El Esplendor de la Moda Rococó en el Siglo XVIII: Influencia Francesa y Figuras Clave
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El Siglo XVIII: Esplendor del Rococó en la Moda
La Indumentaria Francesa: Centro de la Moda Europea
Los estilos franceses fueron influyentes durante el siglo XVIII. El mundo elegante siguió la moda establecida por París hasta que la Revolución truncó este poderío.
Hasta 1675, la ropa de las clases acomodadas había sido confeccionada por sastres o por sirvientes, antes de que las couturières comenzaran a ganar prominencia.
En Francia, Rose Bertin, aprovechando su influencia como couturière de la alta sociedad, terminó siendo reconocida con el título de Ministra de la Moda en París. Fue una mujer de negocios capaz de crear y dirigir una empresa, y también aportó un sistema precursor en la forma: los vestidos hechos a medida empezaron a llevar el monograma del creador que lo había concebido. Es reconocida por los trajes pomposos estilo rococó que confeccionaba para María Antonieta. Bertin introdujo el vestido redingote, imitación del traje masculino, así como sencillos trajes de muselina atados con un lazo.
La Revolución truncó la industria de la moda francesa y Rose Bertin tuvo que exiliarse primero a Viena y luego a Londres.
Prendas Femeninas Emblemáticas del Rococó
A lo largo del siglo XVIII, hasta la Revolución, la silueta femenina se caracterizó por el uso del miriñaque o panier, con anchos aros de metal donde los vestidos tomaban una amplitud de hasta 150 cm. Con el tiempo, esto dificultó los movimientos en ciertos espacios, como palcos o carruajes, lo que llevó a que se abandonara el uso de esta moda. El voluminoso miriñaque hacía parecer la cintura muy delgada con la ayuda de un corsé, mientras un escote desvelaba el nacimiento del pecho. El vestido se abría por delante para descubrir la falda interior y las enaguas.
El famoso pintor Antoine Watteau da su nombre a otro vestido más popular de la época. Era una prenda básica del guardarropa de la mujer: un vestido flotante con escote y la pieza del estómago adornada con cintas. Llevaba, sobre todo, un cuerpo ceñido y una enagua de vuelo, y en la espalda caían pliegues desde los hombros hasta el bajo de la falda larga. Otro estilo de vestido, el "à la française", fue una moda lujosa que evidenciaba el gusto del estilo rococó, con cintura encorsetada y falda con miriñaque, escote en forma de V o cuadrado y adornado con encajes plisados.
El vestido "à l'anglaise", por el contrario, mostraba cierto gusto prerrevolucionario. Se caracterizaba por una chaqueta corta con amplias solapas y mangas largas inspiradas en el redingote masculino, una enagua en lugar del miriñaque y un pequeño cojín que acentuaba la forma de la parte superior.
La "chemise de la reine" y el negligé de muselina y algodón se inscribieron en las nuevas tendencias.