturaleza reducidos a imitación por medio de los instrumentos. Es una reflexión, más bien, sobre los sentimientos e impresiones que nos causa la naturaleza. Más que descriptivos, se podría calificar a estos conciertos como impresionistas y han sido considerados como los antecedentes del poema sinfónico. El concierto se estructura sobre la base de un diálogo contrastante entre el tutti y el concertino, estructura en la que está integrado el ritornello. Estas intervenciones solísticas requieren un virtuoso, ya que están llenas de trinos, adornos, escalas, etc.

Inspiración Poética de Vivaldi

Antonio Vivaldi se basó en un texto poético para crear “Las Cuatro Estaciones”:

El Otoño: Celebra el aldeano con bailes y cantos de la feliz cosecha el bienestar, y del licor de Baco abusan tantos que termina en el sueño su gozar. Al alba, el cazador sale a la caza con cuernos, perros y fusil, huyendo corre la fiera, siguenle la traza; ya asustada y cansada del estruendo de armas y perros, herida y amenazada, harta de huir, vencida ya, cae muriendo.

Tercer Movimiento: Allegro - La Caza

RITMO: Su ritmo es ternario 3/8 y el tempo es rápido (Allegro). Tiene carácter descriptivo. Llenos de gran entusiasmo y acompañados por los ladridos de sus perros y el sonar de sus cornos, los cazadores se dirigen al bosque. El patrón rítmico que se ve en el primer compás de los violines es el más repetido para sugerir la persecución. Pero se utilizan otros muchos: tresillos, etc. El ritmo es el elemento más importante de esta pieza, es muy marcado y persistente, característico del estilo barroco. El motivo rítmico de semicorchea con puntillo, fusa y dos corcheas imprime al Ritornello orquestal el carácter de una danza campesina, una especie de Chacona.

MELODÍA

  • La obra está en Fa Mayor.
  • Tipo de melodía: Melodía típicamente instrumental, con ataques repetidos sobre una misma nota, que alternan con grandes saltos interválicos (hasta de 8ª). En los pasajes para el violín solista, se hace alarde de un gran virtuosismo.
  • Hay dos temas principales. El primero actúa de ritornello (especie de estribillo que retorna en varios momentos) y su motivo inicial está construido sobre un salto de quinta (fa-do-fa). El segundo, menos brusco, recuerda al primer concierto del ciclo: el dedicado a la primavera.
  • La melodía se establece en períodos regulares de 4 compases articulados por cadencias y que responden a la sencilla estructura de pregunta y respuesta.
  • La melodía tiene carácter descriptivo.
  • Como suele ser habitual en la música descriptiva de Vivaldi, encontramos, sobre todo en los solos, pasajes construidos sobre notas rebatidas, sobre arpegios, rápidas escalas, etc.
Estructura del Movimiento

El movimiento comienza con un ritornello de rústica simplicidad basado en una figura trotona (cc. 1-13), al que sigue el tema de la presa (melódicamente plano, contrastando corchea-semicorchea), y su repetición una octava más baja en cc. 14-21. Un nuevo estribillo de ocho compases cierra esta primera sección. El violín solo recoge el tema de la presa con dobles cuerdas perseguido a saltos por el bajo continuo (cc. 30-41). Un segundo tutti, exacta copia del primero, enlaza con un nuevo solo que explota desde el motivo anterior a veloces arpegios agrupados en sextillos (c. 59-68). El tutti modula a la dominante (Do Mayor) enlazando con la fuga del violín en tresillos de semicorcheas (cc. 76-81). El amenazante ripieno simula aullidos y disparos (acordes en staccato), mientras el solista huye en frenéticas escalas y arpegios (cc. 82-93). Repeticiones de la figura inicial (en Do Mayor, en Fa Mayor) hostigan y acorralan los tresillos del solista (cc. 97-126), antes de que un floreo en fusas (cc. 127-128) señale el desenlace: una serie de escalas descendentes y cinco agotados compases con notas ajenas a la tonalidad que agonizan en un trino, en cadencia perfecta (cc. 129-141), donde al continuo se le pide tocar solo, es decir, lo que está escrito, sin acordes. El ritornello final recoge del suelo el tema de la presa y cabalga de nuevo sin descanso en Fa Mayor.

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