Esquema de Argumentación Jurídica: Resolución de Casos Difíciles
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Esquema de Argumentación Ante un Caso Jurídico Difícil
El caso jurídico es difícil cuando alguna de las premisas del silogismo no viene dada de forma clara e inmediata, es decir, cuando no están claras las normas aplicables para la resolución del caso o los hechos del mismo.
En estos supuestos, el órgano aplicador tiene que elaborar las premisas en las que se va a basar la resolución del caso y tiene la obligación de motivarlas (justificarlas). Hay 5 pasos en la resolución de un caso difícil:
DETECCIÓN DEL PROBLEMA: advertir que no es un caso fácil o rutinario. La dificultad del caso puede deberse a:
Problemas de relevancia: no está claro cuál es la norma que regula el caso.
Problemas de interpretación: no está claro el significado de la norma.
Problemas de prueba: no están claros los hechos del caso.
Problemas de calificación: no está clara la subsunción de los hechos en la norma.
DESCIFRAMIENTO DEL PROBLEMA: determinar el carácter del problema (problema de relevancia, interpretación, prueba, calificación…). Por ejemplo: en un problema de interpretación hay que establecer los términos en que se plantea el problema, hay 2 posibilidades:
Problema por insuficiencia de información de la norma.
Problema por exceso de información de la norma.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA: proponer una hipótesis para la resolución del caso.
Si es un problema por insuficiencia de información, la hipótesis se cifra en formular una premisa normativa lo bastante amplia como para abarcar el caso, mediante una interpretación extensiva.
Si el problema es por exceso de información (varias interpretaciones posibles) la hipótesis se cifra en formular una premisa normativa que seleccione solo una de las posibles interpretaciones, mediante una interpretación restrictiva.