Establecimiento y Manejo de Praderas: Factores Clave para una Producción Forrajera Óptima

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Establecimiento y Manejo de Praderas

El establecimiento de praderas involucra tres etapas: germinación, emergencia y desarrollo vegetativo.

Germinación

En las gramíneas, la germinación comprende el crecimiento del embrión, ruptura de la semilla y aparición de la radícula y coleoptilo. En las leguminosas, la germinación consiste simplemente en la aparición de la radícula. Este proceso depende de factores ambientales como humedad, temperatura y oxígeno, y factores propios de la semilla (permeabilidad o dureza, madurez fisiológica).

Emergencia

La emergencia o aparición de la plántula sobre el suelo en gramíneas, depende básicamente de las reservas nutritivas del endosperma y elongación potencial del mesocotilo, las cuales determinan la profundidad máxima de la cuál puede tener lugar la emergencia, como también de las condiciones físicas del suelo. Para leguminosas, las reservas contenidas en los cotiledones (peso de la semilla) y la elongación del hipocotilo determinan la profundidad máxima de siembra. El porcentaje de establecimiento es el número de plántulas presentes a las 10-12 semanas después de la siembra en relación con el número de semillas viables sembradas.

Factores para un Establecimiento Exitoso

Para conseguir éxito en el establecimiento de una pradera, hay varios aspectos que deben ser considerados:

  • Elección de las especies
  • Dosis de semilla
  • Preparación del suelo
  • Calidad de las semillas sembradas
  • Inoculación de las semillas de leguminosas
  • Fertilidad del suelo y fertilizantes
  • Época de siembra
  • Método de siembra
  • Profundidad de siembra
  • Control de malezas
  • Sistema de establecimiento

Los factores enumerados permitirán un buen establecimiento, pero no garantizan la permanencia en el tiempo de una pradera de alta productividad. Esto último se consigue a través de la adecuada elección de las especies y variedades y, fundamentalmente, de la utilización que se realice de la pradera en su primer año de vida.

Elección de Especies Forrajeras

Esta decisión es determinante de la productividad y longevidad de la pradera. En ella, debemos considerar tres factores fundamentales: suelo, clima y propósito de la pradera.

A) Suelo

Los factores del suelo importantes en la elección de la especie forrajera son: textura, fertilidad, profundidad, drenaje y pH.

Textura

Las especies difieren en exigencia de textura del suelo. Algunas, como Festuca y Lotus, se adaptan a cualquier textura. En cambio, hay otras especies que disminuyen su producción en suelos con texturas extremas. Por ejemplo, Alfalfa y Avena no se adaptan bien a suelos arenosos, como tampoco lo hacen el Trébol subterráneo y el Centeno en suelos arcillosos.

Fertilidad

Algunas especies se pueden considerar como pioneras en suelos pobres, dada su capacidad de producir en condiciones de baja fertilidad de suelos, como el Trébol subterráneo, por ejemplo. El Lotus y el Lupino presentan igual característica. Por el contrario, especies como la Alfalfa y Pasto ovillo requieren suelos de alta fertilidad para entregar elevadas producciones de forraje.

Profundidad de suelo

Se relaciona directamente con el sistema radicular de las especies, pudiendo citarse como ejemplos extremos el Trébol subterráneo, que prospera en suelos superficiales, y la Alfalfa, que requiere imprescindiblemente de suelos profundos.

Drenaje

Es normalmente un factor restrictivo en la elección de especies. La mayoría de las especies se desarrollan mejor en suelos bien drenados. Sin embargo, algunas como el Trébol frutilla y el Falaris soportan humedad excesiva. Otras, como Alfalfa, Centeno y Pasto ovillo son muy afectadas por un exceso de agua.

B) Clima

La luz, temperatura y humedad deben ser consideradas al elegir las especies forrajeras.

Luz

La tolerancia a la luz y sombra de las especies es importante cuando serán sembradas en mezcla y, más aún, cuando se trata de una siembra de pradera asociada a un cereal. Algunas especies como Trébol rosado, Alfalfa y, en menor grado, el Pasto ovillo soportan la sombra. Otras, en cambio, como Trébol blanco, Ballica inglesa, Festuca y Falaris disminuyen notablemente su crecimiento cuando se ven enfrentadas a una alta competencia por luz.

