Esplendor Visigodo y Arte Asturiano: Tesoros y Arquitectura Prerrománica
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En el arte visigodo también tuvieron mucha importancia los objetos de metal, especialmente los que emplearon metales nobles, como el oro y la plata combinados con piedras preciosas y semipreciosas. Entre ellos destacan las fíbulas, los broches de cinturón y las coronas votivas. Hasta nuestros días han llegado numerosas fíbulas de tipo aquiliforme, denominadas así por su peculiar aspecto de ave rapaz, que suelen estar decoradas con piedras preciosas o semipreciosas, dispuestas en unos cabujones hechos para tal fin.
También se han conservado muchos broches de cinturón realizados con materiales semejantes a los de las fíbulas. El Tesoro de Torredonjimeno está compuesto por varias coronas votivas de la segunda mitad del siglo VII, actualmente repartidas por los museos arqueológicos de Córdoba, Barcelona y Madrid. Por su parte, las piezas del Tesoro de Guarrazar, llamado así porque fue encontrado en la huerta de Guarrazar de la población toledana de Guadamur, están repartidas por varios museos, aunque el que más y mejores piezas tiene es el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, que cuenta con varias coronas votivas, entre las que destaca la de Recesvinto, realizada en oro guarnecido con perlas, zafiros y otras gemas.
Arte Asturiano Prerrománico
En 1985 la UNESCO reconoció el valor artístico y cultural del arte prerrománico asturiano. Se trata de un conjunto de obras realizadas en el antiguo reino astur durante el dominio musulmán del resto de la Península Ibérica. Es fruto de la herencia visigoda, de los contactos con la cultura carolingia y de las peculiaridades de la zona.
Arquitectura y Edificios Emblemáticos
Durante el reinado de Silo, se construyó la Iglesia de Santianes de Pravia, que es de planta basilical, con tres naves separadas por arcos de medio punto, ligeramente peraltados, sobre pilares; cubre con techumbre de madera en las tres naves y con bóveda de arista en las cabeceras; tiene un pórtico de entrada de inspiración visigoda; piscina bautismal en la nave meridional.
Alfonso II instala la Corte en Oviedo, dotando a la ciudad de una gran infraestructura urbanística, para ello contó con la colaboración un arquitecto, quien comenzó la construcción de la catedral ovetense, de la que solamente queda la Cámara Santa. Ésta es de planta rectangular con dos pisos en altura, el inferior se conoce como cripta de Santa Leocadia y servía para depositar las reliquias; está abovedada por completo, en el superior se halla la capilla de San Miguel con presbiterio, que estuvo cubierta con techumbre de madera.
En los alrededores del palacio se levantaron también algunas iglesias de las que solo queda una parte del muro de la cabecera de la Iglesia de San Tirso, que presenta arcos de medio punto peraltado. A las afueras de la ciudad de Oviedo se construyó la Iglesia de Santullano. Es de planta basilical, con tres naves cubiertas con techumbre de madera, y un gran transepto, asimismo cubierto con madera. La cabecera es rectangular, pero cubre con bóveda de medio cañón en los tres ábsides. Tiene pórtico a los pies, y pinturas en su interior.
El Reinado de Ramiro I: Apogeo del Arte Asturiano
Bajo el reinado de Ramiro I se construyeron algunos de los edificios más emblemáticos del arte asturiano prerrománico. La arquitectura de este momento destaca por el empleo del sillar de piedra, el arco de medio punto peraltado, bóvedas de medio cañón con arcos fajones, contrafuertes exteriores, capiteles de tipo troncopiramidal invertido y de orden corintio, fustes sogueados, y decoración muy variada en capiteles y medallones.
La Iglesia de Santa María del Naranco se edificó originalmente como palacio de recreo de Ramiro I a las afueras de Oviedo. Estaba formado por una sala de baños en el nivel inferior, y en el superior por un salón de fiestas con sendos miradores en los extremos, compuestos por arquerías triples de arcos de medio punto peraltados. Ambos pisos, que se comunican entre ellos por una escalera exterior, se cubren con bóveda de medio cañón de mampostería, reforzada por arcos fajones y por contrafuertes.
De la Iglesia de San Miguel de Lillo, que fue la capilla del conjunto monumental del Naranco de Ramiro I, sólo se conserva de la estructura original el vestíbulo y el primer tramo de la Iglesia, aspecto un poco extraño debido a su escasa profundidad y gran altura, pero hay que tener en cuenta que fue una iglesia de planta basilical de tres naves, está cubierta con bóveda de medio cañón, y tiene arcos fajones y contrafuertes. En las jambas de la entrada hay una decoración tallada con una escena circense y otra de varias figuras. En las ventanas se conservan algunas celosías originales y parte de las pinturas murales originales.