El Esplendor del Teatro Barroco Español: Dramaturgos, Tipos y Corrales de Comedia

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El Teatro Barroco Español: Orígenes y Evolución

El teatro barroco español, de gran importancia especialmente en el siglo XVII, muestra una notable influencia italiana. Su evolución se vio impulsada por la fórmula dramática de Lope de Vega, una tendencia que contó con numerosos seguidores, entre los que destacan Tirso de Molina. Posteriormente, Calderón de la Barca adaptó y utilizó esta exitosa fórmula.

El teatro era la gran diversión para el público de la época. Las representaciones solían aprovechar la luz natural y duraban mucho tiempo, incluyendo a veces escenas intermedias que no siempre eran bien vistas por la Iglesia.

Tipos de Teatro Barroco

Teatro Religioso

El ejemplo más logrado del teatro religioso son los autos sacramentales, que eran actos breves de carácter alegórico con influencias de Grecia y Roma. Pese a que en muchos casos se representaban al aire libre y sobre carros, destacaban por la vistosidad de su escenografía, que proporcionaba una gran espectacularidad. Un escritor de autos muy célebre fue Calderón de la Barca.

Teatro Cortesano

Este tipo de teatro se organizaba en jardines y salones nobiliarios. El público principal eran los Reyes y la corte. Un lugar emblemático que aún se conserva es el Salón de Reinos (originalmente parte del Palacio del Buen Retiro) en Madrid. Los cómicos, en general, tenían mala fama. Las representaciones incorporaban las últimas innovaciones de la escena italiana y contaban con iluminación artificial cuando la velada era nocturna. Ante el rey solo podían actuar las compañías que tenían tal privilegio (compañías reales). Las llamadas compañías de la legua actuaban en poblaciones separadas de la ciudad al menos una legua.

Teatro Urbano

Fue el teatro que vivió un mayor auge. Asistía toda clase de público y las representaciones tenían lugar en los corrales de comedias. Las obras eran representadas por compañías profesionales o por los mencionados cómicos de la legua. Floreció en las grandes ciudades como Madrid y Valencia.

Las representaciones eran largas, durando entre 3 y 4 horas, y se estructuraban típicamente de la siguiente manera:

  • Loa: Pieza breve introductoria, en verso, que utilizaba el tópico de captatio benevolentiae (captar la benevolencia del público).
  • Primer Acto de la Comedia: (Todas las obras principales se denominaban comedias, aunque no fuesen cómicas).
  • Entremés: Tras el primer acto, se representaba una pieza corta (unos 20-30 minutos) de carácter cómico y tono satírico. Aparecían personajes tipo (el médico pedante, el viejo celoso, etc.) y se utilizaba un lenguaje coloquial y procaz que buscaba la risa. Cervantes fue un gran autor de entremeses.
  • Segundo Acto de la Comedia.
  • Baile o Jácara: Entre el segundo y el tercer acto, se incluía algún baile o una jácara (canción de carácter popular, a menudo sobre la vida pícara).
  • Tercer Acto de la Comedia.
  • Bailes o Mojiganga (Fin de Fiesta): Para cerrar el espectáculo, a menudo con gran ruido por parte del público.

Las referencias espaciales y temporales se confiaban principalmente a las palabras de los personajes, y los decorados solían ser bastante simples. Este teatro fue criticado por algunos pensadores y moralistas porque permitía la actuación de las mujeres, se consideraba que las compañías llevaban una vida inmoral y que las obras contribuían al relajamiento de las costumbres del pueblo. No obstante, tuvo un éxito arrollador. Estas críticas contrastaban con los beneficios económicos que generaba y su capacidad inigualable para entretener y servir como vehículo moral.

Los Corrales de Comedias

Los corrales de comedias eran patios interiores de viviendas que se habilitaban para la representación de obras dramáticas. El espacio se distribuía de forma característica:

Patio

Estaba situado frente al escenario. En los laterales había gradas portátiles y en el centro (lo que hoy llamaríamos patio de butacas) se disponían sillas y bancos donde se solían sentar comerciantes, burgueses, etc. Por detrás de esta zona se situaban los mosqueteros, el público más humilde que veía la obra de pie; era la zona más ruidosa y del agrado o desagrado de los mosqueteros dependía a menudo el éxito o fracaso de la obra.

Resto del espacio

A los laterales del patio se encontraban los balcones y ventanas de las casas circundantes, ocupados por familias nobles, eclesiásticos y otros personajes de mayor rango. En ocasiones, pagaban un alquiler anual por el balcón.

Cazuela

Era una zona elevada situada por encima de la entrada al corral, justo enfrente del escenario y tras la zona de los mosqueteros. Estaba reservada exclusivamente para las mujeres.

Escenario

Se encontraba frente a la entrada, al fondo del patio. Disponía de una tarima elevada. En su parte trasera había una o varias cortinas por las que entraban y salían a escena los actores. También solía haber trampillas para apariciones y desapariciones. Los balcones de las casas que quedaban a su espalda podían emplearse para la representación de algunas escenas (simulando murallas, otros balcones, etc.) o como soporte de decorados o artefactos de la tramoya. Inicialmente, todo el decorado estaba pintado.

Corrales Famosos

Los corrales más conocidos de la época fueron los de Almagro (el único que se conserva prácticamente intacto), Alcalá de Henares, Sevilla, Oviedo y Madrid (como el Corral del Príncipe o el de la Cruz), donde todavía podemos encontrar vestigios o reconstrucciones de algunos de ellos.

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