Temperatura

Los Tréboles blancos, subterráneo y rosado germinan bien a temperaturas más bajas que las gramíneas perennes. Otras leguminosas, como Alfalfa y Lotera, requieren temperaturas mayores. Entre las gramíneas también existen diferencias importantes. Temperaturas entre 5°C y 10°C son depresivas para la germinación de Festuca y Falaris, pero no afectan a las Ballicas. Así, las siembras tardías favorecen a Tréboles y Ballicas. El efecto de la temperatura en las diferentes especies, de esta forma, se asocia con la época de siembra.

Humedad

En aquellos suelos con sequía estival, especies como Trébol blanco no prosperan, en cambio, el Trébol subterráneo (anual de resiembra), Festuca (arraigamiento más profundo) o Falaris (latencia estival), se adaptan a dicha condición.

C) Propósito de la Pradera

Una pradera puede ser destinada a cubrir necesidades de forraje en distintas épocas del año, en distintos rubros de producción y bajo distintas formas de utilización. Podemos distinguir entonces tres factores relacionados con el objetivo o propósito de la pradera que condicionan la elección de la especie.

Forma de utilización

El hábito de crecimiento de las especies, la fisiología particular de crecimiento y respuesta a distintas intensidades de defoliación, resistencia al pastoreo, agresividad, entre otras características, determinan la forma de utilización más apropiada para cada especie. Alfalfa y Sorgo debieran someterse a un manejo de cortes y, de ser pastoreadas, deben utilizarse con pastoreo rotativo. Trébol blanco, Ballica inglesa, Festuca pueden ser pastoreadas continuamente.

Época de producción de forraje

De acuerdo con la necesidad de forraje a cubrir, determinada por las características del sistema de producción, se elegirán las especies de uno o varios de los siguientes grupos:

  • Suplementarios
  • Anuales
  • Rotación corta
  • Rotación larga
  • Permanentes

Dentro de los distintos grupos podemos diferenciar especies de ciclo primavera-estival y otras de ciclo otoño-invierno-primaveral.

Rubro de producción

Praderas de alto contenido en proteína y bajo en hidratos de carbono solubles (leguminosas), favorecen la producción de leche. En cambio, praderas de alto contenido energético (gramíneas) son más apropiadas para la producción de carne. Además, en predios que combinan cultivos agrícolas y ganadería, el tipo de rotación utilizado limitará la elección de las especies forrajeras.

Dosis de Siembra de Especies Forrajeras

El objetivo de una correcta dosis de semilla es incorporar al suelo una cantidad suficiente de semillas viables que permitan obtener una pradera con una población inicial de plantas que no sea limitante para su producción futura. La sobrevivencia posterior de estas plantas dependerá de factores ambientales y de manejo. Para calcular la dosis de semilla a sembrar debe considerarse la "potencia de siembra pura", o sea, los kilos de semilla por hectárea necesarios para obtener una pradera densa en base a una sola especie forrajera. La potencia de siembra pura depende principalmente del tamaño de la semilla, la morfología de la especie, su hábito de crecimiento, agresividad y, como ya se dijo, de la pureza y poder germinativo de la semilla. Cuando los valores de germinación y pureza se alejan de los normales para la especie, entonces la potencia de siembra pura debe ser corregida.

Dosis de siembra (Kg/ha) = (P.S.P x P.N. x G.N.) / (P.R. x G.R.)

  • P.S.P: Potencia de siembra pura.
  • P.N.: Pureza normal para la especie (valor de tabla).
  • G.N.: Poder germinativo normal para la especie (valor de tabla).
  • P.R.: Pureza real de la semilla a utilizar.
  • G.R.: Poder germinativo real de la semilla a utilizar.

El tamaño de la semilla varía grandemente entre especies. Una medida del tamaño de la semilla es el número de ellas contenidas en un kg. Cuando se utilizan mezclas forrajeras, la potencia de siembra pura debe modificarse según la agresividad de las especies consideradas. Así, si una especie de agresividad II entra en mezcla con una especie agresividad I, en la primera debe aumentarse la P.S.P. en un 25% y, si se trata de una especie de agresividad III, debe aumentarse en un 50%. Al combinar especies de agresividad II y III, las últimas se incrementan en un 25%.

Preparación de la Cama de Semillas

Previo a la preparación de la cama de semillas es necesario eliminar la vegetación del cultivo.

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