El Esperpento en Luces de Bohemia de Valle-Inclán

Características del Esperpento y su Reflejo en Luces de Bohemia

Valle-Inclán, inspirado en la pintura expresionista, crea un concepto estético que refleja la realidad más profunda de los seres humanos, deformando o exagerando sus rasgos físicos para crear un retrato crítico de la sociedad española. Esa realidad, para el autor ridícula, sólo podía reflejarse con una apariencia también deformada. Así se comprueba en la escena XI de la obra, en ella los protagonistas definen este subgénero: el esperpento:

-El protagonista afirma: “España es una deformación grotesca de la civilización europea”.

Esa estética deformada se explica haciendo la comparación con unos espejos cóncavos que decoraban la fachada de un comercio en la calle Gato de Madrid, en los que todo lo que se reflejaba se deformaba. Así, Valle-Inclán ridiculiza la realidad y los rasgos de los personajes, mostrándolos en su degradación social y espiritual.

Características propias del esperpento:

• La esperpentización de personajes: Sean de la clase social que sean son golfos, ignorantes y vagos. Se deshumanizan, es decir, están vacíos de sentimientos y cultura, se transforman en títeres insensibles, y se idiotizan debido a su ignorancia y egoísmo.
• La esperpentización de espacios y ambientes: sucios, mal iluminados y chabacanos.
• El uso abundante del contraste: entre lo doloroso y lo grotesco, lo serio y lo burlesco, que da lugar al absurdo de las situaciones.
• La utilización constante de la ironía, el humor y el sarcasmo en boca de los personajes de mayor inteligencia.
• La presencia de la muerte como personaje fundamental.
• La presencia de dos significados en la obra: el aparente de burla y caricatura de la realidad, y el significado profundo de crítica e intención satírica.
• La riqueza y variedad de registros empleados: el lenguaje pedante y cursi de los modernistas y el lenguaje vulgar de las clases sociales bajas.
• Se presenta lo extraordinario como normal y verosímil.

Evolución de la Obra de Valle-Inclán: Justificación de la Inclusión de Luces de Bohemia en la Etapa que le Corresponde

La obra de Valle-Inclán responde a una evolución estética en la que prosa, teatro y poesía se confunden para crear un estilo personal. Destaca la ruptura con la estética realista burguesa y una marcada teatralidad.

Poesía

Es su género menos brillante con poemas como “Aromas de leyenda”.

Ensayo

Lo usó en La lámpara maravillosa.

Prosa

Etapa modernista (1894-1905)

A esta etapa pertenecen Flor de Santidad y las Sonatas (1902-1905), éstas son cuatro novelas cortas relacionadas con las estaciones del año en las que el marqués de Bradomín, un don Juan “feo, católico y sentimental”, cuenta sus memorias eróticas desde la vejez.

La ambientación, la musicalidad, la sensualidad convierten a estas novelas en la mejora manifestación del Modernismo en prosa.

El mito bárbaro y la historia

En su siguiente etapa inicia la búsqueda de un estilo más personal. Escribe las Comedias bárbaras que pueden considerarse teatro. Nos presenta un mundo en el que las fuerzas elementales como el mal, la irracionalidad, la violencia, y sobre todo, la avaricia, la lujuria y la muerte rigen la existencia y el destino de los protagonistas.

La novela esperpéntica

Tirano Banderas (1920), obra culminante de Valle-Inclán narrador, en la que acentúa la crítica hacia los abusos de autoridad. De lenguaje esperpéntico podemos calificar también las tres novelas de El ruedo ibérico.

Teatro

Valle-Inclán se puede considerar el primer dramaturgo moderno español, porque es el primero que rompe con el teatro realista burgués. Existe en su obra una constante voluntad de renovación formal y temática, y una decidida ruptura con las distintas dramaturgias del primer cuarto del siglo XX, ejemplo es su obra La hija del capitán.

Las Comedias bárbaras y Divinas palabras se pueden considerar “pre-esperpénticas”, pero el ciclo esperpéntico se inicia con la publicación de Luces de Bohemia (1920) y en 1930 con la trilogía Martes de Carnaval. La mayor aportación de Valle-Inclán al teatro europeo del primer tercio del siglo XX será el esperpento, lleno de figuras marginales, fantoches, y con una visión ácida y disconforme con la realidad. El esperpento refleja la realidad social del momento, miserable y deformada.

Luces de Bohemia refleja de un modo grotesco la situación política y social de principios del siglo XX, haciendo crítica de todas las clases sociales: el mundo oficial, el poder establecido y sus partidarios, el mundo del comercio, el mundo marginal de la noche, el de los subalternos, el pueblo, etc.