España en el Siglo XVIII: Transformación Política y Reformas Borbónicas
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El Siglo XVIII en España: Un Siglo de Transición
El siglo XVIII fue un período de convivencia entre lo antiguo y lo nuevo, marcando el inicio de reformas que conducirían al liberalismo burgués. En el ámbito político, se observa la sustitución de los Austrias por los Borbones, transitando de una organización plural y poco efectiva a un centralismo administrativo. Este último abordó reformas que abarcaron desde la Hacienda hasta el Ejército, el régimen local y la articulación política del Estado, todo ello con el propósito de “europeizar” al país según el modelo francés.
Aspectos Políticos e Institucionales
Evolución Histórica: Los Reinados del Siglo XVIII
El siglo se inicia con la Guerra de Sucesión (1701-1713), consecuencia de la muerte de Carlos II en 1700. Los principales candidatos al trono eran Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia, y el archiduque Carlos de Habsburgo, hijo del emperador Leopoldo I de Austria. El nombramiento del francés provocó un conflicto entre las potencias europeas: Gran Bretaña, Portugal y Holanda apoyaron al candidato austríaco y entraron en guerra contra Francia y España; el conflicto adquirió una dimensión civil.
El enfrentamiento derivó en una larga contienda, hasta que el archiduque Carlos cambió el curso de los acontecimientos. Se llegó al Tratado de Utrecht de 1713, por el cual las potencias europeas reconocieron a Felipe como monarca a cambio de concesiones a Austria, Portugal y al Reino Unido, que recibió Gibraltar y Menorca, además de compensaciones económicas como la concesión del navío de permiso en la América española.
La ausencia de una amplia burguesía, una escasa clase media y el peso de la Iglesia obstaculizaron la difusión de la nueva corriente de pensamiento, aunque desde 1750-60 encontramos una generación de pensadores o políticos (Campomanes, Aranda, Floridablanca, Olavide) más en sintonía con las preocupaciones ilustradas. En un breve repaso de los diferentes reinados, destacamos:
- Felipe V (1701-1746): Inició su gobierno bajo la influencia de consejeros franceses, destacando la labor centralizadora y la renovación cultural. Tras la muerte de María Luisa de Saboya, su matrimonio con Isabel de Farnesio trajo a la corte al cardenal Alberoni y, con él, un giro político con miras en el espacio italiano y en la revisión de los acuerdos de Utrecht. En 1724, el rey abdicó en su hijo Luis, aunque recuperó el trono ese mismo año tras su fallecimiento.
- Fernando VI (1746-1759): Ascendió al trono tras la muerte de su padre. Paz y neutralidad definen este reinado, en el que prosiguieron las reformas internas, fomentándose las obras públicas, la construcción de una potente Armada y el desarrollo cultural. Al no tener descendencia de su matrimonio con Bárbara de Braganza, le sucedió su hermano Carlos.
- Carlos III (1759-1788): Le correspondió la misión de afrontar las medidas de reforma más significativas, sobre todo en el orden económico, siempre dentro de los principios del Despotismo Ilustrado. Sus casi tres décadas de gobierno se dividen en dos períodos diferenciados, separados por la cesura del Motín de Esquilache en 1766; el primero está marcado por la “extranjerización” de sus principales consejeros, mientras que en el segundo destacan los grandes ilustrados.
- Carlos IV (1788-1808): Su gestión pública estuvo condicionada por una intensa crisis económica motivada por los elevados gastos bélicos, las alteraciones en el comercio con América y una serie de carestías y episodios epidémicos que azotaron al país, dentro de una senda tortuosa que desembocaría en la Guerra de la Independencia (1808-1814).
Los Cambios Políticos e Institucionales: El Centralismo Borbónico
El modelo de gobierno de la centuria fue el absolutismo monárquico; el poder del rey era prácticamente ilimitado, fuente de ley, autoridad máxima de gobierno y cabeza de la justicia.